La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito y adhesión a las iniciativas que tramitan en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que buscan convertir, con un encomiable cambio de paradigma, al tradicional Zoológico porteño en un "Jardín Ecológico y Parque de Concientización Ambiental"; espacio recreativo destinado al rescate y a la preservación, protección, rehabilitación y estudio científico de la fauna autóctona, en un marco de orientación y formación en materia ecológica y respeto por los animales..

Instar a la debida conservación y puesta en valor del histórico patrimonio arquitectónico de los edificios y recintos de la manzana conformada por las avenidas del Libertador, Las Heras, Presidente Sarmiento y la calle República de la India.

Requerir se observe el correcto cumplimiento de las leyes 14.346 y 25.675, la Convención sobre la Diversidad Biológica (Naciones Unidas, 1992) y Declaración Universal de los Derechos de los Animales (Unesco, 1978), respecto del Zoológico de Buenos Aires y en los demás emplazados en todo el territorio nacional.

Señor presidente:

Primitivamente se encontraba en la Av. del Libertador y Sarmiento, en los terrenos del parque iniciado por Juan Manuel de Rosas. A partir de su primer director, el Dr. Eduardo Holmberg (1888 a 1904) el Zoo adoptó un carácter más científico y se trasladó a su ubicación actual. Según su criterio, los animales debían habitar en edificios que respondieran a los estilos arquitectónicos propios de su país de origen.

Sucedió al Dr. Holmberg, Clemente Onelli entre los años 1904 y 1914. Una de sus ambiciones, concretadas durante su dirección, fue el canje de animales con instituciones del resto del mundo. Esto, junto a la tarea dedicada por Carlos Thais en el embellecimiento de la obra arquitectónica, marca una época muy importante en la vida del zoológico. Luego, Adolfo Holmberg, el nuevo director, decide iniciar un sistema de supresión de jaulas, creando recintos en donde los animales se aislaban del público por fosas o zanjas de seguridad, permitiéndoles mayor libertad de movimientos. Dos proyectos de ley que buscan transformar radicalmente el Zoológico de Buenos Aires comenzaron a circular esta semana en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mientras sus mismos empleados advirtieron que el predio se encuentra "en crisis". Las propuestas, que impulsan los diputados Adrián Camps (PSA) y Hernán Rossi (Suma+), apuntan a convertir el tradicional paseo en Jardín Ecológico y Parque de Concientización Ambiental. Es la primera vez que una cuestión relativa al Zoo avanza desde comisiones y llegará a tratarse en el recinto.

En la propuesta de Camps, la idea es que el Zoo pase a ser un espacio para preservar y rehabilitar la fauna autóctona, donde también se priorice y concientice sobre el medio ambiente. "Proponemos un cambio de paradigma en el que ningún animal esté enjaulado. Ahora el zoológico funciona como cualquier empresa que busca maximizar la ganancia. Está preparado para la exhibición, no para la investigación", aseguró Camps. Por otro lado, en la iniciativa presentada por Rossi sobresale la idea de generar espacios de concientización, protección y estudio de especies silvestres autóctonas.

Además, busca readecuar y poner en valor las estructuras edilicias históricas que ya existen para transformarlas en espacios culturales de exposición pública. En este sentido, Rossi aseguró: "Este proyecto es una deuda de la Ciudad con los porteños y fue trabajado con el objetivo de ofrecer un espacio recreativo que concientice sobre el medio ambiente".

Los trabajadores del Zoo aseguran que el predio se encuentra a punto de colapsar. A través de un documento, denunciaron un estado de crisis que afecta no sólo al personal, sino también a los animales y al patrimonio arquitectónico del lugar. "Pedimos que se revoque la concesión vigente frente al incumplimiento del pliego de bases y condiciones particulares para la explotación, establecidas por el decreto 210/12 y especificadas en el anexo del Boletín Oficial Nº 3906/12", señalaron desde la Comisión de Delegados del Zoo porteño.

Actualmente, el predio es explotado por la firma Jardín Zoológico de Buenos Aires, que la ganó en subasta pública a fines de 2012. La concesión es por cinco años y paga un canon mensual de 1.010.000 pesos (Fuente: Claudio Corsalini, diario Perfil).

Adherimos a las iniciativas de los legisladores porteños más arriba mencionados y bregamos para que sean aprobadas y convertidas en ley. Desde este bloque UNIR Partido Nacionalista Constitucional, hemos iniciado en el anterior período parlamentario el expediente 7858-D.-2014, en el cual pedimos se respondan informes acerca del estado general del Zoológico de Buenos Aires y del presunto maltrato de animales.

En esa oportunidad, argumentamos: "Desde hace tiempo las denuncias sobre el estado general del Zoológico de Buenos Aires, enclavado en el corazón de Palermo, se acumulan en alguna oficina: los animales pasan hambre y, a los más voraces, con el faltante de carne, les dan de comer otras especies.

Es que tras una cuestionada extensión de concesión a la empresa Jardín Zoológico, la mesa que dirige los destinos de cientos de ejemplares quedó reducida a la mitad: en principio eran diez, pero cinco de ellos compraron las acciones de los otros y tomaron las riendas de un lugar que se asemeja cada vez más al infierno, según cuenta el diario Crónica, en su edición del 3 de octubre de 2014.

Empleados del predio confiaron que algunas de las atrocidades que, en nombre del "ahorro", se viven por estos días allí. Quizá una de las más escabrosas sea el asunto del alimento: por no darle curso a los pagos a proveedores -según las autoridades, debido a los "pocos ingresos"- "hay faltantes de carne y el alimento balanceado es de mala calidad. Lo peor es que ahora comen día por medio, pero a los animales más voraces que no pueden pasar tantas horas con el estómago vacío a veces les terminan dando... otros animales", cuenta horrorizada una de las trabajadoras. Lo curioso es que el Zoo cobra 130 pesos la entrada general (no incluye el ingreso a ninguna de las atracciones: Acuario, Paseo en Barco, Reptilario, Selva Subtropical, Carrousel, Charla Didáctica de Lobos Marinos. Desde hace poco, los jubilados también tienen que abonar si quieren ver el espectáculo del acuario (La entrada general pasó a costar en 2015 la suma de $ 180).

Entre los recortes furiosos de presupuesto, la nueva junta despidió a veinte personas con cargos altos y resolvió abrir al público también los lunes, algo que tradicionalmente no se hacía para darle un descanso a los habitantes del zoológico, que ya sufren bastante estrés por estar alojados en medio de la ciudad. "Ahora abren todos los días, se rota a los empleados que quedaron y los animales no tienen descanso nunca".

Si bien es cierto que el Zoológico es propiedad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que a la empresa concesionaria la une una vinculación contractual con el gobierno que encabeza el ingeniero Mauricio Macri, no menos cierto es que al estar en presencia de maltrato animal es de aplicación las leyes 14346 y 25675, y que el gobierno nacional debe tomar cartas en el asunto como Estado signatario de convenciones internacionales que protegen los derechos de los animales (Convención sobre la Diversidad Biológica, Naciones Unidas, 1992 y Declaración Universal de los Derechos de los Animales, Unesco, 1978) y por otra parte se patentiza una afectación a los recursos turísticos argentinos.

No podemos soslayar el alto costo de la entrada al Jardín Zoológico porteño y que además resulta triste ver a los animales como trofeos. Como si ello no alcanzara para expresar nuestra irritación, existen suficientes evidencias que están pasando vejaciones. Los zoológicos no son centros de rescate y conservación, sino solamente son museos con seres vivos".

Por todo lo expuesto, solicito el acompañamiento de mis pares a fin de aprobar el presente proyecto de resolución.