PROYECTO DE TP
Expediente 4920-D-2014
Sumario: RENDIR HOMENAJE AL GENERAL JUAN SAA, AL CUMPLIRSE EL 130° ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO, OCURRIDO EL DIA 6 DE JULIO DE 1884 EN LA LOCALIDAD DE VILLA MARIA , PROVINCIA DE CORDOBA,
Fecha: 24/06/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 72
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Rendir sentido homenaje al general Juan Saá,
de quien se cumple el 130º aniversario de su fallecimiento, ocurrido en la localidad de Villa
María (Cba.), el 06 de julio de 1884.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Entre los caudillos que la provincia de San
Luis aportó a la causa federal, pocos tuvieron la trascendencia de Juan Saá, y sin duda el
único con proyección internacional.
Su destacada actuación en el campo político y
militar de nuestro país durante el siglo XIX, lo convirtió en uno de los referentes del
federalismo argentino contra el liberalismo mitrista que desde Buenos Aires se extendía a
todo el territorio nacional.
Su compromiso ideológico trascendió los
límites de nuestro país, llevándolo a prestar servicios militares en el entonces Estado
Oriental del Uruguay contra la revolución liberal ocurrida en 1864 y 1865, motivo que le
costó la pérdida de la ciudadanía argentina.
Nació en San Luis en 1818. Su padre, José de
Saá, que ejercía el comercio en Buenos Aires, había sido desterrado por el gobierno
porteño, medida adoptada contra los peninsulares en los sucesos que siguieron a la
Revolución de Mayo. Establecido en Achiras (Cba.), se dedicó a la docencia, y conoció a
Jacinta Domínguez, puntana, con quien se casó en la Capilla de San José del Morro hacia
1816, matrimonio del que nacieron Francisco, Juan y José Felipe.
Aunque en su juventud se enroló en las filas
unitarias, como ocurrió con otros caudillos, pronto comprendió el significado y la necesidad
de sostener las banderas del federalismo.
Su primera aparición pública data de 1836,
oportunidad en que fue calificado como "unitario" en el listado del Juez de Paz del Cuartel
Nº 4 de la ciudad de San Luis, donde también figuraban sus hermanos Felipe y Francisco.
Sin embargo, no será hasta 1840 que su
figura alcanza notoriedad en el ámbito local, cuando participa decididamente en la
revolución unitaria del 11 de noviembre que destituye al gobernador de San Luis, coronel
José Gregorio Calderón.
Como resultado de la misma, el capitán Juan
Saá, fue incorporado al "Escuadrón de Voluntarios" de reciente creación, cuyo jefe era
Manuel Baigorria. En el desempeño de este cargo, intervino en la defensa del Cuartel de
Renca, donde había sido destinado su escuadrón.
El 02 de enero de 1841, participa en el
combate de "Las Quijadas" (SL), donde el general José Félix Aldao derrota al coronel
Eufrasio Videla, dando por tierra la revolución que este había encabezado dos meses atrás.
Concluida así la revolución, se refugia -junto
con sus hermanos- en las tolderías ranquelinas del cacique general Painé.
Indultado en octubre de 1846 por el
gobernador Pablo Lucero, vuelve con sus hermanos a San Luis, siendo incorporado a la
guarnición de San José del Morro, entonces asiento de la Comandancia de la Frontera Sur
provincial.
En 1847 combate a los ranqueles en "Laguna
de Talca".
Convertido al federalismo, sostiene al
gobernador Lucero contra la revolución que en 1848 encabezaron unitarios y federales
disidentes.
Al año siguiente, participa en el combate de
"Laguna Amarilla" (Cba.) como agregado a una compañía de 40 efectivos al mando del
capitán Isidoro Torres del Regimiento "Dragones de la Unión", que venció a 200 indígenas
a órdenes del cacique Quichusdeo. El enfrentamiento terminó con la muerte de 9 soldados
y 14 indios.
En 1855 fue reconocido como teniente
coronel del Ejército de la Confederación.
Como Jefe del Regimiento de Guardias
Nacionales de San José del Morro, asiste a la fundación de Fuerte Constitucional (Villa
Mercedes) el 1º de diciembre de 1856. También se desempeña como Comandante
Principal del 3º Departamento (Pedernera) con asiento en San José del Morro.
