PROYECTO DE TP
Expediente 5143-D-2013
Sumario: CREACION DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL INTERCULTURAL DE LOS PUEBLOS INDIGENAS, CON UNA ESTRUCTURA ORGANIZATIVA REGIONALIZADA QUE CONTEMPLA UNA SEDE POR CADA REGION Y DIVERSAS UNIDADES ACADEMICAS ITINERANTES QUE ACERQUEN A LAS COMUNIDADES LA OFERTA EDUCATIVA.
Fecha: 04/07/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 83
El Senado y Cámara de Diputados...
PROYECTO DE CREACIÓN DE LA
UNIVERSIDAD NACIONAL INTERCULTURAL DE LOS PUEBLOS
INDIGENAS
El Senado y Cámara de
Diputados,...
Universidad Nacional
Intercultural de los pueblos Indígenas. Creación y finalidad.
Artículo 1º.- Créase la
Universidad Nacional Intercultural de los pueblos Indígenas, con una estructura
organizativa regionalizada que contempla una sede por cada región y diversas Unidades
Académicas itinerantes que acerquen a las comunidades la oferta educativa en los
términos del artículo 3º de la presente Ley.
La Universidad Nacional
Intercultural de los pueblos Indígenas se regulará por el régimen jurídico aplicable a las
Universidades Nacionales y por las disposiciones de la presente Ley.
Artículo 2º.- Se entiende por
Universidad Nacional Intercultural de los pueblos Indígenas a aquella que establece un
tipo de relación simétrica entre las visiones, creencias y teorías de las culturas de los
pueblos indígenas y las de las diferentes ciencias.
Artículo 3º.- La Universidad
Nacional Intercultural de los pueblos Indígenas tiene como finalidad principal y prioritaria
generar un espacio académico desde la cosmovisión indígena para atender a la educación
de todas las sociedades y pueblos que conforman la actual Nación Argentina,
desarrollando las siguientes acciones:
a) Crear un sistema
de educación superior con identidad, dentro de un marco de integralidad del conocimiento
que permita superar la ruptura entre la práctica y la teoría;
b) formar técnicos,
tecnólogos y profesionales con visión intercultural, que aporten a la solución de los
problemas de los pueblos indígenas y a la región, incluyendo la formación humanística,
que los habilite para desenvolverse en un plano directivo y creativo dentro de la sociedad,
creando un espíritu de solidaridad social;
c) convertir el
espacio educativo universitario en un ámbito de conocimientos humanos de carácter
intercultural que cobijen la gama de saberes de los pueblos indígenas, generando líneas de
investigación propias y apropiadas, y la formulación y ejecución de proyectos de
desarrollo con identidad;
d) formar pedagógicamente
a los docentes dedicados a la enseñanza de la población indígena en todos sus
niveles;
e) coordinar programas de
apoyo a la educación intercultural, pedagogías indígenas, acciones de recuperación
cultural y a investigaciones históricas protagonizadas por las comunidades;
f) promover y facilitar las
investigaciones, estudios y experiencias necesarios para el mejoramiento y desarrollo de
las comunidades, y asesorar dentro de la esfera de su competencia, a los poderes públicos
y a los actores privados en la organización, dirección, fomento y promoción de la
población y de la industria local y nacional;
g) establecer una
vinculación estrecha con las organizaciones indígenas del país y del exterior, con otras
Universidades, con las instituciones técnicas y culturales nacionales y extranjeras, con
actores económicos e industriales nacionales y sus organismos representativos.
h) aportar en la
construcción de una nueva Sociedad Intercultural Convivencial.
Artículo 4º.- Las carreras
que se crean en el ámbito de la Universidad Nacional Intercultural de los pueblos
Indígenas, atenderán en forma prioritaria la demanda de educación y formación
profesional de las comunidades de influencia, consensuando con éstas las carreras a abrir;
respondiendo a sus necesidades de desarrollo económico, social y cultural.
Artículo 5º.- La Universidad
abrirá las carreras en las localidades en donde se asientan las diversas comunidades,
ofreciendo Licenciaturas, tecnicaturas o cursos de formación, de acuerdo a las
necesidades detectadas y a la mejor forma de cubrirlas.
Comunidades.
Artículo 6º.- Se considera
como comunidades indígenas a todas aquellas comprendidas en el artículo 2º, párrafo
segundo de la Ley 23.302.
Autoridad de aplicación y
Comisión Organizadora
Artículo 7º.- El Ministerio de
Educación de la Nación es la autoridad de aplicación de la presente ley y designará un
rector normalizador y una comisión organizadora encargados de estructurar
académicamente a la Universidad y convocar a la primera asamblea que dictará su
estatuto. El plazo para la organización y normalización no podrá superar los tres (3) años
desde la sanción de la presente.
Artículo 8°.- La comisión
organizadora deberá conformarse con: miembros referentes de los conocimientos de los
pueblos indígenas de la región, miembros del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas
(INAI), del Consejo Educativo Autónomo de Pueblos Indígenas (CEAPI), equipos
académicos vinculados a temáticas de la problemática indígena e intercultural y
representantes de las organizaciones de estudiantes universitarios indígenas.
Sedes Regionales y
Unidades académicas.
