PROYECTO DE TP
Expediente 5050-D-2015
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR LA UBICACION DE LA REPUBLICA ARGENTINA EN EL NOVENO LUGAR ENTRE LOS PAISES QUE MAS SUPERFICIE BOSCOSA PERDIERON EN EL ULTIMO QUINQUENIO, SEGUN EL INFORME "EVALUACION DE LOS RECURSOS FORESTALES MUNDIALES 2015", PRESENTADOS POR LA FAO EN EL "CONGRESO FORESTAL MUNDIAL", REALIZADO EN DURBAN, REPUBLICA DE SUDAFRICA.
Fecha: 16/09/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 123
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar su honda preocupación ante
la ubicación de la República Argentina en el noveno lugar entre los países que más
superficie boscosa perdieron en el último quinquenio, según el informe "Evaluación
de los recursos forestales mundiales 2015", presentado por la FAO en el Congreso
Forestal Mundial llevado a cabo en Durban, República de Sudáfrica y que da
cuenta que, nuestro país poseía en el año 1990 34,7 millones de hectáreas de
bosques y 25 años después, la superficie se ha reducido a 27,11 millones.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Cada año se deforestan casi 300.000
hectáreas , según una evaluación realizada por FAO sobre los bosques en el
mundo, que sitúa al país como uno de los más destruye sus recursos forestales. En
promedio, desde 1990, se perdieron en la Argentina unas 7,6 millones de
hectáreas, mientras que en el mundo se han perdido 129 millones de hectáreas,
una superficie equivalente a toda Sudáfrica.
"La extensión de los bosques del
mundo continúa disminuyendo a medida que las poblaciones humanas siguen
creciendo", señala parte del informe sobre "Evaluación de los recursos forestales
mundiales 2015" presentado por la FAO esta semana en el Congreso Forestal
Mundial que se realiza en Durban, Sudáfrica. Argentina figura entre los 10 países
que más destruyen sus bosques. En promedio, desde 1990, se talan en el país
300.000 hectáreas por año, esto la llevó a perder el 22% de sus bosques, unas 7,6
millones de hectáreas.
En el mundo las zonas forestales han
disminuido un 50%. La mayor pérdida de riquezas forestales se produjo en África y
América del Sur. Encabeza el ranking Brasil que en los últimos cinco años ha
deforestado un promedio de 984 mil hectáreas por año. Según el monitoreo
realizado por la FAO hay 3.999 millones de hectáreas en el mundo, que
corresponden al 30,6% de la superficie terrestre. En 1990 había 4.128 millones de
hectáreas, el 31,6%.
"Las extracciones anuales de madera
han aumentado en más de 200 millones de metros cúbicos desde 1990", explica
otra parte de la evaluación. Sin embargo, las zonas protegidas legalmente han
crecido. Hoy el 52% de los bosques mundiales están sujetos gestión forestal
sostenible. China incrementa sus bosques a razón de 1,5 millones de hectáreas por
año, lo que convierte a este país en uno de los mejores alumnos en esta
materia.
Lo cierto es que, según la FAO, la
Argentina figura novena entre los países que más superficie boscosa perdieron en
el último quinquenio. El organismo multilateral se ocupa de medir la evolución de
los bosques desde 1990, con la aparición en el escenario internacional de los
primeros signos de preocupación por el cambio climático y la necesidad de
proteger los recursos naturales. De acuerdo con este registro histórico, la
Argentina contaba entonces con 34,7 millones de hectáreas de bosques. Ahora -25
años después- se han reducido a 27,11 millones. Es decir que el país perdió en el
último cuarto de siglo el 22% de sus bosques, unas 7,6 millones de
hectáreas.
De este modo, la Argentina viene
contribuyendo con vigor al proceso de deforestación del planeta. Según la FAO,
desde 1990 se han perdido 129 millones de hectáreas, una superficie equivalente a
toda Sudáfrica, país que alberga este congreso forestal con más de 4.000
especialistas. O a la mitad de las 273 millones de hectáreas contenidas por las
fronteras argentinas.
