La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Banco Central de la República Argen- tina para que informe:

1. El detalle de los criterios o la descrip- ción de los modelos que se emplean para determinar cuántas monedas deben ser distribui- das, de qué denominación y cuándo.

2. Si se realiza algún análisis diferencial de la velocidad de circulación de las monedas para evaluar la evolución de la propensión a ate- sorarlas por parte del público.

3. Las medidas que se adoptarán para so- lucionar la notoria y creciente escasez de monedas de toda denominación, y últimamente en especial de UN PESO ($ 1).

4. Cuáles son los mecanismos arbitrados para posibilitar la adquisición de los cospeles para la acuñación de monedas, considerando que las fluctuaciones de los precios de las materias primas que los conforman pueden, en de- terminadas circunstancias, restringir su oferta por parte de los proveedores, también aquellos que usa para administrar dicho riesgo de precio, que puede tornar negativo el señoreaje de estas monedas.

5. Si se ha evaluado la conveniencia de comenzar a emitir billetes de UN PESO ($ 1), considerando el hecho de que las monedas de esa denominación o menores pueden ser el único vehículo de ahorro (en la forma de atesora- miento) para la población de menores recursos, y que su reemplazo por billetes podría signi- ficar en los hechos la vuelta al mercado de monedas ya acuñadas.

6. Si se alteró la composición metálica de las últimas emisiones de monedas de CINCO ($ 0,05) o DIEZ CENTAVOS ($ 0,10), cual es la nueva en tal caso, por qué dejó de acuñarse el reborde ranurado tradicional, y por qué no figuran las nuevas características en la página web.

Señor presidente:

Desde hace cierto tiempo la cantidad de mo- nedas en circulación es causa de preocupación popular: tanto las noticias como la expe- riencia cotidiana nos hablan de la escasez de circulante metálico, lo cual dificulta las tran- sacciones comerciales y provoca más de una situación enojosa.

En la Cámara se presentaron varios proyectos y pedidos de informe sobre el particular, lo cual indica que el problema persiste.

El Banco Central indica en su Nota 610/020/06 del 20 de Noviembre pxmo. ppdo. que "los criterios tomados para decidir la adquisición y distribución de las monedas están directamente relacionados con el análisis de las necesidades del mercado, el costo de acuñación de las piezas y la evolución del precio de los metales que las componen", pero no los expone.

Por otra parte, es público y notorio que la cri- sis de 2001 - 2 deprimió los ingresos de la mayor parte de nuestro pueblo, alterando la capacidad de ahorro de las familias. Tomando en cuenta el menor nivel de ahorro y la ya anteriormente reducida bancarización de la población, no sorprenderemos a nadie si sos- tenemos que el atesoramiento de monedas puede resultar el modo principal o excluyente de ahorro de muchos hogares, reduciendo de tal modo el metálico en circulación. Conside- ramos necesario estimar ese efecto, o aunque más no sea tomarlo en cuenta a la hora de decidir cuántas monedas deben ser acuñadas y distribuidas. Por otra parte, indirectamente se podría favorecer la circulación de las monedas de un peso ($ 1), en particular, si se emitiesen billetes de esa denominación, más baratos e igualmente útiles como instrumen- tos de ahorro.

El costo del cospel (la base metálica sobre la cual se acuña) incide sobre la cantidad y composición de las monedas puestas en circula- ción. Ahora bien: como en cualquier actividad que emplea materias primas con precios fluctuantes, el riesgo de precio puede ser administrado de diversos modos. Por tal causa, se considera necesario que el B.C.R.A. explique los mecanismos que arbitra para posibilitar la adquisición de los referidos cospeles y el modo en que administra su riesgo de precio, derivado de la fluctuación del precio de los metales que los componen.

En los últimos meses aparecieron monedas de diez centavos ($ 0,10) que, como característica distintiva, presentan su borde liso. Si bien, excepto por ese detalle, son morfológicamente idénticas a las ya existentes, su com- posición metálica parece haber variado, lo cual dificulta su utilización en el transporte ur- bano y otras actividades que emplean máquinas para expender boletos u otro tipo de bie- nes. Puesto que en la página web del B.C.R.A. no hay mención alguna al cambio, enten- demos pertinente conocer la nueva composición y hacerla pública, para que puedan reali- zarse los ajustes correspondientes en las máquinas expendedoras.

Hemos efectuado una compa- ración entre la composición del valor del stock de monedas en circulación en nuestro país respecto de Brasil, la Unión Europea y México, a partir en la información que brindan los respectivos bancos centrales. El resultado del análisis se muestra en el gráfico:

Como vemos, el valor de las monedas en circulación de mayor denominación es inferior en nuestro país respecto al resto de la muestra. Las composiciones respectivas son, en porcentajes:

Traducido en unidades, y tomando como re- ferencia el circulante al 03/04/07, estarían faltando casi sesenta y cinco millones (65.000.000) de monedas de cincuenta centavos ($ 0,50) y veintinueve millones (29.000.000) de monedas de un peso ($ 1), que representan casi el veinte (20%) y el seis por ciento (6%) respectivamente de las unidades en circulación, mientras que - obvia- mente - 'sobrarían' monedas de baja denominación. Pensamos que, habida cuenta de la preocupación existente por la escasez, debería aumentarse la cantidad de ejemplares de mayor denominación sin rescatar los de menor denominación.

Por todo lo expuesto, Señor Presidente, se solicita la pronta aprobación de este Pedido de Informes.