Artículo 9º.- Las Sedes
Regionales se abrirán a solicitud de las diversas comunidades asentadas en el territorio
nacional, ante las autoridades universitarias. Las sucesivas Sedes que se abran en las
diferentes regiones del país donde existan comunidades
Indígenas que demanden
estudios universitarios, serán parte integrante de la Universidad Nacional Intercultural de
los pueblos Indígenas, contarán con la partida presupuestaria necesaria para su
funcionamiento y con la estructura organizativa y académica dispuesta por la presente
ley.
Artículo 10°.- A los efectos
de la presente se consideran como regiones a las siguientes: Metropolitana (Ciudad de
Buenos Aires, Conurbano Bonaerense), Pampeana (Buenos Aires -excluido el conurbano-,
Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe), Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luis), NEA (Chaco,
Corrientes, Formosa y Misiones) NOA (Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta, Santiago del
Estero y Tucumán) y Patagonia (Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y
Tierra del Fuego).
Artículo 11º.- Se define como
unidad académica a la oferta educativa itinerante, compuesta por los equipos docentes y
los recursos materiales que se consideren necesarios, para llevar adelante carreras de
licenciaturas, tecnicaturas o cursos, en el lugar donde se genere una demanda de
formación y según corresponda.
Artículo 12°.- Se dispone la
apertura de la primera Sede Regional de la Universidad Nacional Intercultural de los
pueblos Indígenas en la localidad de Humahuaca, Provincia de Jujuy, la cual atenderá a la
región NOA.
Artículo 13º.- La Sede
Regional NOA comenzará a funcionar incluyendo la actividad de unidades académicas en
cada una de las siguientes localidades: Abra Pampa, Ocloyas, Osas, Tilcara, Paipayas,
Cochinuca e Hipólito Yrigoyen (Negra Muerta) cubriendo demandas existentes.
Se crearán nuevas unidades
académicas en otras localidades de la región NOA, a medida que se detecten nuevas
demandas educativas.
Artículo 14º.- La Sede
Regional NOA se abrirá con un colegio universitario de educación media y orientación
técnica, el cual tendrá la misma organización regionalizada que la universidad,
debiéndose ajustar al articulado de la presente ley. A tal fin contará con unidades
académicas en las mismas localidades en las que se asienten las propias de la universidad.
Financiación y Fondo
Universitario.
Artículo 15º.- Los gastos que
demande la aplicación de la presente ley serán atendidos con partidas de crédito que, para
las Universidades Nacionales, determine el Ministerio de Educación, hasta la inclusión de
la Universidad Nacional Intercultural de Pueblos Indígenas, en la ley de Presupuesto y con
todo otro recurso percibido mediante:
a) Las
contribuciones, subsidios y donaciones que las provincias, municipalidades y reparticiones
públicas destinen para la universidad, previa aceptación por parte de ésta;
b) las
contribuciones, legados y donaciones que acepte la universidad de personas físicas y/o
jurídicas privadas;
c) los derechos de
explotación de patentes de invención o derechos intelectuales que pudieran corresponderle
por trabajos realizados en su seno;
d) todo otro recurso
lícito que le corresponda o pudiera crearse a excepción que el mismo provenga de
actividades basadas en el modelo extractivista, tales como la minería a cielo abierto, la
explotación de hidrocarburos mediante fractura hidráulica y la explotación agrícola de
monocultivo, o cualquier otra con consecuencias, efectos e impactos probadamente
negativos sobre el ambiente y las comunidades."
Artículo 16º.- La
Universidad Nacional Intercultural de los pueblos Indígenas, quedará facultada a suscribir
convenios destinados al financiamiento de la misma o actividades académicas, con
fundaciones con objeto exclusivo, donaciones de particulares y entidades privadas sin fines
de lucro, que cumplan con los requisitos del inciso d) del artículo 15º de la presente
Ley.
Artículo 17º.- La
Universidad Nacional Intercultural de los pueblos Indígenas constituirá un "Fondo
Universitario" con el aporte de las economías que realice sobre el presupuesto que se
financie con recursos de los artículos 15° y 16°. Su utilización será dispuesta por el
consejo de la universidad, con preferencia para los siguientes fines:
a) Adquisición,
construcción, locación, refacción o instalación de inmuebles y laboratorios;
b) material técnico,
didáctico o de investigación;
c) biblioteca o
publicaciones;
d) becas, viajes o
intercambio de alumnos y profesores;
e) contratación de
profesores, técnicos e investigadores para proyectos a término.
f) comedor
universitario.
g) construcción y
mantenimiento de albergues estudiantiles.
h) viáticos de
docentes desde y hasta las diferentes unidades académicas.
Artículo 18°.- Comuníquese
al Poder Ejecutivo.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
"¿Qué pesares o qué
sentimientos nostálgicos pueden encontrar en estos pueblos sumidos por el poderoso
verdugo? En donde se preguntan ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Puedo permanecer en
esta indiferencia por mucho tiempo más? Creen que la vida humana es como la vida de
una mariposa en constante transformación. Una metamorfosis. Igual que una mariposa no
se muere, porque el padre es el hijo, así, como el hijo es el abuelo y será también los que
vendrán. Pretenden romper el esquema de relaciones enajenadas que el poder del estado
perpetua automáticamente al anidar en la subjetividad de cada originario. Buscan una
satisfacción moral de un acto de libertad que está dado por una educación universitaria.
