La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

De interés de la Cámara y la adhesión al día 5 de Noviembre de 2007, en el cual se celebra el "Día Global de Acción contra las Bombas de Racimo"

Señor presidente:

Las bombas de racimo son armas de guerra que han matado y dañado a miles de civiles inocentes en los últimos cuarenta años. El uso de estas bombas deja una amplia zona afectada, que en algunos casos es equivalente a tres campos de fútbol, con cientos de sub- municiones dispersas que constituyen una amenaza para la población civil. Cuando son utilizadas en áreas urbanas, principalmente en los conflictos modernos, las bombas de racimo no distinguen entre combatientes y civiles. Además, un gran número de sub-municiones contenidas en la bomba no explotan en el momento de ser lanzadas, lo cual implica una continuidad de la amenaza, aún cuando el conflicto ya ha finalizado. Incluso si la tasa de falla es mínima, las comunidades deben afrontar un largo periodo de contaminación que impide su desarrollo después del conflicto. Además las tasas de falla de las sub-municiones, usualmente aclamadas por fabricantes y gobiernos como defensa para continuar con su uso y producción, son generalmente incorrectas. Estas armas deben ser detenidas antes de que las zonas de conflicto sufran otra crisis, similar a las sufridas con las minas terrestres.

Como es de su conocimiento, la urgencia de este problema humanitario fue reconocida en Febrero de 2007 cuando el gobierno de Noruega organizó una Conferencia Internacional para abordar el problema de las Bombas de Racimo. En dicha Conferencia, 46 gobiernos anunciaron su apoyo a la Declaración de Oslo, la cual buscaba establecer un proceso internacional para prohibir las bombas de racimo que causan daños inaceptables en la población civil a partir del 2008. La Argentina ha suscripto La Declaración de Oslo, consecuente con su lucha permanente en la defensa de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

Existen actualmente más de 80 países participando del Proceso de Oslo para alcanzar este objetivo. Otros países han dado pasos en el nivel nacional para prohibir o restringir las Municiones de Racimo antes de que sea aprobado un tratado internacional en la materia.

Este es un momento importante en la formación del Proceso de Oslo y una oportunidad real para dar forma a un futuro tratado para el beneficio de toda la población civil en todo el mundo.

Es nuestro deber como parlamentarios apoyar ésta iniciativa desde todos los bloques políticos de acuerdo a nuestra tradición, de sólida defensa del derecho humanitario

Es por lo antedicho que solicito el apoyo de mi pares a la aprobación del presente proyecto y que adhieran con entusiasmo a éste día y a la lucha por un mundo libre de municiones de racimo.