En julio de 1859, es jefe accidental de las
fuerzas movilizadas al Fuerte Constitucional con motivo de la formación del Ejército de
Reserva, que a órdenes del brigadier general Juan E. Pedernera, se reunía en Río IV para
asistir a la batalla de Cepeda (23/10/59).
Ya coronel, en diciembre de 1859, apoya la
destitución del gobernador interino Juan P. Calderón por la fraudulenta elección de
diputados provinciales, encargándose de recorrer la campaña para asegurar el orden y la
buena administración, y reponer en sus cargos a los comandantes de los departamentos
2º (Pringles) sargento mayor José Felipe Saá, 7º (Ayacucho) coronel Juan Francisco Loyola
y 8º (Belgrano) teniente coronel Máximo Laconcha, además de los nuevos comandantes
de los departamentos 4º (Chacabuco) coronel Nicasio Mercau y 5º (San Martín) José
Gregorio Cordón.
Contando con el apoyo del gobernador
interino, Luis Maldonado, la legislatura que preside Francisco J. González Pena, lo elige
gobernador de la provincia de San Luis.
El 05 de marzo de 1860 asume el cargo, y
designa ministro de gobierno al prominente doctor Carlos J. Rodríguez.
En julio, se traslada a Mendoza para convenir
el "servicio y perfecta seguridad" de las fronteras.
El 23 de agosto, el coronel José Iseas, jefe
del Regimiento de Caballería N° 4 de Fuerte Constitucional y agente del mitrismo porteño
en la provincia, se pronuncia contra el gobernador constitucional, debiendo el coronel Saá
delegar el ejecutivo provincial en el Inspector Gral. de la Guardia Nacional, coronel Carmen
José Domínguez, para reprimir la sublevación.
Dos días más tarde, en las inmediaciones de
Fuerte Constitucional, las fuerzas del coronel Juan Saá, secundado por Felipe Saá al mando
del ala derecha de la formación con dos regimientos de caballería, Moisés Mendoza al
mando del centro con dos batallones de infantería, José L. Gallardo al mando del ala
izquierda con dos regimientos de caballería y Juan F. Carmona con la reserva y escolta,
derrotan a los efectivos sublevados por el coronel Iseas, quien se retira al Fuerte 3 de
Febrero sobre el río V en Córdoba.
Sometidos a proceso los sediciosos, el
gobernador solicita al Superior Tribunal de Justicia el sobreseimiento de los participantes.
Actitud entre las que encuentra el doctor Nicolás Jofré para definirlo como "un tipo altivo,
valiente, generoso y nobilísimo: quizás su bondad era un defecto".
Un hecho que repercute en la política nacional
y proyecta la figura de Juan Saá en nuestro país, es la intervención federal a la provincia
de San Juan con motivo del asesinato de su gobernador, el coronel José Antonio Virasoro,
ocurrido el 16 de noviembre de 1860.
Nombrado interventor, la legislatura puntana
le concede licencia para ausentarse y designa gobernador interino al doctor Rodríguez,
inmediatamente sale para Mendoza con dirección a San Juan solo acompañado de una
pequeña escolta, por haber licenciado las tropas como muestra de voluntad pacífica, no
obstante, ante la resistencia del nuevo mandatario sanjuanino, doctor Antonino Aberastain,
se ve forzado a reunir 1.000 efectivos de milicias provinciales (700 puntanos de caballería
y 300 mendocinos de infantería y artillería).
Luego de asumir el mando de la provincia
desde Guanacache, ahora acompañado de Carmen J. Domínguez como Jefe de Estado
Mayor, se presenta en Rinconada del Pocito el 11 de enero de 1861, confiando el ala
izquierda (caballería) a Felipe Saá, el centro (infantería y artillería) a Francisco Clavero, el
ala derecha (caballería) a Feliciano Ayala y la reserva a Agustín Lucero. Luego de un
encarnizado combate de tres horas, las tropas sanjuaninas de Aberastain son
completamente derrotadas.