Esperan que alguien les diga ¡Existes!...En fin ... es duro de pasar por esa prueba... Pero
¡Tenemos una esperanza!" Con estas palabras, Luis Sosa, originario de Negra Muerta,
Provincia de Jujuy, expresa los sentimientos que van surgiendo en la lucha por lograr que
las Leyes N° 26206 de Educación Argentina y la N° 23.302 de Protección de las
Comunidades Indígenas se cumplan en forma efectiva.
I
La presente ley reúne, en su
gestación, una serie de características particulares:
1) Surge a partir de la
iniciativa de un grupo de miembros de comunidades asentadas en diversas localidades de
la provincia de Jujuy (cuyas firmas acompañan este proyecto) que, luego de agotar en su
jurisdicción una serie de instancias de solicitud de estudios universitarios para los jóvenes
de sus comunidades, recurren a la Cámara de Diputados de la Nación viéndola como la
última opción a su alcance para concretar una respuesta a sus demandas, hasta este
momento desoídas.
2) Al contrastar este pedido
con las miradas de diversas comunidades de otras provincias del país, surge la idea de
crear una Universidad Nacional que pueda atender en las distintas regiones la demanda de
estudios superiores y universitarios de estas comunidades, a efectos de maximizar los
recursos dispuestos a tal fin, teniendo en cuenta el alto grado de dispersión de estas
poblaciones así como la amplitud -y pertinencia- de las peticiones ya manifiestas y/o por
venir.
3) El proyecto adquiere su
forma definitiva al reunir los aportes de diversas comunidades indígenas, de equipos
académicos vinculados a la problemática que desarrollan su labor en distintos centros de
investigación del país, y de otros proyectos similares ya vigentes en Latinoamérica (Brasil,
Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Nicaragua, Perú, Venezuela). Se adjuntan a
esta fundamentación tanto antecedentes legales de Latinoamérica consultados, como
equipos de investigación y comunidades de nuestro país que dieron su apoyo.
4) En correspondencia con
el pedido inicial, se propone la apertura de la primer Sede en la Región NOA, con las
primeras unidades académicas en las comunidades de origen de los grupos que, al hacer
visibles sus demandas, ponen en marcha el proceso que concluye con este proyecto de
ley.
II
En el discurso de apertura
del corriente año legislativo, la 131º sesión ordinaria, la presidenta de la Nación se refirió
extensamente a los logros de su gestión; entre los
mismos destacó la creación
de las universidades del conurbano, diciendo: "... desde que hemos creado más de nueve
Universidades en los sectores más populares, las Universidades han dejado de ser una
élite para poder tener acceso también la primera generación de universitarios del país
cuyos padres no fueron universitarios". Significó que la creación de nueve nuevas casas de
altos estudios nacionales "ha contribuido también al acceso a ese servicio, a este bien
democratizador. Nada más democratizador, nada más igualador, nada más nivelador que
la educación pública y gratuita en todos los niveles". "Queremos que en toda la República
Argentina se agregue valor y para eso necesitamos el compromiso del Estado nacional con
la educación pública. Si de algo puedo enorgullecerme es de pertenecer a un proyecto
político que ha hecho de la educación uno de sus ejes. Jamás se ha reconocido a docentes e
investigadores como con este Gobierno. El compromiso de este proyecto político con la
educación pública es inquebrantable. Allí está el futuro de nuestro país y de nuestros
hijos". Y exhortó a "...lograr que hasta el último argentino tenga la vista en alto ante
cualquier persona. No puede haber un solo argentino que baje la vista porque le dijeron
alguna vez que no podía ver al patrón".
Nuestra historia acredita que
entre quienes más tuvieron que "bajar la cabeza" se encuentran los miembros de las
comunidades indígenas. No sólo la tuvieron que bajar ante el patrón, también cada vez que
develaban su identidad, su cosmovisión, su forma de ver, ser y hacer en el mundo... su
cultura.
III
El Estado tiene una deuda no
sólo histórica, sino de derecho. Los pueblos indígenas no pueden continuar esperando 200
años más para que se repare la expoliación a la que han sido sometidos. Las zonas que
habitan son las que más necesidad tienen de una promoción social, económica y cultural.
Creemos que el asiento de una universidad con estas características, a partir de la
formación de recursos humanos con sentido comunitario, productivo e identidad cultural,
intensificará la posibilidad de terminar con la impronta colonial con la cual se gestó la
Educación Universitaria. A partir de las políticas represivas intervencionistas de la última
dictadura este sesgo -que empezaba a ser cuestionado y revertido- se acentuó; y a pesar de
las reformas que lentamente se están llevando a cabo a partir de la reapertura
democrática y su consolidación, aún predominan las miradas y marcos de acción,
apoyados en perspectivas dictados desde los centros académicos hegemónicos europeos y
estadounidenses.
Sobre esta nueva base, será
posible articular la educación universitaria con las necesidades regionales y la
participación de las comunidades organizadas en la región. Este reconocimiento permite
contar con un aporte cualitativamente irreemplazable para la solución de los grandes y
urgentes problemas que hoy enfrenta la Argentina. Un Plan estratégico para el país no
puede dejar por fuera el pensamiento local y latinoamericano del cual estos pueblos son
parte constitutiva. Las matrices de pensamiento latinoamericano que hoy reivindicamos se
estructuran en torno al acervo cultural de estos pueblos. Es hora de reconocerlo y sobre la
base firme de ese reconocimiento, ampliar los marcos de educación universitaria de
nuestro país.
