La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

En relación al ingreso de la República Bolivariana de Venezuela como miembro pleno del MERCOSUR, se solicita al poder Ejecutivo de la Nación que se abstenga de vulnerar los tratados vigentes del MERCOSUR, especialmente en cuanto requieren la unanimidad de los países miembros para la incorporación de un nuevo país a dicha categoría.

Asimismo, se solicita al Poder Ejecutivo que proceda con el debido respeto de la soberanía del pueblo paraguayo y se abstenga de violar las facultades exclusivas y excluyentes del Congreso de la República del Paraguay para prestar o no su conformidad al ingreso de un nuevo país miembro.

Por último, se requiere al poder Ejecutivo que se abstenga de acompañar actitudes paternalistas que, afectando la soberanía del pueblo paraguayo, contribuyen a deteriorar las relaciones de largo plazo que nos unen con la hermana República del Paraguay.

En caso de aprobarse la incorporación antedicha sin la aprobación previa del Congreso paraguayo, se vería con agrado que se suspenda dicha decisión hasta tanto dicho Congreso se expida.

Señor presidente:

Como es de público conocimiento, el ingreso de la República Bolivariana de Venezuela al MERCOSUR, será intentada, aprovechando la "suspensión temporaria" de la República del Paraguay en su calidad de miembro, a pesar de que "suspensión" no es lo mismo que exclusión, y al no haber sido excluido, Paraguay sigue siendo miembro, aunque suspendido por los demás miembros.

Esta suspensión temporaria se impuso como consecuencia de la aplicación de la "cláusula democrática" del MERCOSUR, dado que en la República del Paraguay no se habían respetado las garantías del "debido proceso" y de la "defensa en juicio" en la remoción del Presidente de la República.

En esa oportunidad, el Congreso de la Nación Argentina, en sesión especial, aprobó el proyecto 4258-D-2012 por medio del cual se rechazó la ruptura del orden democrático y de la voluntad popular acaecida en la República del Paraguay, específica y exclusivamente por no haberse respetado las garantías del debido proceso y la defensa en juicio del presidente constitucional Fernando Lugo.

Por aplicación del mismo principio democrático que debe regir en la región y concretamente dentro del MERCOSUR, resulta absolutamente contradictorio proceder a la incorporación de la República Bolivariana de Venezuela al MERCOSUR sin respetar las facultades exclusivas y excluyentes del soberano pueblo paraguayo, que a través de sus representantes democráticamente elegidos, debe aprobar o no la incorporación de un nuevo país con categoría de miembro.

Si se aprobara el ingreso de la República Bolivariana de Venezuela al MERCOSUR sin contar con la debida aprobación del Congreso paraguayo, se estaría vulnerando la soberanía del pueblo paraguayo por medio de una decisión de terceros países. De ninguna manera corresponde a los restantes países miembros (Uruguay, Brasil y Argentina), atribuirse una actitud paternalista sobre la República del Paraguay en estas instancias, sin respetar las decisiones soberanas a las que su pueblo tiene derecho. Es decir, carece de todo sustento normativo cualquier atribución que los demás países pretendan arrogarse por sobre los derechos soberanos del pueblo paraguayo, para aprobar o no el ingreso al MERCOSUR de la República Bolivariana de Venezuela.

Por último, es deber del Poder Ejecutivo argentino contribuir al mantenimiento de buenas relaciones con las naciones extranjeras. En este sentido, si se soslayara la necesaria aprobación del pueblo paraguayo en el caso en cuestión, indefectiblemente se afectarán negativamente las buenas relaciones de largo plazo que nos unen con la hermana República del Paraguay. A su vez, se fijaría un peligroso precedente para el futuro, agregándose una alta cuota de inseguridad jurídica al bloque, toda vez que la pretendida incorporación en esta instancia podrá ser cuestionada por cualquiera de los países miembros.