Al día siguiente, el interventor entra en la
ciudad de San juan para restablecer el orden, oportunidad en que el teniente coronel
Clavero, a cargo de los prisioneros que venían relegados, ordena el fusilamiento de
Aberastain por organizar un intento de alzamiento.
El 20 de marzo, un terremoto de proporciones
azota la ciudad de Mendoza y sus alrededores, provocando un saldo de 6.000 muertos, lo
que representa una tercera parte del total de la población. Inmediatamente, el gobierno
puntano colabora con dinero, medicamentos, ropa y ganado, además de enviar una
Comisión de Sanidad.
No había pasado un año desde el
pronunciamiento del Cnl. Iseas, que en mayo de 1861, persiste en su actitud destituyente
contra el gobernador, pero esta vez planificando un atentado contra su vida, que fracasa
por descubrírselo a tiempo. Este episodio, adquiere una magnitud que trasciende la
institucionalidad de la provincia, ya que el Cnl. Iseas se refugia en la provincia de Córdoba
con la protección del gobernador Félix de la Peña, motivo por el que Saá formaliza su
reclamo y moviliza 2.000 hombres que sitúa en la frontera de ambas provincias, por lo que
el presidente Derqui decide la intervención federal a Córdoba.
Ambos hechos, tanto el de la intervención a
San Juan como el del conflicto con Córdoba, se convertirán en causas detonantes de la
batalla de Pavón, epílogo del enfrentamiento entre la Confederación y Buenos Aires, donde
se define el modelo de país que seguirá y que tuvo como uno de sus protagonistas a Juan
Saá.
Convocado por Derqui a participar de este
importante acontecimiento de nuestra historia, reúne 1.500 hombres de caballería y sale
de San Luis el 13 de junio hacia La Carlota en
Córdoba, dejando la gobernación en manos
del Cnl. Domínguez, interinato que se extenderá por más de cuatro meses hasta su
regreso de Pavón.
Al organizarse el Ejército del Centro, que
junto al del Litoral formaba las fuerzas de la Confederación, es nombrado Jefe del 2do.
Cuerpo, constituido por la Guardia Nacional de San Luis, las fuerzas del departamento de
Río IV y los regimientos de caballería Nros. 3 de San Rafael, 4 de Fuerte Constitucional y 7
de Tres de Febrero, este último, al mando del Cnl. Baigorria, que enemistado con Saá, se
pasó a las filas de Bs. As.
El 10 de agosto, es promovido a coronel
mayor, equivalente a general.
Fracasadas las gestiones de paz, los ejércitos
de la Confederación y de Buenos Aires, se enfrentan en las inmediaciones del arroyo Pavón
el 17 de septiembre de 1861. El Gral. Saá, al mando del ala izquierda, integrada por tres
divisiones de caballería a órdenes del Juan Pablo López, Ricardo López Jordán y del propio
Juan Saá, secundado por los coroneles Bartolomé Quiroga y Feliciano Ayala, derrota al
Gral. Venancio Flores, quien mandaba el ala derecha de Buenos Aires integrada por cinco
divisiones de caballería, reeditando así "sus célebres cargas de formidable sableador
llevando sus escuadrones a la victoria, más, como su jefe el cien veces invicto general
Urquiza cedió las palmas del triunfo al gobernador de Buenos Aires general Mitre, Saá se
retiró del campo de batalla sin otros laureles que los que había recogido al frente del ala
izquierda que comandara con valor y empuje" dice Reynaldo A. Pastor en "San Luis, su
gloriosa y callada gesta".
Viendo que el triunfo porteño de Mitre no era
decisivo, Derqui intentó resistir con el apoyo incondicional de Juan Saá, a quien invistió
como general en jefe del Ejército del Centro y promovió a brigadier general, máximo del
escalafón.
Con la defección de Urquiza y la consiguiente
caída de Derqui, Saá se convenció que toda resistencia sería ya inútil, motivo por el que
regresa a San Luis con la División Puntana, donde presenta su renuncia al cargo de
gobernador el 07 de diciembre, manifestando a la Legislatura que había "defendido con los
elementos del país la suprema autoridad legal que los pueblos se habían dado y
reconocido hasta donde me ha sido posible".