Como afirma Javier
Rodríguez Mir (2008)..."El movimiento indígena en América Latina impulsa una profunda
transformación de los estados nacionales que nos invita a abandonar el imaginario
monocultural del estado nación en pos de una sociedad pluricultural y pluriétnica más
justa y equitativa. Los esfuerzos de los pueblos indígenas han fructificado. Sin embargo,
los avances aún no son suficientes porque no es fácil revertir extensos procesos históricos
de opresión y sometimiento. También es hora de que
las sociedades nacionales y
sus estados realicen esfuerzos tendientes a lograr sociedades pluriculturales que respeten y
hagan cumplir los derechos que les compete a las sociedades nativas. No sirve de nada que
el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios se plasme en las
constituciones nacionales o en declaraciones universales si luego no se aplican y se
efectivizan. Es fundamental que los estados reconsideren sus políticas públicas en relación
a los pueblos indígenas para conformar sociedades más justas, equitativas y
democráticas".
De allí la importancia de
constituir una Universidad abierta a toda la población, organizada por comunidades
indígenas, con el sustento de sus cosmovisiones, desde la cual empezar a construir un
diálogo en paridad de estatus con las voces y el conocimiento producido en otros ámbitos.
El objetivo no es simplemente "permitir que reciban" el conocimiento científico, sino
garantizar la posibilidad de que sus conocimientos se expresen y se desplieguen en ámbitos
especialmente dedicados a la investigación y el estudio. Se trata de destinar recursos de la
Nación para que nuestros pueblos puedan ser reconocidos en tanto productores de un
conocimiento cuya validez y pertinencia social e histórica no deja de confirmarse:
escuchar la voz de nuestros pueblos ofrece oportunidades de transformación para los
problemas que tantas veces genera y no resuelve la ciencia occidental.
IV
Para comprender el alcance
del desafío, se hace necesario recordar la historia de Latinoamérica ... "que ha sido
fuertemente marcada por la conquista y colonización, con masacres, despojos de territorio,
desplazamientos y reorganización social y territorial de los pobladores originales de esta
parte del mundo..." (Mato, D; 2011; 67). La constitución de los estados nacionales optó,
en el último cuarto del siglo diecinueve, por perspectivas políticas que profundizaron el
ataque, a fin de lograr el exterminio físico y el aniquilamiento de toda reminiscencia de los
estilos de vida, las cosmovisiones y las prácticas organizativas de nuestros pueblos, con la
meta de desarrollar, "a través de sus políticas educativas y culturales, imaginarios
nacionales homogeneizantes, negadores de las diferencias" (Mato, op.cit.).
La fortaleza de estos pueblos
y de sus culturas hace que, a pesar de tanto sometimiento y agresión, persistan física y
simbólicamente, constituyendo una permanente base de riqueza y diversidad cultural. Sin
embargo, a pesar de la resistencia y capacidad creativa expresada en sus estrategias de
vida, "...las diferencias étnicas y raciales (...) continúan asociadas a inequidades moral,
económica y socialmente insostenibles" (Mato; op.cit).
Como reparación histórica
de esta realidad; y en reconocimiento de la diversidad que nos nutre, actualmente las
constituciones de la mayoría de los países latinoamericanos -entre los cuales se cuenta la
de la Argentina- reconocen a los pueblos indígenas derechos de idioma, identidad y otros
de carácter cultural; tienen además leyes específicas de protección a estos derechos, con
especial acento en cuestiones de territorio y educación. Así y todo, como dan cuenta
diversos autores de nuestros países, estas normativas aún tienen escasos efectos prácticos
(Mato, 2011. Además, Zafaroni y Guaymass, 2012; Guaymás, 2012; Binstock, G y M.
Cerrutti, 2010; Rodríguez Mir, 2008; entre otros).
V
En esta misma línea, y con el
objetivo de lograr revertir esta dificultad para "llevar a la práctica lo enunciado", en la
última década son importantes los avances del Estado argentino en el reconocimiento de
derechos en materia educativa en general, y en
particular la referida a las
poblaciones indígenas. Se ha creado la Modalidad Intercultural Bilingüe y se va
ampliando la cobertura de los niveles Inicial, Primario y Secundario. La Resolución
Ministerial 1119 del 12 de Agosto del 2010, reconoce al Consejo Educativo Autónomo de
Pueblos Indígenas (CEAPI), con función consultiva y de asesoramiento ante el Ministerio
de Educación de la Nación y el Consejo Federal Educativo para la planificación y gestión
de la Educación Intercultural Bilingüe. En la misma resolución, amparándose en el
artículo 52 de la ley Nacional de Educación 26.206, define a la Educación Intercultural
Bilingüe, como la "modalidad del Sistema Educativo de los Niveles Inicial, Primario y
Secundario que garantiza el derecho constitucional de los pueblos indígenas, conforme al
artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional, a recibir una educación que contribuya
a preservar y fortalecer sus pautas culturales, su lengua, su cosmovisión e identidad
étnica; a desempeñarse activamente en un mundo multicultural y a mejorar su calidad de
vida".
