PROYECTO DE TP
Expediente 5139-D-2014
Sumario: CONSULTA POPULAR VINCULANTE SOBRE EL PAGO O NO DE LA DEUDA EXTERNA.
Fecha: 01/07/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 77
El Senado y Cámara de Diputados...
Art. 1°: El Congreso Nacional convoca
a una Consulta Popular Vinculante (Referéndum) al pueblo de la Nación Argentina
a fin de votar si está de acuerdo o no con la fórmula que se plantea en el artículo
2° de esta Ley.
Art. 2°: ¿Acuerda Usted con la
suspensión del pago de los Bonos que componen la totalidad de la deuda externa
argentina, hasta tanto se realice una auditoría integral que determine si existe o no
usura y negociados en la misma, que atentan contra los intereses del Pueblo y de
la Nación Argentina?
A favor o En contra.
Art. 3°: Esta Consulta Popular será
vinculante y deberá realizarse dentro de los 60 días corridos de haberse aprobado
la presente Ley.
Art. 4°: Se utilizarán los
procedimientos que reglamentan (Ley 23.532) la Consulta Popular, avalada por la
Constitución Nacional, en lo que respecta a los términos del Código Nacional
Electoral y la financiación por el presupuesto nacional de este proceso
electoral.
Art. 5°: De forma
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El veredicto de la Corte
Norteamericana ha puesto de manifiesto, una vez más, el sometimiento completo
de los gobiernos de las últimas décadas al capital financiero internacional,
permitiendo una sangría permanente de los recursos nacionales, a través de la
generación de una deuda externa constante e impagable. Después de 40 años de
haber pagado varias veces esta hipoteca colonial, compuesta fuertemente por
acumulación de intereses usurarios, la deuda argentina alcanzaría los 300.000
millones de dólares, si se incluyera ahora el pago a los fondos buitre, que el
gobierno de Cristina Kirchner se manifiesta dispuesto a pagar integralmente.
Un gobierno que sólo puede pagar
deuda con más deuda está en virtual cesación de pagos. El actual Gobierno ha
devuelto a la Argentina a esa condición, no por el desconocimiento de las deudas -
como dicen algunos de sus opositores-, sino por haber convalidado todas las
hipotecas que dejaron los gobiernos anteriores y la que generó este mismo
gobierno. Estamos en un nuevo tramo final, por cuarta vez (1982, 1989, 2001/2),
hacia una crisis que implica otra enorme sangría nacional, que ya estamos
pagando con recesión económica, inflación, tarifazos, despidos, suspensiones, un
tercio de la población bajo la línea de pobreza, un 35% de trabajadores en
negro
La política de desendeudamiento, que
publicitó el Gobierno, constituye una farsa. La quita impuesta a los bonistas en los
canjes 2005 y 2010 terminó siendo compensada por el cupón PBI; a ello, se suma
el pago en efectivo al FMI con reservas del Banco Central, y, más recientemente,
el resarcimiento usurario a Repsol, al Club de París y las privatizadas del CIADI. En
el medio cambió la composición de la deuda. Gran parte de la deuda externa ha
sido transferida a la Anses y el Banco Central, generando una enorme deuda
interestatal, afectando los fondos de los jubilados y los recursos nacionales.
El supuesto "cierre" de la cuestión de
la deuda, a través del pago a los fondos buitre, en realidad, terminará "abriendo"
otro ciclo interminable de litigios, que pondrá en cuestión el
objetivo del gobierno y de la clase
capitalista argentina, de reabrir un nuevo ciclo de endeudamiento. Esto porque el
arreglo con los fondos buitre choca con la cláusula que obliga a extenderle a los
titulares de los bonos ´reestructurados´ en 2005 y 2010 los beneficios superiores
que obtuvieran otros acreedores. En esas condiciones, el pago del 100% de la
deuda a los buitre dispararía demandas judiciales del 93% que entró al canje por
una cifra impagable, estimada por el abogado Marcelo Etchebarne en 500 mil
millones de dólares. La aplicabilidad o no de esa cláusula (RUFO), por tratarse de
una sentencia judicial y no de un arreglo voluntario, será motivo de litigio con toda
seguridad.
La oposición tradicional, por su lado,
está con el pago de la deuda usuraria. La misión de legisladores de la oposición a
los EEUU, PRO, Faunen, Frente Renovador, Compromiso Federal caucionó todo el
proceso que conduce a este nuevo ciclo de endeudamiento y potencial cesación de
pagos. Eso cuando el Congreso ha sido obviado para el tratamiento del arreglo con
el Repsol, Club de París, y ahora con los fondos buitre. La negociación carece de
mandato del Congreso y si en el futuro llega a tratamiento, será, como en el caso
de Repsol, nuevamente una extorsión a partir de un acuerdo cerrado a espaldas
de los representantes del pueblo.
