PROYECTO DE TP
Expediente 4911-D-2007
Sumario: DEROGACION DEL DECRETO 4 DEL MES DE OCTUBRE DE 1917 POR EL QUE SE INSTITUYO AL 12 DE OCTUBRE COMO DIA DE LA RAZA, SE ESTABLECE EL 12 DE OCTUBRE COMO DIA DE DUELO NACIONAL Y REFLEXION POR LA AGRESION QUE SUFRIERON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DE AMERICA.
Fecha: 11/10/2007
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 139
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1º: Queda derogado el
Decreto Presidencial del 4 de octubre de 1917 por el cual se instituye el 12 de
octubre como "Día de la Raza".
Artículo 2º: En concordancia con
uno de los puntos establecidos en el articulo 75 Inc. 17 de la Constitución
Nacional, se establece el 12 de Octubre como día de duelo y reflexión por la
agresión sistemática de la que fueron victimas los pueblos originarios.
Artículo 3º: Comuníquese al
Poder Ejecutivo
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Una vez más desde este bloque
político se propone a la H. Cámara de Diputados la sanción de una ley que
refleje el histórico reclamo efectuado por los pueblos originarios y otros
sectores de la sociedad.
Entendiendo que esta petición
fue ampliamente considerada en la iniciativa presentada por la Diputada Elisa
Carca (MC) en el año 1996, hago mía su propuesta legislativa.
Podría exponer aquí mis
consideraciones y también incorporar al relato aquellas situaciones que, al ser
posteriores, no fueron contempladas en su momento. Pero entiendo que no
sería correcto ni ético desconocer lo hecho, mucho más cuando lo que se
propone es un acto de justicia y reconocimiento. En este mismo sentido quiero
recordar que la iniciativa de la Diputada Elisa Carca fue acompañada por los/as
Diputados Nacionales (MC) Ramón Cross, Raquel Roberti, Juan Pablo Cafiero,
Lilián del Fabro, Héctor Polino, Juan Pablo Baylac, Rodolfo Rodil y la Diputada
Nacional Elisa Carrió y destacar que en todo momento hubo legisladoras y
legisladores que alzaron su voz y acercaron propuestas para acompañar el
reclamo y la acción de aquellas personas comprometidas con esta tarea de
reparación histórica.
También considero justo destacar
que el hecho de coincidir plenamente con lo propuesto y dicho en el proyecto
en cuestión, no implica el desconocimiento de la figura del Presidente Hipólito
Irigoyen. En verdad considero que el dictado del decreto presidencial que
instituye el 12 de octubre como "Día de la Raza" es uno de los tantos
resultados crueles de ese largo proceso de destrucción cultural, proceso que
trasciende a las personas y que hoy intentamos revertir.
Concluida esta aclaración,
transcribo los fundamentos del mencionado proyecto.
"En primer lugar, queremos dejar
en claro que la propuesta de derogación del decreto presidencial firmado el 4
de octubre de 1917 no pretende crear antagonismos ni nuevos
enfrentamientos entre las distintas culturas participantes de este largo y
violento proceso que culminó con la sociedad que hoy habitamos y el sistema
que nos rige. Sin lugar a dudas, los aportes de ambas partes fueron útiles para
nuestro desarrollo y para la construcción de este país; pero también sin lugar a
dudas el proceso de conquista y colonización del continente americano
constituyó uno de los mayores genocidios de la historia universal.
Frente a nuestra propuesta,
habrá quienes sostengan que carece de sentido reabrir esta polémica, que
pasaron más de 500 años, que hoy la legislación y nuestra Constitución
establecen el respeto de las culturas y reconocen la preexistencia étnica de las
comunidades aborígenes. También habrá quien sostenga -y es cierto- que, a
través del tiempo y en muchísimos casos, las culturas existentes fueron
formando parte de un proceso de integración y que basándonos en ello,
respetando los derechos inherentes a cada ser humano en particular y a cada
pueblo en general, podremos desarrollar una sociedad justa.
Ante esto quisiéramos aclarar
que no pretendemos reabrir una polémica -que en realidad nunca fue cerrada-
; que no pretendemos desconocer ese proceso de integración; que creemos
firmemente en el desarrollo de esa sociedad justa, pero que también sabemos
que es necesario transitar los caminos de reparación histórica, que es
imprescindible hacer un reconocimiento de lo que pasó, que no podemos
condenar a los pueblos originarios ni a nosotros mismos a conmemorar como
Día de la Raza o "encuentro de dos culturas" aquella fecha que dio inicio al
mayor genocidio ocurrido en nuestro continente.
La conquista y colonización del
continente americano por parte de las grandes potencias europeas se produce
entre los siglos XV y XVII. El imperio español, tomando como basamento
jurídico la concesión que hace el Papa Alejandro VI a través de las bulas de
donación, fue el primero en dar este paso de expansión, siguiéndolo en un
período corto de tiempo Portugal y Francia. Posteriormente se sumaron a esa
"cruzada" Inglaterra y Holanda.
Este supuesto "descubrimiento"
constituyó un verdadero proceso de colonización en el que los imperios
participantes no dudaron en violar sistemáticamente los derechos de los
pueblos preexistentes en general y de las personas en particular. Los
conquistadores desconocieron las culturas, los derechos y hasta llegaron a
dudar de la condición de seres humanos de quienes fueron los primeros
habitantes de este continente.