En concordancia con el
creciente reconocimiento de los derechos de este sector de la población, y para dar
respuesta a la demanda de numerosos jóvenes que desean continuar su formación, a
medida que se desarrolla la oferta educativa específica para los pueblos indígenas en los
niveles obligatorios de la enseñanza, implica necesariamente repensar el acceso al Nivel
Superior y Universitario. De hecho, la ampliación de los niveles de obligatoriedad de la
escolaridad, hace necesario trabajar en pos de la viabilidad y accesibilidad a la educación
superior a fin de valorar y dar continuidad a lo que el nivel medio representa como
alternativa. Tal como se cita en "Experiencias de Educación Artística, Cultura y
Ciudadanía", publicado por el Ministerio de Educación de la Nación referido a la
experiencia del Bachillerato Provincial N° 13, Comandante Luis Piedra Buena,
Departamento de Susques, Provincia de Jujuy: "...debido a las difíciles posiblidades de
cursar estudios de nivel superior, que involucran trasladarse a la ciudad y costearse una
carrera, muchos jóvenes no terminan sus estudios secundarios, bajo el pesimismo de 'para
qué me va a servir si después voy a terminar cuidando llamas' o en su defecto repiten año
a año el curso.
Si el Estado considera
relevante garantizar la educación de las comunidades indígenas atendiendo a la
preservación y fortalecimiento de sus pautas culturales, la oferta de una educación
superior universitaria que atienda a las mismas premisas, no puede continuar
demorándose.
A la hora de planificar y
garantizar su acceso a este nivel educativo, debe contemplarse que los pueblos indígenas
tienen una historia particularmente unida a sus territorios ancestrales. Respetar y valorar
sus identidades culturales, así como habilitar el "Buen vivir" y el "bien estar" económico
y social de las comunidades, implica que su inclusión en la educación universitaria pueda
realizarse en los territorios de pertenencia, minimizando sus movimientos migratorios. En
la actualidad estas comunidades llevan adelante un proceso de recuperación de su
autoestima y su dignidad; de visibilización de su historia, sus conocimientos, su cultura. El
desarraigo que implica la migración hacia otros contextos para completar estudios
superiores, atenta contra el indispensable intercambio generacional, sin el cual es grande
el riesgo de cristalizarse en el pasado o desentenderse de la historia. Javier Rodríguez Mir
(op cit) sostiene que "en las sociedades indígenas el territorio no se limita al valor
económico o la rentabilidad que pueda tener sino que trasciende a ámbitos sociales y
culturales más profundos".
VI
Según el documento
elaborado por Georgina Binstock y Marcela Cerrutti, con la asistencia de Claudia Stilman
(CENEP) "Los pueblos indígenas en Argentina y el derecho a la educación. Los niños,
niñas y adolescentes indígenas de Argentina: diagnóstico socioeducativo", basado en la
ECPI y publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en
mayo de 2010, el número de personas que en Argentina se reconoce como perteneciente a
un pueblo indígena asciende a 457.363; si a ellas se suman quienes no se reconocen, pero
sí son descendientes de primera generación, esta población asciende a 600.329 personas.
Se identificaron al menos 31 pueblos, los cuales se distinguen por su historia, cultura,
tradiciones y costumbres, organizaciones, formas de integración e interacción con el
mundo no indígena, y mantenimiento y utilización de su lengua nativa.
Estos pueblos se localizan a
lo largo y ancho del territorio argentino y el tamaño de cada uno hoy en día, de acuerdo
con su historia particular y su evolución a lo largo del tiempo, es significativamente
diferente. Los cuatro pueblos numéricamente más grandes son el mapuche (113.680
personas), el kolla (70.505), el toba (69.452) y el wichí (40.036); ellos concentran el 60%
de la población que en Argentina se reconoce como perteneciente a un pueblo indígena. El
diaguita (o diaguita calchaquí), el ava guaraní, el guaraní, el tupí guaraní, el mocoví y el
huarpe tienen poblaciones que varían entre 15.000 y 30.000 personas. Estos pueblos de
tamaño intermedio agrupan a una cuarta parte del total de indígenas de Argentina. La
población de los pueblos restantes oscila entre menos de 1.000 y 14.000 personas.
El porcentaje de
adolescentes indígenas entre 15 y 19 años que asiste a un establecimiento escolar alcanza
el 64,5%, siendo una proporción levemente inferior a la del conjunto de los adolescentes
del país (68,5%). Sin embargo, a diferencia de lo observado en la población infantil, el
nivel de asistencia varía de manera significativa entre los pueblos.
Los pueblos comechingón,
guaraní, huarpe, kolla y mapuche tienen tasas comparables, o incluso algo más altas, a la
de los adolescentes del país, entre el 64 y el 80%. Los adolescentes de los restantes pueblos
en cambio, tienen tasas de asistencia significativamente menores. Los mayores déficits se
detectan entre los adolescentes mbyá guaraní, pilagá, toba y mocoví, cuyos niveles de
asistencia van de un máximo del 46% a un mínimo del 33%, lo cual indica que, en el mejor
de los casos, uno de cada dos adolescentes de estos pueblos asiste a la escuela.
El siguiente cuadro sintetiza
la información referida a la situación educativa de diversas comunidades indígenas
asentadas en el país, tomando las provincias o regiones de mayor concentración
poblacional. En este sentido cabe destacar que existen comunidades que no están
reflejadas en el cuadro por lo que se puede estimar que los números son aún superiores.
Cuadro 1. Población indígena que reside en
comunidades indígenas y nivel de escolarización
obligatoria alcanzado, según pueblos
indígenas por Provincia con mayor concentración de residentes.
