La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de los organismos correspondientes, contemple la posibilidad de incluir el concepto de economía ecológica en los diversos programas productivos regionales.

Señor presidente:

La economía ecológica es una rama de la teoría económica, también conocida como teoría del desarrollo humano o economía del bienestar natural, que asume una relación inherente entre la salud de los ecosistemas y la de los seres humanos. En ocasiones se menciona como "Economía Verde", y se encuentra en amplio contraste con otras escuelas de pensamiento en el seno de la economía. En tal sentido los llamados economistas verdes suelen tomar con frecuencia posturas más radicales que las que se encuentran entre la más convencional economía ambiental con respecto al crecimiento económico.

El argumento primario de la economía ecológica que la separa de la teoría económica, podría resumirse en la asunción de la economía en sí misma como un subconjunto estricto de la ecología, ya que esta última analiza las transacciones de materia y energía de la vida sobre la Tierra, y la economía humana está por definición contenida en este sistema.

El origen de la economía ecológica, como un campo específico per se, se atribuye al ecologista y profesor de la Universidad de Vermont, Robert Costanza, quien fundó la Sociedad Internacional para la Economía Ecológica y llevó a cabo gran parte de la investigación fundacional desde la Universidad de Maryland.

Desde entonces, la racionalidad y el paradigma de la economía ecológica apuntan a un proceso social tendiente a revertir el creciente agotamiento de los recursos y la degradación de la energía disponible a través de la conservación de las estructuras materiales, ecológicas y culturales capaces de generar un desarrollo biológico y socio histórico sostenible.

Esta disciplina científica, persigue la incorporación de las variables ambientales a los modelos de gestión de recursos económicos. Es una perspectiva, a diferencia de lo que en la literatura se conoce como economía medioambiental, con implicaciones no sólo en la escala económica sino también en la social, política y ambiental, que permiten definir y defender un nuevo modelo de desarrollo que garantice simultáneamente el equilibrio económico y ecológico.

Efectivamente, las dos piedras angulares sobre las que se edifican las propuestas económico-ecológicas sostienen que las actividades económicas ocurren, necesariamente, en conexión con los sistemas naturales y que, en razón de ello, todas las leyes y procesos que ocurren en esos sistemas ecológicos, como la Ley de la Entropía, deben ser variables independientes en todo modelo de desarrollo.

Los economistas tradicionalmente incorporan la naturaleza dentro de su función de producción de dos formas distintas: o bien bajo la categoría de tierra o bien bajo la categoría de recursos naturales. La economía ecológica, analiza directamente las características intrínsecas del entorno natural y evalúa el papel que cada una de sus partes juegan en el mantenimiento de la biosfera y de la vida humana.

Consecuentemente, el objetivo de la economía ecológica es satisfacer las necesidades humanas sin deteriorar el entorno físico sobre el que se desarrollan las actividades económicas con el objetivo de hacer perdurables los sistemas productivos.

Los frecuentes avisos referidos a que el sistema ecológico global de vida está comprometido, indican que los manejos de los recursos tomados sobre la base de criterios locales, limitados y cortoplacistas provocarán resultados nefastos en el largo plazo. La economía ecológica constituye un nuevo enfoque de estudio y constituye un campo transdisciplinario que se ocupa de las relaciones entre sistemas ecológicos "de cambio lento" y sistemas económicos "de cambio rápido". Estas relaciones son centrales en muchos de los problemas actuales de la humanidad y en la construcción de un futuro sustentable, pero no son encarados en forma suficiente por ninguna disciplina existente.

Por las razones expuestas, señor Presidente, solicito el acompañamiento de mis pares para la consideración y aprobación de la presente iniciativa.