El imperio español intentó un
"reordenamiento" de las culturas conquistadas y este "reordenamiento" se
basó en la violación sistemática de los derechos, en la explotación, la
esclavitud y en ala acumulación de metales preciosos y demás bienes del
continente americano.
Esta sistemática explotación -
cuyos mayores exponentes fueron los sistemas de mita y encomienda- no sólo
es condenado en la actualidad, ya entonces provocó serios enfrentamientos
entre sus artífices, sean ellos conquistadores o evangelizadores. Bartolomé de
Las Casas, permanentemente, condenó la explotación de los indígenas,
reivindicó sus derechos, hizo público el accionar de eclesiásticos y de enviados
de la corona y bregó por terminar con la esclavitud y el saqueo.
En la primera mitad del siglo XVI,
el imperio español, a través del régimen de la mita, desarrolló el atesoramiento
de oro y plata. En este contexto, México, el Perú y Nueva Granada fueron
tomados y crecieron como centros de producción mientras que Paraná, La
Española y cuba fueron organizados como hitos del sistema de transporte
trasatlántico. Por su parte, Chile, Buenos Aires, Paraguay, el norte mexicano,
La Florida y Venezuela fueron convertidas en un verdadero cerco de
guarniciones defensivas destinadas a impedir incursiones de las restantes
potencias europeas y "estabilizar" las fronteras indígenas. Se calcula que entre
1503 y 1660 los españoles sustrajeron del continente americano cerca de 180
toneladas de oro.
Pero, como ya dijimos, no fue
sólo el imperio español quien participó y desarrolló este sistema colonialista
basado en la esclavitud y el saqueo.
Desde finales del siglo XVI, Gran
Bretaña comenzó a desplazar virtualmente los Ibéricos de su posición
hegemónica en la conquista y colonización. Debido a esto, España y Portugal
intentan, por todos los medios, recuperar el terreno perdido. Este proceso
culminará con la liberalización de sus reglamentos comerciales en relación con
sus colonias (Fines del siglo XVIII). Pero, contrariamente a lo esperado, las
reformas borbónicas sólo sirvieron para acelerar aquel proceso que culminaría
con el triunfo de los movimientos independientes de principios del siglo
XIX.
España y Portugal no lograron
enfrentar las tareas de una industrialización autónoma, así, el proceso de
reorganización del mundo durante la época industrial -a partir del siglo XVII-
estará dirigido por las naciones con un mayor desarrollo de sus fuerzas
productivas: Inglaterra, Francia y Holanda.
Este proceso de conquista y
colonización continúa hasta nuestro siglo, interviniendo en él las distintas
potencias europeas que hacen del continente americano el eje de sus disputas
por el dominio económico.
Señor Presidente, podríamos
seguir narrando y recorriendo, a través de la letra, el distinto accionar de los
colonizadores; podríamos desarrollar y comparar las diferentes posturas y
hacer de estos fundamentos una recopilación histórica que desviaría el centro
de la discusión y desvirtuaría la propuesta. Lo que hoy nos ocupa es dar un
paso más en este camino de reparación histórica iniciado con la recuperación
del sistema democrático, en diciembre de 1983. Lo cierto es que nadie
desconoce la violación sistemática de derechos que caracterizó el proceso de
conquista y colonización del continente americano; nadie desconoce el
sometimiento al que fueron condenadas las poblaciones aborígenes; ni que se
les negó el derecho de pensar, de obrar, de creer, de ser... Se llegó al punto
de desconocer su condición humana, brindándoles peor trato que a los
animales ya que el costo de la "adquisición" y "mantenimiento" de los
indígenas era menor. Nadie puede negar el genocidio ni que a lo largo de todo
este proceso fueron asesinados más de 60.000.000 de aborígenes, que las
familias fueron desintegradas, sus tierras usurpadas y su cultura
ignorada.
En lo que respecta a la
usurpación de tierras, queremos destacar también que, aún hoy y pese a lo
establecido por la Constitución, las leyes y los convenios Internacionales, un
gran porcentaje de comunidades aborígenes siguen condenadas a mendigar
que les entreguen lo que les pertenece y también a migrar según sean las
decisiones y los intereses del poder de turno. Obviamente este proceso de
marginación, hambre y desconocimiento tiene su arraigo en un sistema
educativo caracterizado por planes de instrucción que priorizan los intereses y
valores europeos por sobre los netamente americanos y aún por sobre los
argentinos. Por ejemplo, los alumnos de las escuelas de esta democracia
siguen recibiendo información distorsionada y carente de cualquier tipo de
análisis valorativo, histórico o social, en el que importa más la cantidad de
"indios malos" que fueron vencidos y muertos que la realidad que caracterizó y
caracteriza todo el proceso de conquista y colonización".
La aprobación de este proyecto
significaría, al menos, terminar con la afrenta que significa conmemorar
festivamente la fecha que marca el inicio del genocidio, el saqueo y el
desconocimiento del derecho de los pueblos.
Firmante | Distrito | Bloque |
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TATE, ALICIA ESTER | SANTA FE | UCR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LEGISLACION GENERAL |