Es importante advertir que
estos datos pueden sufrir variaciones respecto de otras fuentes puesto que,
independientemente de los diferentes indicadores utilizados para realizar estas mediciones,
existe un elemento que escapa a cualquier instrumento: muchas de las personas
pertenecientes o descendientes de un pueblo indígena niegan esta pertenencia como una
forma de evitar la humillación que provoca. De allí que las cifras publicadas, en general
subestiman la realidad demográfica.
Aún con dicha
subestimación, estas cifras dan cuenta de una población numerosa, distribuida
ampliamente en todo nuestro territorio, con participación directa en los procesos
productivos, sociales, culturales y políticos de nuestro país; población que tiene necesidad
de participar también activamente en la generación de procesos académicos -de
formación, de investigación, de extensión regional de los conocimientos así generados.
Aún subestimadas, estas
cifras prueban la factibilidad y pertinencia de la creación de la Universidad Nacional
Intercultural de Pueblos Indígenas.
VII
La Provincia de Jujuy, zona
en donde se abrirá la Primera Sede Regional de la Universidad Nacional Intercultural de
pueblos indígenas, tiene un total de 406.150 habitantes mayores de 20 años, de los cuales
14. 544 (el 3,60%) cuentan con estudios universitarios completos. En la siguiente tabla se
puede comparar este porcentaje con el del resto de las Provincias, evidenciando la
ausencia de correlación entre cantidad de población, cantidad de la misma con estudios
universitarios completos y cantidad de universidades asentadas en su territorio.
Cuadro2. Población total por Provincia,
población con estudios universitarios completos y oferta universitaria
Elaboración propia en base a datos extraídos del INDEC.
Censo 2010 y del Anuario de estadísticas Universitarias 2010 publicado por el Ministerio de Educación de la
Nación.
De acuerdo a datos
extraídos de la página web del Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy (C.O.A.J),
existen en esa provincia siete pueblos indígenas: Kollas, Quechuas, Atacamas,
Omaguacas, Guaranies,Tilianes y Ocloyas. Los que tienen mayor población son
los Kollas, Omaguacas y
Guaraníes. Todos están organizados en doscientas dieciocho (218) comunidades con
personería jurídica y aproximadamente otras cien (100) en trámite.
Gráfico 1.
Fuente: COAJ
La distribución de la
población general -incluido en ese total la población indígena- en los departamentos de la
provincia de Jujuy, da cuenta que muchos de estos distritos poseen escaso número de
habitantes. Esta situación amerita poder generar una organización académica dinámica y
móvil, que pueda cubrir la efectivización del derecho a la educación maximizando los
recursos a invertir. Por tal motivo, la regionalización de la oferta acercándola a los
potenciales demandantes se presenta como una forma adecuada que posibilita solucionar
el problema que se presenta entre las relaciones de distancia, cantidad de población y
garantía al acceso a la educación. El gráfico 2 muestra la cantidad de población por
Departamento de la Provincia.
Gráfico 2
Fuente:INDEC
En esta provincia existen
establecimientos educativos de nivel primario, nivel secundario, nivel terciario y nivel
Universitario. Sin embargo estos centros educativos por lo general
se encuentran alejados de
las comunidades, por lo que las personas indígenas deben emigrar a dichos centros para
poder acceder a los servicios a educación.
Al referirse a la
problemática del acceso a la educación para los pueblos indígenas en la provincia de
Jujuy, el COAJ señala que éste es inadecuado, por dos motivos principales. En principio,
la ubicación de los establecimientos dificulta concretamente la llegada de los alumnos a
ellos. La distancia en la zona de puna, quebrada y espacios rurales, hace que muchos
niños tengan que recorrer varios kilómetros para llegar a una escuela primaria. De
acuerdo a una encuesta realizada por esta organización, el 43,7% de los alumnos de la
escolaridad primaria, recorren entre 1 a 5 km., el 32,2% tiene la escuela en su comunidad,
8,0% dice que la escuela está entre 6 a 10 Km., el 11,5% de 11 a 20 Km. El 2,3% entre 21
a 50 Km., 1,1% más de 50 km. Esto sucede con la cobertura del nivel primario, que es el
más extendido; a medida que aumenta el nivel de educación, se complejiza el acceso pues
se alargan las distancias.
Pero además, una vez que
los niños, niñas y adolescentes logran llegar a ellas, las escuelas no tienen una enseñanza
sobre la causa indígena, contribuyendo con la humillación que significa la invisibilización
de sus conocimientos y el ocultamiento de sus identidades. La impostergable
transformación de esta realidad requiere pensar la educación en un sentido amplio de un
modo nuevo, en que la visión y cosmovisión de los pueblos indígenas sea reconocida como
matriz fundante de nuestra cultura y nuestra perspectiva social general, en proyección a
Latinoamérica y el mundo.
VIII
Este pensamiento, ya ha
comenzado a circular, a construirse, a tomar cuerpo y forma, a través del trabajo de
muchas organizaciones sociales y políticas propias de los pueblos indígenas de la región y
del país. Estas "...son muy heterogéneas, como consecuencia tanto de los muy diversos
pueblos de los que emergen, como de las diferencias de los contextos nacionales y de sus
relaciones con los respectivos Estados, y otros actores sociales, así como de los idearios de
sus respectivos liderazgos. Reconocer esta heterogeneidad es fundamental para valorar
apropiadamente las iniciativas en educación superior que han impulsado organizaciones y
sectores particulares de estos movimientos sociales.
