La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su enérgico repudio al hecho delictivo ocurrido dentro de la institución, protagonizado por un empleado que comercializaba drogas ilegales; y que apoya la investigación iniciada por la justicia para que se esclarezca este hecho hasta las últimas consecuencias cualesquieran sean las personas involucradas, preservando la responsabilidad de la Cámara y la honorabilidad de sus miembros.

Señor presidente:

La Cámara de Diputados de la Nación es quizá la institución más importante de la República porque en ella están representados todos los sectores de la sociedad y dicta -junto con el Senado- las normas que rigen la vida de la Nación. Preservar el prestigio de la Cámara, tan cuestionado desde la crisis de fines del 2001, es preservar la democracia y la voz de los sectores más desvalidos de la sociedad. Justamente de la decadencia de las instituciones, surgen las formas autoritarias de gobierno donde sólo los poderosos son escuchados.

Es por ello que es imprescindible que el escándalo de la venta de drogas ilegales en el que está involucrado un empleado de la Cámara se esclarezca completamente, incluyendo los nombres de todas las personas involucradas y se informe a la opinión pública con toda la transparencia posible, para evitar suspicacias, sospechas e insinuaciones que dañan a la institución y ponen en duda la honorabilidad de las personas.