PROYECTO DE TP
Expediente 4940-D-2007
Sumario: CREACION DEL OBSERVATORIO PARLAMENTARIO SOBRE LA EXCLUSION SOCIAL EN EL AMBITO DEL H CONGRESO DE LA NACION.
Fecha: 17/10/2007
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 141
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1.-Crear el Observatorio
Parlamentario sobre la Exclusión Social, en el ámbito del Honorable Congreso
de la Nación.-
Artículo 2.-Dicho organismo estará
integrado por siete diputados y siete senadores en representación de ambas
Cámaras del Congreso, y la Presidencia será ejercida alternativamente, cada
dos años, por un senador o por un diputado según corresponda. Asimismo,
serán convocados para integrarlo personalidades del ámbito académico,
universitario y organizaciones sociales vinculadas a la temática en
cuestión.
Artículo 3.-Son objetivos del
Observatorio, entre otros, los siguientes:
a) Contribuir al
conocimiento y el análisis de los fenómenos de exclusión social, especialmente
de las problemáticas menos conocidas.
b) Realizar y promover
estudios de investigación sobre los fenómenos de la exclusión, así como la
evaluación de las intervenciones sociales públicas o privadas en la lucha contra
la pobreza y la exclusión social.
c) Recopilar datos
relativos a las situaciones de pobreza, precariedad y exclusión en las distintas
regiones de país.
d) Difundir las
informaciones recogidas y los resultados de sus trabajos para el conocimiento
de las administraciones públicas nacionales y provinciales, y de la sociedad en
general.
e) Efectuar una
evaluación y seguimiento de las políticas públicas que se desarrollan en el
ámbito del Poder Ejecutivo Nacional y de los gobiernos provinciales.
f) Coordinar acciones
con el Poder Ejecutivo Nacional y los gobiernos provinciales para la formulación
de acciones estratégicas tendientes a conformar un "banco de buenas
prácticas" para la elaboración de políticas inclusivas.
g) Proponer iniciativas
legislativas tendientes a la implementación de un Plan Nacional de Inclusión
Social.
h) Promover el debate
público sobre los procesos sociales más relevantes en la producción de las
situaciones de exclusión, a fin de realizar propuestas a favor de la igualdad y la
justicia.
Artículo 4.-Los Objetivos que
pretende el Observatorio se llevarán a cabo mediante el desarrollo de tres áreas
de trabajo: Seminario Permanente, Centro de Recursos y Centro de
Investigación.
a) Seminario
Permanente: tiene como finalidad proporcionar un foro abierto y continuo de
debate sobre la conceptualización del fenómeno de la exclusión social en sus
diferentes aspectos, y de reflexión y análisis sobre los instrumentos más
adecuados de actuación, así como la intervención participativa de la sociedad, a
través de Jornadas, Talleres, Mesas interdisciplinarias, para facilitar el
intercambio de información, experiencias, análisis e instrumentos de evaluación
entre los legisladores, investigadores, profesionales, asociaciones, y ciudadanos
interesados en los procesos de exclusión y las políticas sociales de
intervención.
b) Centro de Recursos:
tiene como objetivo desarrollar tareas de difusión, formación, asesoramiento y
documentación relativos a la exclusión social y las políticas sociales, en el
ámbito nacional y las distintas regiones del país.
c) Centro de
Investigación: tiene como finalidad llevar a cabo investigaciones, proyectos e
informes sobre la temática en cuestión, que permitirán y facilitarán la
elaboración de medidas legislativas propuestas por el equipo interdisciplinario,
provenientes del ámbito legislativo, universitario, profesional y de la sociedad
civil.
Artículo 5.-El Observatorio se dará
su propio reglamento, en acuerdo con las Presidencias de la H. Cámara de
Diputados de la Nación y del H. Senado de la Nación
Artículo 6.-De forma.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En la sociedad
postindustrial actual, la exclusión social no se refiere únicamente a la
insuficiencia de recursos financieros sino que se acompaña de una acumulación
de límites (educativos, sanitarios, de vivienda, empleo...) que impiden a las
personas o grupos que los padecen acceder a bienes y derechos considerados
básicos, participar en la vida social, en definitiva, constituirse como ciudadanos.
La exclusión es un fenómeno en el cual confluyen diversos componentes claves,
la suma de los cuales nos acerca a una visión más acertada de éste.
En primer
lugar, la exclusión es un fenómeno estructural puesto que se inscribe en la
trayectoria histórica de las desigualdades sociales, con antecedentes claros en
forma de necesidades colectivas intensas desde el inicio de la industrialización y
urbanización masiva de los siglos XIX y XX. Además, y como se ha mencionado
al inicio, colectivos excluidos no se encuentran predeterminados sino que, como
fenómeno dinámico, la exclusión afecta de forma cambiante a las personas y
colectivos en virtud de las modificaciones que puedan darse en el campo de la
vulnerabilidad de éstos a las dinámicas de marginación.