"Más allá de esas
diferencias, en general puede constatarse que ante la vigencia de 'relaciones
interculturales inequitativas de hecho', las organizaciones indígenas (...) suelen proponer
visiones de mundo, propuestas y políticas de 'interculturalidad con equidad', a partir de
las cuales han luchado por reformas legales, incluso constitucionales, que tiendan a hacer
posible la materialización de esa consigna."(Mato, op.cit.; 69)
En nuestro país hay un
grupo cada vez más amplio de investigadores y sabios comunitarios que ofrecen una
mirada crítica y constructiva sobre nuestra realidad en este sentido así como de jóvenes
que se agrupan buscando el modo de ser protagonistas de la transformación aún
pendiente. Fruto de esta organización creciente, hubo en el 2012 en la provincia de Chaco,
un Encuentro de agrupaciones de jóvenes indígenas estudiantes de las Universidades
Nacionales del país. Los temas que se plantearon en debate, reflejan la magnitud de las
tensiones que, venidas desde lo profundo de nuestra historia, son aún presentes. Giran
entre otros ejes, en torno a la disyuntiva entre "inclusión con subordinación",
"participación con autodeterminación en las universidades públicas" o creación de
"universidades indígenas autónomas"; y plantean la importancia y urgencia de "crear
currículums indígenas para las diversas carreras universitarias (lo que supone: ingresar
autores indígenas, historia indígenas, pensamientos indígenas, medicina indígenas, etc.)".
Respecto de la permanente invisibilización del valor de las culturas
indígenas, se preguntaron
"por qué se utiliza aún hoy la estrategia de la negación y ocultamiento del origen indio
ante el histórico sistema racista argentino", reconociendo que "también se destaca la
existencia de otros muchos que reivindicamos nuestro origen indio" (Primer Encuentro de
Estudiantes Universitarios de Pueblos Originarios; 2012).
Este proyecto encuentra en
esas voces y organizaciones, actores protagonistas de la Universidad que se propone
crear.
IX
La propuesta es abrir una
nueva Universidad que vaya más allá de permitir la inclusión de individuos únicamente
como sujetos de aprendizaje; aunque esto constituye un avance desde ciertos puntos de
vista, no supone que en los programas de estudio y líneas de investigación se incluyan
"...tanto las historias, lenguas, y saberes de esos pueblos, como sus necesidades,
demandas y propuestas sociales, políticas y económicas, para sí mismos y para las
sociedades nacionales de las que forman parte" (Mato, op.cit., 79). Tampoco evita que
sigan estando ausentes como responsables en las aulas, de la generación y transmisión de
sus conocimientos.
La llamamos
"Intercultural", porque su propósito más hondo es generar conocimiento y debate desde
las cosmovisiones de pueblos que afirman la importancia de las diferencias y la necesidad
de que los Estados se reconozcan como expresión de sociedades pluriculturales (y no que,
desde la "visión oficial" de mundo, a penas "dejen entrar" otras perspectivas, tratándolas
siempre como subalternas, menores, "de las minorías"); así pensada, la interculturalidad
representa un modo de construir conocimiento que alberga el doble desafío de profundizar
y desplegar el conocimiento propio de las cosmovisiones indígenas en diálogo dinámico y
horizontal con el que hasta ahora viene produciendo la ciencia occidental, y todo otro
marco teórico, epistémico, cultural.
"Así el valor transformador
de las experiencias de educación superior impulsadas por organizaciones indígenas no
solo debe verse en términos de su papel para formar cuadros técnicos, profesionales y
políticos (cosa que sin duda todos los movimientos sociales requieren ...) sino también con
referencia a su capacidad de facilitar una reflexión crítica sobre las sociedades
contemporáneas y sus posibilidades futuras. Contrario a lo que prejuiciosamente suelen
afirmar algunos sectores, esta crítica no suele formularse desde puntos de vista que
implican 'retornos al pasado', sino a partir de propuestas de futuro que buscan asegurar
no solo la sostenibilidad ambiental, sino también la social, y en general más y mejor
democracia, y mejor calidad de vida" (Mato, op. cit., 79).
X
Para concluir esta
fundamentación, recordamos que en nuestro país existen antecedentes de Universidades
que han respondido a un particular sector de la población, con el objetivo de hacerlo
partícipe y hacedor de las grandes transformaciones que son necesarias para lograr una
patria más justa e inclusiva. Citamos la creación de la Universidad Obrera Nacional, la
cual, en el artículo 10 de la ley de creación, destacan entre sus fines: a) La formación
integral de profesionales de origen obrero destinados a satisfacer las necesidades de la
industria nacional; b) Proveer la enseñanza técnica de un cuerpo docente integrado por
elementos formados en la experiencia del taller íntimamente compenetrada de los
problemas que afectan al trabajo industrial [...]; c) actuar como órgano asesor en la
redacción de los planes y programas de estudio de los institutos inferiores [...] d) Asesorar
en la organización, dirección y fomento de la industria, con especial consideración de los
intereses nacionales [...]. (PINEAU, DUSSEL: 1995, 147; en Malatesta, 2008)
Alicia Angélica Malatesta
(op. cit.) señala que la creación de una universidad de estas características debe
entenderse en el contexto histórico, político, económico e ideológico de la época y resalta
que "uno de los pilares del discurso ideológico del peronismo se halla conformado por la
presentación de sí mismo como una matriz hacedora de un nuevo presente y de un nuevo
porvenir para el conjunto de los argentinos. Se concibe que es deber del Estado asegurar
la gratuidad, universalidad y la extensión de la cultura y educación a las grandes
mayorías, tal como se expresa en la Constitución del año 1949 y en el Segundo Plan
Quinquenal". Y cita a Juan Domingo Perón en su pensamiento sobre los estudios
universitarios: "Nos parece que ninguna labor puede ofrecer un carácter más democrático
que la de hacer asequibles los estudios superiores aún a las clases más modestas"
(PERÓN, 1973: 252; en Malatesta op. cit.). La autora, también destaca las innovaciones
pedagógicas que conllevó el poner en marcha una universidad que se adaptase a las
características de los trabajadores y que permitiese que los saberes de éstos se potencien
en ella, en lugar de diluirse en aprendizajes descontextualizados.
