La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo instrumente las medidas necesarias, para la creación de la Embajada Argentina en la República de Azerbaiyán.

Señor presidente:

El presente proyecto solicita al Ejecutivo la creación de una Embajada con asiento permanente en la República de Azerbaiyán, en concordancia con las atribuciones que el artículo 99 de la Constitución Nacional establece para el ejercicio del cargo del Ejecutivo Nacional.

La República de Azerbaiyán ofrece gran potencial para el desarrollo de innumerables intercambios con la República Argentina. Su economía está ligada a la extracción de petróleo para exportación y a la industria de construcción de maquinarias, refinado de petróleo, textiles y químicos.

Su agricultura representa un tercio del PIB, compuesto por el cultivo de algodón, frutas, té, tabaco y otros cultivos típicos de los climas subtropicales. El gusano de seda es cultivado para su aprovechamiento en la industria textil. Asimismo, predomina la ganadería: vacas, ovejas y cabras; y la pesca, entre la que hay que citar la del esturión.

Los principales receptores de las exportaciones azerbaiyanas son: Italia con 31,1%, la República Checa con 14,5%, Alemania con 9,4%, Turquía con 6,1%, Rusia con 6% y Georgia con 5,3%. En 2005, las exportaciones alcanzaron a un total de USD 6 117 millones.

En relación con las importaciones, éstas ascendieron a USD 4 656 millones en 2004, siendo los principales países de origen el Reino Unido (13,9%), Rusia (13,1%), Turquía (11,5%), Alemania (8%), los Países Bajos (5,3%), y China (5%).

Sobre la base de estos datos, la República Argentina podría aportar productos al mercado azerbaiyano y viceversa, a los fines de establecer un intercambio comercial sólido y duradero.

En cuanto a su historia, luego de la caída del Imperio ruso durante la Primera Guerra Mundial, Azerbaiyán, junto con Armenia y Georgia, pasó a conformar la República Democrática Federal de Transcaucasia, que tuvo poca duración. Al ser disuelta la república en mayo de 1918, Azerbaiyán declaró su independencia como la República Democrática de Azerbaiyán (RDA). La RDA fue la primera república parlamentaria democrática en el mundo islámico, pero duró sólo 23 meses, pues el Ejército Rojo bolchevique la invadió en abril de 1920, y creó la República Socialista Soviética de Azerbaiyán el mismo año.

En 1922, Azerbaiyán pasó a formar parte de la República Federal Socialista Soviética de Transcaucasia (RFSST), que a su vez se convirtió en miembro constituyente de la recién creada Unión Soviética.

En 1936 se disolvió la RFSST y la República Socialista Soviética de Azerbaiyán se convirtió en un estado miembro de la Unión Soviética. Al producirse la Segunda Guerra Mundial, Azerbaiyán suministró gran parte del petróleo en el Frente Oriental, mientras que cerca de 600.000 azerbaiyanos lucharon contra la Alemania nazi.

Con el inicio de la política de "glásnost", propiciada por Mijaíl Gorbachov, los disturbios civiles y las luchas étnicas crecieron en diversas regiones de la Unión Soviética, incluidos las de Nagorno Karabaj, una región de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán. Los disturbios en Azerbaiyán dieron lugar a llamamientos en favor de la independencia y la secesión.

En 1990, el Consejo Supremo de Azerbaiyán aprobó la Declaración de Soberanía de la República de Azerbaiyán y, en septiembre de 1991, fue elegido un presidente en elecciones nacionales.

En la actualidad, luego de varios conflictos para lograr su independencia, Azerbaiyán cuenta con una república presidencialista. El presidente es elegido por el pueblo por un período de 5 años. El poder legislativo está en manos de la Asamblea Nacional, un organismo elegido por sufragio universal, compuesto por ciento veinticinco miembros.

Respecto de los derechos humanos, Azerbaiyán tiene participación en organismos internacionales y ha ratificado la Carta Internacional de Derechos Humanos, incluido el Comité de Derechos Humanos.

Por todo lo expuesto, y evaluando las posibilidades que presenta la República de Azerbaiyán para nuestro país en términos no sólo de relaciones comerciales específicas, sino también en función del intercambio cultural, político, social, científico, económico, y tecnológico que podríamos establecer con dicho país mediante la creación de una representación argentina en Azerbaiyán es que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.