Eduardo Mansur, uno de los
responsables de esta medición global, explicó al diario Clarín que en el 80% de los
casos el desmonte se produce por un cambio en el uso de la tierra, sobre todo
debido al avance de la agricultura. Aquí se produce una paradoja notable; no todos
los "malos alumnos" son iguales: mientras los países africanos talan sus bosques
para enfrentar la hambruna de sus poblaciones, las naciones sudamericanas
(también Paraguay sufre una deforestación alarmante) lo hacen para producir
comodities de exportación. Es decir, reducen su masa boscosa para alimentar a
naciones extranjeras.
Pese a que Brasil lidera con
comodidad el ránking de países que más desmontan (en su caso, por la masiva
tala en la región amazónica), la situación de la Argentina y Paraguay -que
comparten el llamado Gran Chaco, una de las regiones forestales más amenazada
a escala global, con 10 millones de hectáreas en peligro- es bastante más
complicada. Aunque erradiquen menos superficie boscosa que su vecino, este país
dispone de enormes recursos y por lo tanto el impacto de la deforestación alcanza
apenas 0,2% de su masa de bosques. En el caso argentino, en cambio, las 297 mil
hectáreas desmontadas en promedio anual implican 1% del área total. De allí que
el ritmo de los desmontes resulte preocupante. Para Paraguay la misma cuenta da
un resultado peor: 1,9%. A nivel global, el caso más escalofriante es el de Nigeria,
que arrasa con 4,5% de su superficie boscosa cada año.
"Nosotros brindamos una información
objetiva, que construimos en base a los datos oficiales que recogemos de cada
uno de los Estados", aclara Mansur, que enfatiza que cada país es "soberano" para
fijar políticas que limiten la deforestación o que impulsen la implantación de
bosques cultivados. En el mundo quedan en pie 3.999 millones de hectáreas, que
cubren cerca de una tercera parte de la superficie terrestre. "Para nosotros lo
deseable sería que el área de bosques no baje más de eso. Pero no podemos más
que recomendarlo", dice el experto (Fuente: Misiones Online).
Es altamente preocupante el proceso
de deforestación que se verifica en la República Argentina, con las consecuencias
que de ello se derivan para el cambio climático, la desertificación, la destrucción
del suelo debido a la erosión, la pérdida de biodiversidad y del hábitat de la vida
silvestre, la alteración del ciclo del agua y la modificación de los regímenes de
lluvias.
Una de las mayores amenazas para la
vida del hombre en la Tierra es la deforestación. Esta actividad que implica
"desnudar el planeta de sus bosques" y de otros ecosistemas como de su suelo,
tiene como resultado un efecto similar al de quemar la piel de un ser humano.
¿Por qué decimos esto? Sin lugar a dudas, los bosques ayudan a mantener el
equilibrio ecológico y la biodiversidad, limitan la erosión en las cuencas
hidrográficas e influyen en las variaciones del tiempo y en el clima. Asimismo,
abastecen a las comunidades rurales de diversos productos, como la madera,
alimentos, combustible, forrajes, fibras o fertilizantes orgánicos.
En el marco de esta actividad, La
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y (CNUMAD)
establece que la protección ambiental es una parte integrante de desarrollo, que
debería tener como objetivo aliviar la pobreza y lograr un equilibrio entre la
eficiencia económica y la sostenibilidad. Se reconoce por parte de este organismo
internacional, que todos los bosques del planeta deben ser objeto de una
ordenación sostenible, que garantice sus servicios y beneficios sociales,
económicos y ecológicos.
Por todo lo expuesto, solicito el
acompañamiento de mis pares a fin de aprobar la presente iniciativa.
Firmante | Distrito | Bloque |
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ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | UNIR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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RECURSOS NATURALES Y CONSERVACION DEL AMBIENTE HUMANO (Primera Competencia) |