Este ejemplo da cuenta de la
importancia que revisten las propuestas dirigidas específicamente a un sector
históricamente postergado, en pos de la superación de desigualdades que limitan la
democratización del conocimiento y demoran la universalización del derecho a la
educación.
Pero la implicancia de una
Universidad Nacional Intercultural de pueblos Indígenas es aún mayor, pues con su
creación no solo estaríamos avanzando hacia una educación más justa y democrática, sino
que estaríamos trabajando en pos de la reparación histórica de estas poblaciones ya que,
"la preexistencia de las comunidades indígenas al Estado nación las convierte en blanco
directo de la herida colonial" (Colectivo Rescoldo; 2013). Para revertir esta situación y
hacer de las Universidades un espacio de confluencia del pensamiento propio de la Patria
grande, Ecuador, Bolivia, México, Chile y Perú ya tienen en marcha proyectos de esta
índole, de los cuales se nutre éste que aquí se fundamenta. Reconociéndoles un espacio
propio, caminando en una dirección que repare esa herida, abriendo las puertas de la
universidad a una matriz de conocimientos que nos identifica culturalmente en el mundo.
Como expresa el Presidente
de la República de Bolivia Evo Morales Ayma, en el decreto supremo Nº 29664 de creación
de las Universidades Indígenas Bolivianas Comunitarias Interculturales Productivas de
Bolivia, en nuestra región, la educación universitaria, "aún está dominada por un
principio monocultural que invisibiliza y descalifica el conocimiento y comprensión de la
realidad que ha producido, a lo largo de siglos, el mundo indígena; (...) la incorporación
de jóvenes indígenas en las universidades públicas y privadas ha significado procesos de
alienación y pérdida de identidad cultural, la priorización de los intereses individuales y
una visión predominantemente comercial del conocimiento (...) no existe en la educación
universitaria una formación en nuestros idiomas ancestrales y menos se ha desarrollado
una pedagogía con base indígena."
También Daniel Mato en la
página 68 del texto citado, en el cual se analiza especialmente el acceso a la educación
universitaria de jóvenes de poblaciones indígenas del continente, afirma:"... las
posibilidades efectivas de individuos indígenas (...) de acceder y culminar estudios en IES
"convencionales" resultan alarmantemente inequitativas, debido a diversas causas
asociadas a las historias largas de discriminación y a las condiciones estructurales de
desventaja en que éstas se expresan en la actualidad".
Hoy, América Latina se
propone a sí misma como una región diferente, particular, con una pluralidad de raíces, en
la que convergen matrices profundas, sólidas, potentes en tanto opción de futuro. Esta
diversidad debe ser respetada y fortalecida, porque en ella reside su
fuerza fundamental para
proyectarse en el escenario mundial. Nos encontramos ante un nuevo desafío histórico,
América vuelve a mirarse a sí misma y a retomar el camino que truncaron sus enemigos
históricos. Necesita definirse, como una civilización emergente (Colombres, 2004),
develando y desarrollando las matrices culturales que la distinguen de otras civilizaciones.
Los pueblos indígenas vuelven a decir acá estamos, somos parte constitutiva de esta
América, tenemos qué decir, tenemos qué aportar.
Como ya hemos recordado,
en este camino, varias Constituciones han definido a sus Estados como plurinacionales,
multiculturales y plurilingües. Escuchar el nuevo tiempo es una meta que nos debemos
como argentinos y como americanos.
Por todo lo expuesto solicito
a mis pares acompañen este proyecto.
BIBLIOGRAFÍA
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Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
ARGUMEDO, ALCIRA SUSANA | CIUDAD de BUENOS AIRES | MOVIMIENTO PROYECTO SUR |
CARDELLI, JORGE JUSTO | CIUDAD de BUENOS AIRES | MOVIMIENTO PROYECTO SUR |
VIDELA, NORA ESTHER | SAN LUIS | FRENTE PERONISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
EDUCACION (Primera Competencia) |
POBLACION Y DESARROLLO HUMANO |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
16/09/2014 | INICIACIÓN DE ESTUDIO | Aprobado sin modificaciones con dictamen de mayoría y dictamen de minoría |
04/12/2014 | CONTINUACIÓN DE ESTUDIO | Aprobado sin modificaciones con dictamen de mayoría y dictamen de minoría |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | SOLICITUD DE SER COFIRMANTE DE LA DIPUTADA VIDELA NORA (A SUS ANTECEDENTES) |