La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse a la Secretaría de Transporte de la Nación a los efectos de solicitar la implementación de las medidas pertinentes, a los fines de reglamentar la proyección de películas en los Servicios Públicos de Pasajeros, sean Aéreos, Terrestres o Marítimos. Estas proyecciones no podrán serlo con audio abierto, debiendo trasformarse el mismo para ser utilizado por auriculares. Asimismo, deberá prohibirse la reproducción de filmes con escenas aberrantes, agresivas, catastróficas, pornográficas, violentas ó de propaganda subliminal.

Señor presidente:

Como se conoce y sabe, el Transporte Público de Pasajeros, tanto Aéreo, como Marítimo y Terrestre, en el territorio nacional, utiliza la proyección de películas y música en el ánimo de brindar un mejor servicio y entretener a los usuarios. Sin embargo no hay limitaciones que supongan que su utilización pueda ser libremente electa por cada usuario, según su arbitrio. Con las modalidades actualmente en uso, en la mayoría de las unidades del trasporte de que se trate, es obligatorio ver y escuchar lo que se proyecta. Lo expuesto tanto o más compulsivo para quienes viajan con menores que no tienen como seleccionar lo que éstos estarán obligados a ver y escuchar.

La circunstancia de que no se haya generalizado el uso de auriculares, particularmente en el transporte terrestre de larga distancia, determina que todos los que viajan, aún cuando eviten ver, estan obligados a soportar el audio en contra de su voluntad.

Por lo demás, lo más preocupante y grave, es que la gran mayoría de películas proyectadas contienen notorias escenas aberrantes, agresivas, catastróficas, violentas, etc. etc. a veces con claros contenidos subliminales de propaganda política en relación a ciertos países.

Reiteradamente en los medios se han publicado protestas de pasajeros de líneas aéreas, que sufren de pánico en este tipo de transportes, y que durante su viaje han debido soportar películas de catástrofes aéreas con las consecuencias psíquicas fáciles de inferir para quienes sufren de aerofobia, pero que por imprescindibles

razones, han debido utilizar este medio de traslado. Obviamente suena como un desatino que las propias empresas no realicen una mínima selección de lo que se

proyectará. Quizá sea ilustrativo señalar que algunas empresas confesionales luego de la lectura religiosa y del saludo de paz, no dudan en exhibir películas de inusitada violencia.

Hasta tanto se imponga masivamente la utilización de proyectores individuales, se impone limitar el audio abierto y prohibir la proyección de películas aberrantes, agresivas, catastróficas, violentas, subliminales.

No se trata de pasar solamente dibujitos animados. Se trata de evitar por un lado, la vulgarización de la cultura, y, por el otro, evitar el agravio psicológico que supone para las personas que no aceptan ni quieren ser obligados a ver y escuchar lo que no es de su preferencia o no coincide con sus creencias religiosas, étnicas, políticas, etc. etc.

De lo brevemente expuesto y de lo que se trata es que la Secretaría de Transporte de la Nación tome cartas en el asunto y reglamente debidamente la utilización de los medios visuales y auditivos en los Servicios Públicos de Transporte de Pasajeros con las limitaciones señaladas.

En la seguridad de que lo que se expone es una contribución a la libertad individual y a la preservación de la salud psíquica de las personas, es que se descuenta la aprobación que el presente tendrá por la H. Cámara.