El Senado y Cámara de Diputados...

ARTÍCULO 1º: Instituyese el día 20 de Octubre de cada año como el Día Nacional de la "Carrera de Hermandad Latinoamericana"

ARTICULO 2º: De forma.

Señor presidente:

Filosofía, Política e Historia conjugan a la hora de definir Que es el Ser Nacional y cómo es deseable se exprese en el marco del subcontinente americano, universo humano y geográfico dotado de características inhallables en cualquier otra región del mundo.

Misma lengua en hermandad con idiomas originarios, misma religión con empoderamientos culturales de adaptación según regiones, misma época de emancipación colonial, mismas razas, originarias, latinas y afro americanas y mismos anhelos de libertad y justicia social, en un hábitat exuberante de recursos naturales: agua potable, energía, alimentos, minerales y una completa biodiversidad.

Sin embargo, la diáspora impuesta en el S XIX por la potencia imperial de entonces fragmentó a esta gran Nación bolivariana y sanmartiniana, en diez países cual compartimentos estancos y pueblos sumidos en pobreza estructural con elites cómplices del secular saqueo a sus recursos naturales y riquezas, proceso que -salvo excepciones- recién en los albores del tercer milenio, comienza a revertirse con la voluntad de gobiernos dispuestos a transitar el camino de los vínculos fraternos hacia el origen-destino común. Doble merito el de esa voluntad, toda vez que la cultura global trajo como rémoras una sublimación del individualismo mas descarnado y la tramposa dicotomía éxito/fracaso como única valoración de las acciones de los hombres, sin adentrarnos en los corsé impuestos por el sistema económico financiero mundial cuya toma de decisiones es mayoritariamente extraterritorial y exógeno a los intereses del pueblo sud americano.

Y en el transito hacia la hermandad latinoamericana, hacia la gran nación del sur, es menester generar y poner en valor acontecimientos sociales, culturales, deportivos, tecnológicos, económicos, en suma, políticos, que impulsen y reimpulsen el sentimiento de hermandad y paz que debe resultar distintivo de la America del Sur aportando al fortalecimiento permanente de la voluntad expresada por los Presidentes y gobiernos de cada país.

Así como el 20 de Octubre de 1948,(¡ hace más de 60 años !), se inicio en Buenos Aires un evento deportivo automovilístico -el Gran Premio de la América del Sur- que unió a siete capitales de naciones sudamericanas, Buenos Aires-La Paz- Lima-Quito-Bogotá-Caracas y Santiago de Chile, desde una avanzada concepción de hermandad política expresada por los Presidentes de entonces; resulta absolutamente necesario recrear -en este tiempo- aquella

gesta deportiva que, como un hito, señala la dirección histórica por donde es deseable transitar de consuno, con mismos objetivos en mismos tiempos.

Aquel hecho quedó grabado en la conciencia colectiva como la Buenos Aires-Caracas, considerada la carrera más larga del mundo y recibida en cada rincón, en cada paraje, pueblo o ciudad que atravesó, como un mensaje de paz, amistad y hermandad entre naciones hermanas.

Y si hay una creación humana emblemática de la civilización contemporánea, nada como el motor de combustión resulta tan representativa. Desde los primeros vehículos del S XIX, hasta los actuales sofisticados instrumentos de propulsión a hidrógeno, todos confluyen en el motor como paradigma del avance arrollador de la tecnología durante el Siglo XX y nuestro tiempo. Sin embargo el motor ha equipado innumerables veces a vehículos de muerte, de guerra; sembrando destrucción en el mundo.

Vale entonces la intención de rescatar al motor como instrumento para la paz universal, para llevar a todos los rincones de nuestra geografía sud americana un mensaje de solidaridad, justicia y amor como pre requisitos para la paz entre los hombres y los pueblos. Y aquella gesta deportiva, social y tecnológica de hace 60 años ha resultado ser el intento más acabado de poner a los motores al servicio de la Paz.

Ese mensaje, ese espíritu, esa comunión de pueblos debe renovarse conjugando en una sinergia patriótica, con el bicentenario de la emancipación, no sólo de Argentina, sino de los demás países de nuestro sub continente.

Por todo ello, el 20 de Octubre de cada año debe instituirse como el día de los Motores de la Paz toda vez que aquel acontecimiento, disparado desde lo deportivo, concitó la atención de todos los sectores y actividades de los países que fueran escenarios del mismo. Todos una misma atención, una misma pasión en simultáneo. Aquel emprendimiento tan significativo de unión entre los pueblos, perdura en el recuerdo hasta nuestros días.

La Argentina aportó en la única edición de 1948, figuras de gran renombre internacional, tales como Juan Manuel Fangio, los hermanos Gálvez, Domingo "Toscanito" Marimón, Froilán González, Eusebio Marcilla "El Caballero del Camino", Ernesto Blanco y tantos otros deportistas de enorme significación. Así también el resto de los países del cono sur aportaron a sus mejores hombres y tecnologías. Todos los medios de la época reflejaron amplia y entusiastamente tal hecho inédito que, como se expresó, fuera totalmente bienvenido por los pueblos de cada país.

Recrear aquella gesta y poner en valor al 20 de Octubre es también, un acto de respeto a la memoria de quienes imaginaron e hicieron posible con su participación, dar un paso hacia el destino de hermandad de nuestros pueblos.

Es por lo expuesto que solicito el acompañamiento de los señores Diputados para la aprobación del presente proyecto.