Como su presencia molestaba al nuevo orden
instaurado desde Buenos Aires, se alejó por Mendoza refugiándose en Chile. Interpelado
entonces por el doctor Rodríguez sobre los motivos que lo llevaron a dimitir, señaló "que
no quería ser la causa de males que debían sobrevenir a la provincia con su permanencia
en el mando; que, triunfante la revolución de Córdoba, el general Mitre era dueño de la
República, y no quería él ser un obstáculo a la paz general del país".
No obstante, su legado seguirá vivo por
muchos años, en 1863, Manuel Taboada escribía a Mitre: "San Luis tiene en sus masas el
espíritu de Saá" y el periódico mitrista "El Porvenir" se escandalizaba porque "el retrato de
Juan Saá se pasea triunfante por algunos puntos de la campaña y es acogido con grandes
aplausos y fiestas".
Luego de recorrer diversos países, arriba al
Uruguay, donde presta servicios militares al presidente Atanasio de la Cruz Aguirre contra
la revolución colorada (liberal) encabezada por el Gral. Venancio Flores para destituirlo.
Entre sus múltiples acciones, se destacó por organizar una campaña en apoyo de los
sitiados por el Gral. Flores en Paysandú en
diciembre de 1864, y al mes siguiente, por
asumir -con 4.000 efectivos- la defensa militar de Montevideo contra las tropas
revolucionarias.
Sin embargo, en ambas orillas del río de la
Plata nada era favorable a las banderas del federalismo, el mismo presidente Mitre
apoyaba a los revolucionarios uruguayos, por lo que Juan Saá pierde la ciudadanía
argentina.
Regresó al país recién en marzo de 1867,
cuando procedente de Chile llegó a Mendoza con motivo de la "Revolución de los
Colorados" de Cuyo, considerada como el último alzamiento federal en el oeste del país,
que logró controlar las provincias de Mendoza, San Juan, San Luis y La Rioja, con
posibilidad de extenderse a Catamarca y Córdoba. El 29 de marzo, asume la jefatura del
Ejército Federal integrado por 3.500 hombres, y el 1° de abril de 1867 se enfrenta con la
1ra. División del Ejército del Interior en la decisiva batalla de San Ignacio (SL). Las tropas
nacionales, al mando del coronel José M. Arredondo, fueron favorecidas por la calidad de
sus armamentos y la superioridad organizativa de sus tropas de línea. Principiando la
acción, el ala derecha federal al mando de Felipe Saá, logra dispersar a los regimientos de
caballería Nros. 4 y 8 del ala izquierda nacional a órdenes de José Iseas, pero la tenacidad
de los batallones de infantería de la 2da. Brigada al mando de Luis M. Campos que
formaban en la misma izquierda y los de la 3ra. Brigada a órdenes de Teófilo Ivanowsky
del ala derecha definen la suerte de las armas a favor del Ejército del Interior.
Derrotada la "Revolución de los Colorados" en
San Luis, Juan y Felipe Saá se alejan por Mendoza para exiliarse nuevamente en Chile.
Felipe regresa luego de diez años, y Juan en 1880, con motivo de la muerte de aquel.
En junio del mismo año, se presenta en
Belgrano para manifestar su apoyo al presidente Avellaneda por la revolución que
encabezaba el gobernador Tejedor.
En 1881 solicita su rehabilitación ciudadana,
ya que un grupo de entusiastas seguidores de sus ideales proponía su candidatura a
gobernador, siendo ésta su última actuación pública.
El general Juan Saá, "Lanza Seca" para los
porteños, falleció en Villa María (Cba.) de regreso a San Luis el 06 de julio de 1884.
Había contraído nupcias con Rosario Lucio
Lucero, matrimonio del que nacieron Juan, Luisa, Teófilo y Josefina.
En su honor, la Escuela Nº 228 de Algarrobos
Blancos y dos calles de la capital puntana y de Villa Mercedes llevan su nombre.
Con motivo de cumplirse el 130º aniversario
de su fallecimiento, tenemos el propósito de renovar nuestro homenaje a modo de
gratitud.
Por ello solicito a mis pares me acompañen en
la aprobación de este proyecto de resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | COMPROMISO FEDERAL |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia) |