Rechazamos el intento oficial de
arreglo con los fondos buitre, que terminará de cargar al país con una hipoteca
que pagarán trabajadores y jubilados y en última instancia conducirá a otro defol.
Pero a su vez, no apoyamos un defol dictado por el gobierno kirchnerista. Esa
cesación de pagos sería un arma contra los trabajadores: el kirchnerismo se valdrá
de una pretendida "unidad nacional contra los buitre" para imponer un ajuste en
regla, ello, mientras se acentúa la fuga de capitales. El defol de otro gobierno
basado en los grandes grupos económicos, como éste, ya fue practicado por
Rodríguez Saa en 2001: sirvió de excusa para una gigantesca confiscación social,
al cabo de la cual Kirchner y Lavagna reanudaron el pago de la deuda.
La salida a esta situación es
comprender que el pago de toda esta deuda usuraria es incompatible con el
desarrollo del país. Lo prueban, por la negativa, los gobiernos que se han
empeñado en pagarla e indefectiblemente terminaron en defol, luego de haber
dilapidado decenas de miles de
millones de dólares e incrementando, otra vez, la deuda. Planteamos la suspensión
inmediata del pago de la deuda para su investigación. Recordemos que en su
origen, el gigantesco crecimiento de la deuda en 1982, operado por
la dictadura bajo el dictado de
Domingo Cavallo y José Alfredo Martínez de Hoz, fue resultado en su abrumadora
mayoría de una estatización de deuda privada mediante un seguro de cambio a
favor de los capitanes de la industria de la época, varios de los cuales son ahora
cruzados de la nueva fase de endeudamiento. Luego, la deuda pegó otro salto con
el megacanje, mediante intereses sobre intereses, lo que caracteriza la naturaleza
usuraria de la deuda que nos ha conducido a sucesivas cesaciones de pago.
Nuestra política no es la cesación de
pagos de los capitalistas, que apunta a rediscutir con los propios usureros las
condiciones para reanudar el pago de la deuda. Estamos por su desconocimiento
en el marco de una reorganización social integral, que sólo puede ser emprendida
por un gobierno cuya base social sea la mayoría trabajadora nacional. La primera
cuestión es que la deuda debe ser pagada por los propios bancos y compañías
exportadoras y monopolios industriales que lucraron con el negocio de los bonos
soberanos: para ello, planteamos la apertura integral de todos los libros de bancos
y grandes empresas, lo que demostrará que una parte fundamental de la llamada
deuda externa se basa en operaciones de fuga de capitales y autopréstamos, o
sea, el reingreso de fondos que están contabilizados como deuda contra el país.
De esa forma, quedará de manifiesto el carácter fraudulento de la hipoteca que el
país viene pagando en las cuatro últimas décadas.
En segundo término, planteamos un
plan económico y político que sea elaborado en un congreso de trabajadores. Ese
plan debe disponer del ahorro nacional, lo que exige de la nacionalización de la
banca y del comercio exterior para poner fin a la fuga de capitales, y establecer
una reindustrialización del país sobre nuevas bases sociales. Por lo tanto, y en
tercer lugar, abordamos la crisis de la deuda como una cuestión de poder, cuya
salida plantea una gestión anticapitalista por parte de un gobierno de trabajadores.
El desconocimiento de la deuda
plantea la cuestión del fondo de garantía del Anses, un "acreedor" que resultaría
severamente afectado por ese repudio. Sin embargo, debemos explicar que la
gestión de la economía por parte de la clase obrera restituirá el 82% móvil a los
jubilados como derecho, y para ello contaremos con los recursos que quedarán
liberados del pago de la deuda. Igualmente, serán respetados todos los pequeños
ahorristas que fueran tenedores de bonos, mayoritariamente en manos de la gran
banca y grupos económicos y financieros.
Por todo lo expuesto ponemos a
discusión del Congreso de la Nación un referendo de carácter vinculante en los
términos del artículo 40 de la Constitución Nacional. Rechazamos que el pueblo
trabajador y contribuyente sea una vez más el pato de la boda en la crisis creada
por grupos económicos y los partidos políticos que gobiernan para ellos. Y,
mediante el referendo propuesto en los artículos de esta ley sometemos a la
voluntad popular una decisión que toma el grupo gobernante sin mandato popular
y sin siquiera discusión en el Congreso, pero que afectará a los ciudadanos
comprometiendo el presente y futuro de todos los argentinos.
Por lo expuesto planteamos el
referendo en relación a la totalidad de la deuda, no solamente por el diferendo con
los llamados fondos buitres. Por lo tanto, estamos reclamando una deliberación
nacional sobre la cuestión de la deuda considerada en su conjunto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
PITROLA, NESTOR ANTONIO | BUENOS AIRES | FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES |
LOPEZ, PABLO SEBASTIAN | SALTA | FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ASUNTOS CONSTITUCIONALES (Primera Competencia) |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |