PROYECTO DE TP
Expediente 5074-D-2013
Sumario: EXPRESAR REPUDIO POR LA CONTINUACION DE LA CONSTRUCCION DE ASENTAMIENTOS ISRAELIES EN TERRITORIO PALESTINO.
Fecha: 03/07/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 82
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Expresar el más enérgico repudio por
la continuación de la construcción de asentamientos israelíes en territorio
palestino, acción que viola abiertamente al Derecho Internacional y a los Derechos
Humanos.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La construcción de asentamientos
ilegales israelíes en Palestina es una política que Israel lleva a cabo en forma
constante desde 1977, si bien los primeros casos documentados datan de 1967. En
1979, el Consejo de Seguridad, en su Resolución 446, por primera vez declaró su
ilegalidad, de acuerdo al artículo 47 del Cuarto Convenio de Ginebra (1) :
"[El Consejo de Seguridad] 1. Declara
que la política y las prácticas de Israel de crear asentamientos en los territorios
palestinos y otros territorios árabes ocupados desde 1967 no tienen validez legal y
constituyen un serio obstáculo para el logro de una paz completa, justa y duradera
en el Medio Oriente;
(...) 3. Exhorta una vez más a Israel,
en su condición de Potencia ocupante, a que respete escrupulosamente el
Convenio de Ginebra relativo a la protección de personas civiles en tiempo de
guerra, de 12 de agosto de 1949, a que rescinda sus medidas anteriores y a que
desista de adoptar medida alguna que ocasione el cambio de estatuto jurídico y la
naturaleza geográfica y que afecte apreciablemente la composición demográfica de
los territorios árabes ocupados desde 1967, incluso Jerusalén, y, en particular, a
que no traslade partes de su propia población civil a los territorios árabes
ocupados." (2)
Sin embargo, Israel hizo caso omiso,
por lo cual el Consejo de Seguridad debió volver a insistir con las resoluciones RES-
452-S de 1979 y RES-465-S de 1980, alentando a Israel a que "6. (...) desmantele
los asentamientos existentes y, en especial, a que ponga fin urgentemente al
establecimiento, la construcción y la planificación de asentamientos en los
territorios árabes ocupados desde 1967, incluso Jerusalén" (3) y exhortando a
terceros países a no prestar a la potencia ocupante ninguna asistencia que pudiera
dirigirse hacia la construcción de asentamientos (4) .
A pesar de estos antiguos
antecedentes, Israel no ha detenido la usurpación de territorio palestino. Siendo la
detención de los asentamientos ilegales una exigencia clave e indeclinable de
Palestina para la reanudación de las negociaciones por la paz, la negativa de Israel
a responder a estos reclamos resulta doblemente preocupante.
En Cisjordania, lo habitual es que
estos asentamientos se construyan en lugares estratégicos para la ocupación: en
la cima de montañas, desde donde obtener un buen control sobre el territorio
palestino, o cerca de ríos o vertientes. En la actualidad, el 60% de ese territorio se
encuentra ocupado o afectado por asentamientos, así como el 86% del Valle del
Jordán y del Mar Muerto, separando a los palestinos de sus recursos hídricos.
Desde 1967 se han establecido 250
asentamientos, en los cuales el porcentaje de crecimiento de la población es mayor
que en el territorio puramente israelí, siendo en los territorios ocupados esta tasa
del 5,3% anual contra un 1,8% anual en Israel (5) . Se calcula que son más de
360 mil los colonos israelíes que viven en Cisjordania, más otros 200.000 en
Jerusalén este, la cual Israel se anexionó en forma ilegal, de acuerdo a la
comunidad internacional.
En los últimos años la construcción de
asentamientos ha aumentando exponencialmente. En el año 2011 se construyó un
38% más que en 2010, y en noviembre de 2012, el Ministro de Finanzas de Israel
Yuval Steinitz admitió haber aumentado el doble el presupuesto destinado a
construcciones, aunque en un modo de "bajo perfil, para evitar que partidos tanto
en Israel como en otros lugares abortaran el movimiento" (6) .
Recientemente, en junio de 2013, el
"Comité de Licencias" del municipio ocupado de Jerusalén aprobó la construcción
de 69 viviendas nuevas en el asentamiento conocido como "Abu Gneam"; 900
unidades más en las montañas de Hebrón; se confiscaron 380 hectáreas de tierra
al pueblo Kufor Kalil en la provincia de Nablus (Palestina) y se avisó a los
habitantes de Silwan, Jerusalén, que deben abandonar sus casas porque serán
demolidas. Estos dos últimos son pasos previos a la construcción de
asentamientos.
Al igual que la construcción del Muro,
los asentamientos en territorio ocupado dividen a las comunidades palestinas,
separando familias y afectando el derecho a la auto determinación del pueblo
palestino, a la vez que intenta separar a Jerusalén de la frontera con Palestina. Los
colonos israelíes se adueñan del territorio no solo asentándose en él, también
realizando acciones violentas contra los palestinos que aún permanecen en sus
casas, a plena luz del día y con presencia militar israelí. Las estadísticas
demuestran fehacientemente que la mayor parte de los arrestos "administrativos"
de ciudadanos palestinos se realizan en las áreas en las que Israel ha hecho
asentamientos.
La violencia y la intimidación buscan
lograr que los palestinos abandonen definitivamente un territorio que legalmente
les corresponde (7) . Desde el año 2010, es ascendiente la tendencia a agredir a
niños que salen de escuelas situadas en o cerca de los territorios ocupados.
También es usual la destrucción de árboles de olivo, llegando en el año 2012 a los
7500 olivos destruidos o quemados.
Es ampliamente conocido el hecho de
que los palestinos sufren muchas restricciones al movimiento que pueden realizar
dentro de sus ciudades: los check points se ubican aleatoriamente, incluso delante
de escuelas, separando a personas de sus trabajos, numerosas calles solo pueden
ser atravesadas por israelíes y otras tantas son cortadas a la circulación. Estas
restricciones, aleatorias como parecen, en realidad están destinadas a limitar la
libertad de movimiento de la población original, protegiendo así los asentamientos
y sus alrededores, asegurando áreas para la futura expansión de Israel y
mejorando la conectividad entre asentamientos. Aún más grave es cuando estas
restricciones buscan separar a los palestinos de los recursos hídricos,
especialmente los necesarios para sus cultivos, forzándolos a mudarse por la
imposibilidad de subsistir.
Israel controla el territorio palestino
no solo como potencia ocupante, sino a través de infraestructura y medidas de
seguridad que impiden a la población legítima asentarse o recorrer su territorio. Se
mina el derecho de los palestinos a su auto determinación, la libertad de
movimiento y acceso a sus casas y lugares de trabajo y la IV Convención de
Ginebra, que prohíbe asentar población ocupante en el territorio ocupado, así
como movilizar a la población legítima si no es en forma temporaria.
No es necesario citar las innumerables
decisiones del Consejo de Seguridad y recomendaciones de la Asamblea General
instando a la detención de los asentamientos para demostrar que la actitud de
Israel en este tema, como en tantos otros, se encuentra en el vacío legal y no es
aceptada por la comunidad internacional. Sin embargo, sí citaremos la última
resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas al respecto, con
fecha 10 de abril de 2012. En la misma (8) se reafirma que los asentamientos son
ilegales ante el sistema internacional, son una violación del derecho humanitario y
de los derechos humanos de los palestinos, además de minar diversos acuerdos
tendientes a la paz regional. Esta política israelí es totalmente contraproducente
con la solución de los dos estados, aceptada por la comunidad internacional. Es
aún más preocupante ver que los asentamientos están rodeando a Jerusalén por el
este, haciendo totalmente incompatible la existencia de un Estado Palestino junto
a la ciudad sagrada.
Se insta al estado israelí a detener y
retroceder en su política de asentamientos, antes de que el fait accompli convierta
esta ilegalidad en permanente, pero mediante la ocupación de facto. La negativa
de Israel a escuchar a la comunidad internacional y cumplir con el derecho
internacional y con Tratados que ha ratificado, como las Convenciones de Ginebra,
y las constantes violaciones en general a los derechos humanos de los palestinos,
se convierten en un escollo permanente ante la voluntad de países como Estados
Unidos de que se reanuden las negociaciones. El vicepresidente John Kerry ya ha
manifestado ante ambos estados que la negociación para alcanzar la paz debe
recomenzar en forma inmediata, a pesar de lo cual Israel continúa construyendo
asentamientos, política que Palestina exige que se detenga antes de sentarse a
negociar una vez más. Declarando que la paz debe alcanzarse sin condiciones
previas, Israel sigue haciéndose de territorios a nulo precio, mientras fuerza a que
cada vez aumenten más el número de refugiados palestinos y las condiciones
deplorables de hacinamiento en que habitan dentro de su territorio legítimo,
Palestina.
Por todo lo expuesto, solicito a mis
pares me acompañen en este proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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CHIENO, MARIA ELENA PETRONA | CORRIENTES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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RELACIONES EXTERIORES Y CULTO (Primera Competencia) |