La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

1º - Ratificar, una vez más, la legí- tima e imprescriptible soberanía de nuestra Nación sobre las islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias de Sur, sus mares adyacentes, su zona contigua, su zona económica exclusiva y su plataforma continental, por ser parte inte- grante del territorio nacional y constituir un derecho inalienable del Estado Ar- gentino.

2º - Expresar su beneplácito por la visita que realizaran los familiares de las víctimas del conflicto bélico de 1982 al archipiélago de Malvinas.

3º - Brindar su beneplácito y su más franco apoyo a la insistencia en el reclamo por la restitución del ejercicio pleno de los derechos soberanos que ostenta la República Argentina sobre las islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur, por ser este reclamo un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.

Señor presidente:

La ilegítima ocupación británica de los archipiélagos australes derivada de la usurpación que en 1833 hicieran de esa parte del territorio nacional argentino jamás podrá constituir título válido de soberanía. De ahí que ratificar la soberanía argentina sobre las mencionadas islas es un imperativo que se basa en los inexpugnables títulos y derechos que ostenta nuestra Nación.

La "cuestión Malvinas" incluye tres archipiélagos (también incluidos por el Reino Unido): el archipiélago Malvinas que es el más extenso, las Georgias del Sur y las Sándwich del Sur (esta ultima no está habitada). Entre los tres archipiélagos suman 15.000 km² y aproxima- damente 2 millones de km² de espacios marítimos circundantes. En el mundo es la diputa, en términos geopolíticos y de recursos, que mayor extensión de territorios terrestres y marítimos comprende|.

La "cuestión Malvinas", que sin duda constituye una cuestión esencial en la Argentina, se encuentra contenida en el marco de diversas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En este sentido, no debemos dejar de mencionar la Resolución 2065 (XX) del 16 de diciembre de 1965, que dice: "...Considerando que la resolución 1514 (1) del 14 de diciembre de 1960 se inspiró en el anhelado propósito de poner fin al colonialismo en todas partes en todas sus formas, en una de las cuales se encuadra el caso de las Islas Malvinas (...) Tomando nota de la exis- tencia de una disputa entre los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte acerca de la soberanía de dichas islas. 1. Invi- ta a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a proseguir sin demora las negociaciones recomendadas por el Comi- té Especial encargado de examinar la situación con respeto a la aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos colo- niales a fin de encontrar una solución pacífica al problema, teniendo debida- mente en cuenta las disposiciones y los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y de la resolución 1514, así como los intereses de la población de las Islas Malvinas...".

Asimismo, otras Resoluciones pos- teriores declaran la existencia de una disputa de soberanía e instan a las Partes a proseguir sin demora las negociaciones recomendadas por el Comité Especial (2) encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la Decla- ración a fin de encontrar una solución pacífica al problema, teniendo debida- mente en cuenta las disposiciones y los objetivos de la Carta de Naciones Uni- das y de la Resolución 1514, así como los intereses de la población de las islas Malvinas.

Por su parte, la Resolución 3160 del 14 de diciembre de 1973, recuerda las anteriores e insta a los dos gobiernos a proseguir las negociaciones para poner fin a la situación colonial.

En lo que respecta al período comprendido entre 1982 y 1988, las resoluciones a las que se llegó son todas muy similares y básicamente exhortan a las dos Partes a la negociación y a la solución pacífica de la controversia: Resolución 37/9 de 1982, Resolución 38/12 de 1983, Resolución 39/6 de 1984, Resolución 40/21 de 1985, Resolución 41/40 de 1986, Resolución 42/19 de 1987 y Resolución 43/25 de 1988. Esta última "reitera su pedido a los Gobiernos de Argentina y el Reino Unido de que inicien negociaciones con miras a encontrar los medios de resolver pacífica y definiti- vamente los problemas pendientes entre los dos países, incluidos todos los as- pectos sobre el futuro de las Islas Malvinas (...), de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas".

A partir de 2004, la cuestión Mal- vinas figura en la agenda de la Asamblea General de las Naciones Unidas en forma permanente, lo que significa que puede ser tratada previa notificación de un Estado Miembro.

Por otra parte, la "cuestión Malvi- nas" no es ajena a nuestra Constitución Nacional que posee una declaración a su respecto, la cual no hace más que ratificar la importancia esencial que la misma posee para nuestra Nación. Así, la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional reza "La Nación Argentina ratifica su legítima e impres- criptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino".

En 1833 a partir de la usurpación que hicieran los británicos de las islas, comenzó el reclamo coherente e ininte- rrumpido de nuestro país desde aquella primera nota de protesta presentada el 22 de enero de 1833 por el entonces ministro Salvador Mazza. Y más allá de las sucesivas intervenciones y gestiones realizadas, no podemos dejar de olvidar esa página imborrable de nuestra historia que llevó a muchos jóvenes argenti- nos a ofrendar su vida por la recuperación de nuestra soberanía en ese territo- rio durante la desigual Guerra de Malvinas, en febrero de 1982. El recuerdo de estos soldados, cuyos cuerpos yacen en el cementerio de Malvinas, palpita en el reconocimiento de los argentinos y también en el dolor de sus familiares que, como es natural con cualquier ser querido, desean permanentemente visitar el lugar donde descansan los restos de sus hijos, esposos, hermanos o padres. De ahí que la visita organizada por los familiares de los soldados caídos, con el apoyo del gobierno nacional constituye un acto de recordación y gratitud hacia esos argentinos y de solidaridad para con el dolor de sus familiares, el cual me- rece nuestro más profundo reconocimiento.

Creemos necesario insistir en la necesidad de reclamar "la devolución del pedazo de suelo argentino donde, por la fuerza, se ha enarbolado una bandera extraña" (3) .

Y esa insistencia debe ser parte también del sentir de nuestro pueblo, así lo sostenía con convicción el diputado nacional socialista Dr. Alfredo Palacios, quien expresó "el fracaso del usurpador está en nuestro reclamo constante. Ya contestó Groussac: 'No hay que dejar decir que los esfuerzos fueron nulos porque el detentador conserve la posesión ilegítima sin obstáculo'. La resistencia obstinada al hecho cumplido, que persiste siempre, no es estéril. Ha proporcionado, en primer término, un modelo y una lección para la enseñanza de la cátedra y el libro, y ha incorporado al derecho de gentes actual, esta idea esencial: que la cuestión de Malvinas es una cues- tión pendiente" (4) .

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto de resolu- ción.