La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que con la intervención del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y Ministerio de Economía y Finanzas de la Nación, sus Secretaría de Comercio Interior y Secretaría de Comercio Exterior:

1- Proceda a incentivar y autorizar, a la mayor brevedad posible, la importación de trigo a los molinos harineros nacionales.

2- Que el destino del trigo que se importe para la elaboración de harinas de distinto tipo sea destinado a la comercialización en el ámbito de la República Argentina, exclusivamente.

3- Que se impida hasta el 30 de noviembre de 2013 la exportación de harinas, salvo el cumplimiento de contratos anteriores a la fecha de la presente resolución, y siempre que se elabore con trigo de origen nacional.

4- Que toda importación de trigo en el período que se desarrolle desde la actualidad hasta el 30 de noviembre de 2013 se le otorgue un subsidio igual, en porcentaje, a la retención que por exportación de ese producto estuvo vigente durante la campaña actual, sumado a los gastos de logística y flete del cereal hasta el Puerto Argentino, desde su origen en el puerto internacional que se encuentre el producto.

Señor presidente:

La magra campaña de siembra y cosecha de trigo correspondiente al ciclo 2012-2013 se debió a una significativa reducción del área de siembra y a muy malas condiciones de sanidad debido a humedad en exceso que afectó los sembradíos con hongos y otras enfermedades. Así la campaña terminó con muy bajos rendimientos y calidad deficiente.

Concordante con lo que afirmamos la producción de este ciclo se caracterizó por ser la cosecha de menor volumen en la historia en Argentina, llamado el granero del mundo en otros tiempos. El déficit en la siembra, sin lugar a dudas, se debió al desaliento total del productor debido a las diversas medidas tomadas desde el gobierno en campañas anteriores y por cierto al nulo incentivo por parte del Estado. Al momento de la siembra, los productores afectados por una cosecha gruesa que sufrió la peor sequía de los últimos cincuenta años, cualquier cálculo de proyección para el trigo arrojaba serias pérdidas al final del ciclo. Nadie en el gobierno se dio por enterado del quiebre en las finanzas de muchos productores.

En el ciclo 2012-2013 se sembraron 3.400.000 hectáreas y la producción fue de aproximadamente 8.000.000 de toneladas. El promedio, en los últimos años, superaba las 5.000.000 de hectáreas sembradas y con producción que rondaba los 15.000.000 de toneladas.

Lamentablemente debemos afirmar que las políticas, para este producto específico, han sido absolutamente desacertadas y como consecuencia de ello el abandono del trigo como objetivo de producción por parte del hombre de campo. Situación similar se atravesó con la Ganadería, con una disminución significativa de cabezas de ganado vacuno y también debemos señalar un serio estancamiento en la producción lechera.

En este momento el país está viviendo una grave emergencia por la falta de disponibilidad de trigo lo que ha provocado fuertes subas que se trasladan necesariamente al producto principal, o sea harina, y finalmente a productos básico de la alimentación de la población, sufriéndolo especialmente los sectores de más bajos ingresos. Nos referimos a pan y pastas.

En el proyecto de resolución se recomienda la limitación a la venta de harinas fuera del país, actividad que fuera promocionada por la Secretaría de Comercio en los últimos años, pero cuidando muy celosamente que se cumplan los contratos firmados con anterioridad, con la finalidad de no lesionar o afectar la confianza de los compradores externos.

Por lo demás, en razón de equidad, justicia, y razonabilidad y a cargo del Estado, debe devolverse a estas importaciones, en porcentaje, las retenciones que se aplicaron en esta campaña a la exportación, igualmente y por razones económicas internas, para el precio final, deberá hacerse efectiva la restitución de los costos de logística y flete de la importación hasta la llegada del producto a puerto argentino. En caso de no aplicarse este tipo de compensaciones nos encontraríamos con un muy alto costo del trigo traído de mercados externos y por lo tanto seguirá repercutiendo en el precio final del producto elaborado, con perjuicios para la población.

Las medidas solicitadas deben ponerse en vigencia a la mayor brevedad posible para evitar un mal de mayor gravedad.