Es más, la
exclusión no puede ser atribuida a una sola causa sino a una multitud de ellas
que, en conjunto y fuertemente interrelacionadas, constituyen situaciones
desfavorables. En otras palabras, la exclusión social es un fenómeno poliédrico,
que tiene su origen en múltiples factores (educativos, formativos, sanitarios,
relacionales...). Consecuentemente, cualquier iniciativa encaminada a abordar
situaciones de exclusión social deberá diseñarse desde una perspectiva integral
y gestionar sus procesos desde la horizontalidad o transversalidad.
Nuestro punto de
partida en la creación de este Observatorio Parlamentario es superar las
respuestas de corte paternalista o asistencial con dinámicas comunitarias, que
construyan autonomía, reconstruyan relaciones y recreen personas. Creemos
que el factor esencial de la lucha contra la exclusión hoy día pasa por la
reconquista de las personas o colectivos afectados por esas dinámicas o
procesos de exclusión social. Bajo este supuesto hemos construido una serie de
criterios de necesario cumplimiento para que una iniciativa pública o privada de
lucha contra la exclusión social pueda ser catalogada de buena práctica. Cabe
añadir previamente que nuestro planteamiento pretende hacer un paso más
allá de aquello concretado desde Naciones Unidas. Pues, ahí las buenas
prácticas son aquellas iniciativas o modelos de actuaciones que tienen como
objetivo mejorar la calidad de vida de individuos o grupos (en situación de
pobreza o exclusión social en nuestro caso).
Por lo tanto,
nuestro planteamiento se acerca a la realidad de la exclusión social tomando
como punto de referencia el marco conceptual del fenómeno y las actuaciones
realizadas hasta el momento en relación al mismo.
Las características
fundamentales de las buenas prácticas para la inclusión social son los
siguientes:
1. Participación: Una buena
intervención en la lucha contra la exclusión social debe estructurarse implicando
a los actores en el diseño, implementación y/o evaluación de la
práctica mediante procedimientos
y/o mecanismos que fortalezcan y (re)establezcan vínculos y redes
comunitarios.
2. Innovación: Los procedimientos
y soluciones habituales de la lucha contra la exclusión, suelen reproducir
modelos que no contemplan la complejidad, diversidad y dinamismo de los
factores que la afectan. Por esta razón uno de los ejes vertebradores de la
buena práctica deberá ser la introducción de las temáticas o la metodología de
forma creativa, original y/o novedosa. Cabe señalar que la innovación no sólo
se refiere a los procedimientos y soluciones, sino también a las
problemáticas.
3. Estrategia: La orientación
estratégica se puede caracterizar, por un lado, como aquella acción que tiene
como objetivo la debilitación de los factores que provocan situaciones de
exclusión, considerando las diferencias y desigualdades de edad o género o
etnia/origen más allá del colectivo al que se dirige (no nos referimos a los
colectivos de jóvenes/ancianos, mujer o inmigrantes sino al hecho de
considerar las diferencias y desigualdades existentes por razones de edad,
género y etnia en cualquier de los factores
que provocan exclusión social). Por
otro lado, la orientación estrategia conlleva emprender procesos de
capacitación de las personas en situación de exclusión, huyendo de las
actuaciones meramente asistenciales.
4. Integralidad: La producción de
transformaciones estructurales o actuaciones coyunturales no aisladas.
Partiendo de la idea de que la exclusión es un fenómeno multifactorial, este
requisito se refiere a la necesidad de que toda buena práctica aborde al menos
dos factores de exclusión, y que éstos se encuentren dentro de dos ámbitos de
actuación diferentes. Es decir, si entendemos la exclusión como una situación a
la que se llega por la acumulación de distintos factores de exclusión (por
ejemplo, desempleo, debilidad de las redes familiares y enfermedad), una
buena acción será aquella que aborde de forma integral todos los factores que
intevienen en la configuración de dicha situación.
5. Efectividad: La producción de
un impacto social tangible, positivo y duradero. Es decir, una buena práctica
debería perseguir tanto la consecución de los objetivos estratégicos marcados,
como la sostenibilidad en el tiempo del impacto que se produce (tanto si ello
conlleva la continuidad de la práctica como si no).
