El Senado y Cámara de Diputados...

CREACION DEL MUSEO DISCOGRAFICO NACIONAL

Artículo 1º.- Se creará, bajo dependencia de la Secretaría de Cultura, Presidencia de la Nación, un Museo Discográfico Nacional que reunirá los registros discográficos, nacionales y extranjeros, de todos los géneros musicales o testimoniales, que se han editado o se editen en el futuro.

Artículo 2º.- A efectos de la presente ley se definirá registro discográfico a la grabación de sonido en cualquiera de los soportes conocidos hasta la fecha o que la tecnología vaya desarrollando a partir de ahora.

Artículo 3º.- Tendrá como misión restaurar, atesorar, clasificar y conservar ese patrimonio discográfico, y permitir su audición en espacios propios bajo los recaudos técnicos y legales que correspondan.

Artículo 4º.- Recuperará, para el acervo nacional, las colecciones discográficas, de valor artístico, histórico o testimonial que corran riesgo de desaparecer deterioradas o abandonadas, y será depositaria de las colecciones oficiales o privadas que por cualquier motivo puedan ser abandonadas o fraccionadas.

Artículo 5º.- Las editoras nacionales de material discográfico tendrán la obligación de depositar allí un ejemplar de cada uno de los registros que publiquen.

Artículo 6º.- Mediante un sitio en Internet, mantendrá el catálogo de sus registros discográficos, así como toda información relativa a los mismos que, en todos los casos, será de libre acceso al público. Por este mismo medio y resguardando adecuadamente los derechos de autor que estuvieren vigentes difundirá ese material artístico e histórico procurando la mayor difusión posible en la sociedad.

Artículo 7º.- El Museo Discográfico Nacional tendrá sede en la Ciudad de Buenos Aires y podrá abrir sedes sucursales en el interior.

Artículo 8º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

La existencia de este tipo de reservorio cultural no es novedosa, ni en el mundo ni en nuestro país. Sin embargo creemos que, entre nosotros, nunca ha sido planteado el atesoramiento de material discográfico en forma centralizada, cuidando a través de recursos científicos la permanencia de grabaciones irreemplazables de expresiones artísticas o testimoniales. Hemos sido testigos de pérdidas lamentables que, debido a cuidados inadecuados o inexistentes, lograron que versiones únicas de artistas argentinos hayan desaparecido para siempre como supremo resultado de la irresponsabilidad y la desidia. Asimismo hemos presenciado salvatajes in-extremis de colecciones inmensas e invaluables de música clásica y popular que, al borde de los containers de basura, iban a ser procesadas como relleno ecológico, luego de haber servido y deleitado durante años las audiciones de algunas emisoras oficiales.

La actual tecnología informática permite, como agregado fundamental, la difusión interactiva del material que se vaya atesorando y recuperando técnicamente, sin perjuicio de cuidar los derechos de autor en los casos que éstos subsistan. Las creaciones clásicas y populares, así como los registros testimoniales, audiciones, discursos, entrevistas, noticieros, etcétera, podrán ser masivamente difundidas en provecho de nuevos auditorios que, por razones etarias, no han tendido la posibilidad de escucharlos en su momento.

No parece que tenga sentido insistir demasiado sobre la trascendencia que le cabe, para cualquier sociedad humana, cuidar y proteger su cultura, ya que ella es vehículo y soporte necesario de su identidad como país. Ningún progreso puede sostenerse en grupos humanos que no hayan desarrollado esa identidad que los convoque a realizar esfuerzos coordinados en beneficio del bien común. La cultura en la que se sustenta la identidad es una tarea permanente, una inversión de todos para todos que, aunque conlleven importantes recursos económicos, éstos deben ser considerados como inversiones antes que gastos. Inversiones necesarias e imprescindibles que reditúan ganancias inexorables en el tiempo. Los países que han progresado tienen, en todos los casos, una profunda comprensión sobre la naturaleza de esa identidad nacional basada en el saber cultural y científico. Han interpretado correctamente el efecto sinergético de esas inversiones que coadyuvan decisivamente en la existencia de las sociedades organizadas. Los esfuerzos económicos en cultura, educación y ciencia se constituyen en sí mismos condición sine qua non para cumplir y satisfacer las demandas materiales y espirituales de sus habitantes. El Museo Discográfico Nacional es, en esencia, una de esas inversiones. Ella como tantas otras, culturales o científicas, tal vez den sus frutos a largo plazo, pero aun así, lo harán ineluctablemente y con creces.

El presente proyecto responde en todos sus lineamientos a una idea original del Dr. Horacio J. Sanguinetti que, siendo Rector de Colegio Nacional de Buenos Aires, le cupo "salvar" para ese establecimiento educativo una importante colección de música clásica y popular desestimada por cierto organismo oficial y que sirvió como punto de partida del archivo discográfico que posee el Colegio.