La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir su homenaje a la memoria de María Eva Duarte de Perón, al cumplirse 60 (sesenta) años de su fallecimiento, el próximo jueves 26 de julio de 2012.

Señor presidente:

A las 20:25 horas del día 26 de julio del año 1952, se anunciaba la muerte de María Eva Duarte de Perón, la mujer que marcó la vida política y social de nuestro país. Al momento de su muerte, contaba con tal sólo 33 (treinta y tres) años de edad. Era la esposa del entonces Presidente de la República, Juan Domingo Perón, y la jefa espiritual del movimiento justicialista.

Fue una mujer incansable, luchó por los derechos de los trabajadores, militó activamente en la política a través de su obra en materia de salud, educación y seguridad social. La fundación que presidía realizaba una labor diaria e incesante por los más pobres, los más necesitados y los más olvidados por una sociedad que , históricamente, les había dado la espalda.

Su trabajo en estas áreas claves relacionadas con el bienestar y la felicidad del pueblo, le valieron el más grande de los afectos, lealtades y fidelidades políticas que hemos visto en nuestra historia.

Nacida en el año 1919, hija de Juan Duarte y Juana Ibarguren, Eva fue una de las hijas no reconocidas por su padre al momento de su nacimiento. Duarte era un estanciero conservador de la ciudad de Chivilcoy, en la que mantenía a su familia legal, mientras tenía una vida paralela con Ibarguren, hecho muy común en la época entre los hombres de campo de la clase alta.

Este fue un hecho que le valió a Eva una serie de infamias por parte de la oposición política muchos años después, su origen de hija ilegítima. Sin embargo, era uno de sus motores en la lucha contra la injusticia que sufrían las mujeres de las clases menos acomodadas.

Pasa su infancia en la ciudad de Los Toldos y a la muerte de su padre, su madre se muda con sus hijos a la ciudad de Junín. Ya entrando en la adolescencia, se muda a la ciudad de Buenos Aires y comienza su carrera como actriz. Desarrolla su carrera como actriz de teatro y de radioteatros. Es una de las fundadoras de de la Asociación Radial Argentina (ARA), primer sindicato de los trabajadores de radio.

En 1944, conoce a Juan Perón, y desde ese momento se convierte en su compañera incansable desde las campañas electorales hasta las políticas de gobierno en materia de desarrollo social, educativo y de salud pública. Eva comienza a tener un rol clave en la política argentina, no sólo como la Primera Dama, sino como un actor clave en los procesos de confrontación con la oposición a Perón, la relación con los sindicatos, la organización política de las mujeres y su papel dentro del movimiento justicialista.

Su figura se potencia y desarrolla tanto en la política doméstica como en la política exterior del proyecto peronista. Es una embajadora natural del país, sus giras por Europa reportan la importancia de su papel en los asuntos externos de la Argentina.

Muere un 26 de julio de 1952 a causa de un cáncer de cuello de útero. Todo el pueblo la llora por días en las calles, le rinde homenajes, le agradece por su vida y su obra. Todavía en nuestros días resuena su voz defendiendo sus ideas, su política, los derechos de los más desprotegidos, de los trabajadores, de las mujeres y de los niños. Todavía hoy nos parece escuchar su voz renunciando a los honores, y dando la vida por la Patria y por Perón.

No nos alcanzan las palabras para homenajear y recordar a esa mujer inmensa que todavía hoy nos ilumina y nos guía en la tarea incesante de hacer de éste un país más justo, más humano y con más felicidad para nuestro pueblo.

Por todo lo antes expresado y en consecuencia es que solicito a mis pares el acompañamiento en el presente Proyecto de Resolución.