6. Fundamento: Necesariamente,
la acción debe partir de criterios explícitos para el diagnóstico, la
implementación y la evaluación de la acción. Ello conlleva tener un diagnóstico
de necesidades formalizado y que se haya elaborado teniendo en consideración
a los actores implicados y seguir una secuencia lógica de elaboración de la
práctica (diagnóstico, diseño e implementación)
7. Replicabilidad: En la medida en
que uno de los sentidos del instrumento que aquí planteamos es la
capitalización del trabajo que distintos actores realizan con un mismo objetivo,
aparece como un requisito necesariamente vinculado a dicho instrumento la
capacidad de acumulación de las acciones. Las acciones deben ser, por lo tanto,
exportables y adaptables. Deben ser experiencias acumulables, que puedan
servir de referencia a la propia entidad o a otras en un futuro. Para ello, deben
disponer de documentos de seguimiento de la práctica (memorias, informes de
seguimiento, etc.) en todas sus fases (diseño, implementación y
evaluación).
8. Transversalidad: La exclusión
social es, como se apuntaba, un fenómeno multidimensional con una
manifestación espacio-temporal que le confiere una fuerte imbricación
comunitaria. Desde esta perspectiva, una buena práctica debería emprender
acciones implicando al máximo de agentes (departamentos, áreas, entidades,
instituciones, etc) que trabajan en el campo de acción o en la problemática
abordada, fomentando de ese modo, el trabajo en red.
9. Pluralismo: Un elemento
fundamental de la intervención social en este campo es la consideración del
conflicto y la diversidad como elementos consustanciales de los procesos
sociales, que pueden constituir fuentes importantes de creatividad y
enriquecimiento social.
Las actuaciones no
deben pretender, por lo tanto, evitar u ocultar dichos conflictos, sino aprender a
gestionarlos y a positivizarlos. Ello implica ajustar la acción a la diversidad de
posiciones, intereses, perspectivas, etc., sin homogeneizar planteamientos ni
soluciones.
Estos nueve ejes
constituyen, a nuestro parecer, los criterios fundamentales que nos han de
permitir identificar aquellas prácticas significativas, que introducen elementos
innovadores en la lucha contra la exclusión social, que adoptan enfoques que
se constituyen referentes, en definitiva, que arrojan luz al conocimiento
acumulado sobre la intervención en dicho campo.
Y es precisamente
en este último aspecto donde recae la importancia y existencia de catalogar,
listar, acumular o aunar el conjunto de buenas prácticas llevadas a cabo en el
marco de la lucha contra la exclusión social dentro de un espacio de reflexión,
interacción y difusión. Esto es, un Banco de Buenas Prácticas. La idea de fondo
que subyace en dicho instrumento es que historias de caso cuidadosamente
documentadas pueden proveer excelentes guías para la planificación y
ejecución de nuevos proyectos.
La agenda que
proponemos debería caracterizarse por contener un enfoque multidisciplinar y
multifactorial que permitiera abordar la exclusión social desde todas las
dimensiones sectoriales y temáticas implicadas. Y es que no podemos olvidar
que en la lucha contra la exclusión es importante no sólo el qué se hace sino
también el cómo se hace, esto es, las formas de trabajar y abordar las
dinámicas y situaciones de exclusión.
Los seres humanos
y sus relaciones sociales deberán ser cada vez más el centro de atención. La
ciudadanía no podrá ser sólo el resultado de "más y/o mejor mercado" o de
"más y/o mejor estado". El ciudadano no es sólo un productor con derechos
políticos o sociales. Las personas somos ciudadanos en la perspectiva política,
económica, social y cultural, y en cada una de esas perspectivas la concreción
de esa ciudadanía puede ser distinta. Pero, el punto de conexión será la calidad
de vida, el reconocimiento de la persona en su globalidad, y su concreción en
su capacidad de comunicación, en las relaciones que tenga y pueda tener. La
exclusión no puede ser entendida sólo como carencia de bienes o como
desigualdad, sino también y sobre todo como aislamiento, como falta de
entramado relacional, como falta de oportunidades de comunicarse e intervenir.
Somos y seremos
ciudadanos por nuestras relaciones, no por mera pertenencia o concesión.
Reforzar nuestros vínculos sociales de confianza, reforzar nuestra
comunicación-participación, nuestra articulación social y nuestra autonomía,
nos hará más fuertes en esas nuevas formas de democracia y participación que
se apuntan.
En consecuencia,
este Observatorio Parlamentario pretende articular las acciones del Estado a
través de sus distintas organizaciones con las de la sociedad civil para dar una
respuesta integradora que pueda consolidarse en un Plan Nacional de Inclusión
Social de aplicación efectiva en todo el territorio nacional.
La Argentina como
los demás países latinoamericanos debe involucrarse en la lucha contra la
pobreza. Según dato del INDEC del primer semestre 2007, el 23% de los
argentinos es pobre y el 8,2 % es indigente; y 4 de cada 10 niños integran una
familia pobre.
Por las razones
expuestas, solicito la aprobación del presente Proyecto de Ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
FABRIS, LUCIANO RAFAEL | CHACO | UCR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |
PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO |