La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su mas enérgico repudio a las agresiones sufridas la semana próxima pasada por el Titular del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical y Senador de la Nación D. Gerardo Morales, como asimismo por el diputado de la Nación D. Miguel Ángel Giubergia y los Auditores de la Nación Leandro Despouy y Alejandro Nieva, en la provincia de Jujuy, producto de la intolerancia de sectores antidemocráticos, que intentan instalar un clima de violencia ante la presencia de voces opositoras.

Señor presidente:

Son de público conocimiento las agresiones sufridas por el Titular de la Unión Cívica Radical y Senador de la Nación, Dn. Gerardo Morales como asimismo por el diputado de la Nación D. Miguel Ángel Giubergia y los Auditores de la Nación Leandro Despouy y Alejandro Nieva, en la provincia de Jujuy.

Si bien parte de la dirigencia política ha manifestado su rechazo ante las acciones violentas de sectores que tratan de imponer la intolerancia y el miedo, la magnitud de los hechos requiere de un repudio de este Cuerpo en su conjunto, ya que debemos dar a la sociedad toda un claro e inequívoco mensaje de rechazo a toda forma de violencia e intolerancia que atente contra el sistema democrático.

Deben arbitrarse los mecanismos institucionales para promover el diálogo, el consenso y la tolerancia, con mensajes claros e indubitables, para no generar discursos ambiguos y parciales.

Políticas de confrontación, como asimismo la falta de diálogo entre los sectores de gobierno y la oposición, generan un mensaje claro sobre una metodología impuesta a la hora de llevar adelante la gestión de gobierno.

El clima de violencia impuesto sólo genera más hechos de violencia, lo que se agrava cuando no hay decisión clara de los órganos de gobierno respecto del repudio y la merecida sanción a sus responsables.

Las agresiones sufridas por el titular de un partido político y demás funcionarios de la Nación, requieren, dentro del sistema democrático de gobierno, el máximo repudio, ya que entendiendo al consenso y la libertad de expresión como pilares esenciales del sistema democrático, son la garantía constitucional de su vigencia.

Por estas razones y las que se expondrán al momento de su tratamiento, es que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de Declaración.