PROYECTO DE TP
Expediente 5021-D-2012
Sumario: EXPRESAR DESAGRADO POR EL ABUSO DEL GOBIERNO NACIONAL EN LA UTILIZACION DE CADENAS DE RADIODIFUSION NACIONAL.
Fecha: 30/07/2012
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 91
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
La Cámara de Diputados de la
Nación declara su inocultable desagrado por el abuso que hace el Poder
Ejecutivo Nacional de la integración de cadenas de radiodifusión en razón de
tres o cuatro por semana, en flagrante violación de la letra y el espíritu de la
regla establecida en el artículo 75 de la ley 26.522, conocida como "ley de
medios".
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El artículo 75 de la
ley 26.522 es claro, preciso y hasta terminante. Reza textualmente:"el Poder
Ejecutivo nacional y los poderes ejecutivos provinciales podrán, en
situaciones graves, excepcionales o de trascendencia institucional,
disponer la integración de la cadena de radiodifusión nacional o
provincial, según el caso, que será obligatoria para todos los
licenciatarios".
Es harto evidente que abusar de las
cadenas de radiodifusión y televisión tres o cuatro veces por semana, tal como
sistemáticamente viene acaeciendo, no configuran "la situación grave,
excepcional o de trascendencia institucional" que prevé la norma. Si
efectivamente el cuadro de situación nacional ameritase que se use la cadena
radial y televisiva con tanta insistencia y habitualidad nos hallaríamos ante el
escenario más desopilante: viviríamos en estado de excepción permanente, en
situación grave continua o con anuncios de trascendencia institucional
cotidianos.
En contraste con lo que prevé la
norma, la presidenta de la República usa la cadena nacional de radiodifusión
para inaugurar o reinaugurar, por caso un criadero de cerdos, como ha ocurrido
recientemente.
Un país tan vasto y diverso como el
nuestro debe ser enaltecido por sus gobernantes. Primeramente, cumpliendo a
rajatabla con la letra y el espíritu de la ley. En segundo término, exaltando la
majestad republicana de las instituciones, comenzando por la presidencial. Si la
titular del P.E.N. abusa de la cadena nacional para difundir actividades
rutinarias - como lo son inauguraciones de pequeñas obras o de pymes o de
exposiciones -, no está a la altura de la dignidad de esa primera magistratura,
dicho esto con respeto absoluto por la institución.
Inclusive, hay actos a los que asiste
la presidenta de la República y que son propalados por la cadena nacional que
en un país normal serían encabezados por un funcionario del rango de
subsecretario o viceministro. Ni siquiera corresponden a la jerarquía de un
ministro.
Nos preocupa e inquieta
sumamente que se desjerarquice al país en el plano institucional y se lo
desprestigie como entidad colectiva. No otra cosa deviene del uso
antirrepublicano de la cadena nacional como ritual diario. Es impropio de un
gran país. Cuadra a ese tipo de pequeños estados que los analistas suelen
incluir en la ristra de los "Estados fallidos".
Más aún, debería ser la propia
presidenta de la República quien más ocupada debería estar en cuidar y velar
por el prestigio de la magistratura que ejerce. Con sus abusos, ella misma
desmerece su alto cargo.
La ley de medios número 26.522 se
sancionó porque, según sus impulsores, había que democratizar la
comunicación social y tender a la igualdad y diversificación en ese plano. A la
luz del abuso de las cadenas de radiodifusión, ¿puede sostenerse que se está
garantizando y asegurando la igualdad, la diversidad y la democracia
mediática?
Si la presidenta de la República
abusa con tres o cuatro cadenas semanales es notorio que su relato predomina
abrumadoramente y es el mensaje único. Esto conspira contra uno de los
pilares del sistema republicano, la renovación periódica de los funcionarios
representativos. Si la ciudadanía conoce sólo el mensaje oficial, ¿cómo
engendrar o gestar, con su respaldo, una alternativa que desconoce?
Sinceramente, nadie niega la aptitud
intelectual y el esfuerzo personal que exhibe y despliega la primera magistrada
del país. Empero, una nación es y debe ser mucho más que un esfuerzo o un
intelecto. Es un sistema que enlaza, vincula e identifica a millones de personas.
Para ello es menester un régimen de comunicación social con la riqueza de la
diversidad, tal como postularon quienes batallaron para que se sancione la
mencionada ley 26.522. Hoy esa ley es letra muerta en lo principal de su
contenido, en su eje central, la democratización y diversificación del mensaje.
La realidad incontrastable nos muestra que domina y hegemoniza el relato
único, el mensaje abrumante. Que, además, se reitera tres o cuatro veces por
semana. El comportamiento del P.E.N. desvirtúa el mandato de la ley.
Por lo expuesto pedimos el respaldo
de la Cámara para declarar nuestra alarma frente al incumplimiento de la ley y
el consiguiente abuso de un instrumento - la cadena nacional de radiodifusión
- que está pensada para casos de excepción, situaciones graves o hechos de
trascendencia institucional.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | FRENTE PERONISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
COMUNICACIONES E INFORMATICA (Primera Competencia) |