PROYECTO DE TP
Expediente 4891-D-2014
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR EL COMERCIO ILEGAL DE ESPECIES SILVESTRES PROVENIENTES DEL NORTE DE NUESTRO PAIS.
Fecha: 23/06/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 71
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar su extrema preocupación ante
el comercio ilegal de especies silvestres provenientes del Norte de nuestro país; las
cuales se venden en mercados urbanos y muchos ejemplares se envían al exterior.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El comercio ilegal de especies silvestres
amenazadas es uno de los más rentables y menos controlados del país; se venden en
mercados urbanos y muchos ejemplares se envían al exterior
CORRIENTES.- En una casilla precaria,
a 20 km de La Armonía, en las entrañas del Gran Chaco, Rubén G. reconoce que se
adentra en las noches en el monte para cazar y alimentarse. Una mulita, un conejo
de los palos, una comadreja son para él fuente de proteínas. Su cuerpo exhibe
mordidas y picotazos de aves, producto de sus capturas. El resto de la fauna, viva o
muerta, que extrae y que cede a acopiadores por pocos pesos supone su otra
fuente de subsistencia marginal.
Si bien su caso es extremo, aunque no
aislado entre la indigencia del norte argentino, reservorio de la mayor biodiversidad
del país, su accionar explica el primer eslabón de una depredación "silenciada" e
impune: el tráfico ilegal de especies silvestres amenazadas.
Imposible de cuantificar por falta de
estadísticas, los expertos, sin embargo, aseguran que la tasa de extracción es tan
grande que diezma el patrimonio natural. Ese tráfico es señalado por Interpol como
el ilícito que más dinero mueve en el mundo, detrás del tráfico de drogas y armas.
Dónde lo ubica la Argentina es una incógnita, según coinciden ONG y dependencias
gubernamentales. Aunque las mismas fuentes advierten que la alta complejidad de
estos delitos, sancionados por la ley 22.421, de conservación de fauna silvestre,
está emparentada con el tráfico de drogas y su abordaje debería combatirse con
una metodología similar al de la trata de personas.
El comercio ilegal está
tan diversificado -dicen en la Fundación Vida Silvestre- que la captura de ejemplares
vivos abastece a los mercados interno y foráneo para el mascotismo y a
coleccionistas privados desvelados por las raras avis. También nutre el circuito de
zoológicos clandestinos, provee de animales muertos a anticuarios, al mercado
oriental de medicinas alternativas; aporta pieles y cueros de felinos y reptiles, y
hasta reparte aves como flamencos, para ornamentación de canchas de golf
y consorcios privados. "La operatoria
legal de criaderos se mezcla con la ilegal", afirman en FVS.
La trama oculta, que transita en
clandestinidad por rutas, fronteras y puertos argentinos, culmina en el menudeo
local, puntos de venta mayoristas, y en despachos que ingresan y parten
camuflados hacia el exterior. En Buenos Aires, uno de los embudos del tráfico se
produce en Zárate-Campana, donde abundan las fiscalizaciones de la Gendarmería
y de la Dirección Nacional de Fauna (DNF).
En los últimos 24 meses, la DNF
incautó 6109 animales vivos; 2334 productos y subproductos de procedencia
irregular; realizó 427 fiscalizaciones en zoos, criaderos y firmas inscriptas, y
recuperó 121 ejemplares nativos, entregados por particulares.
La mayoría fueron aves, reptiles y
mamíferos: monos carayá, mirikina y cai, algunos contrabandeados de Bolivia;
cueros de lagarto, yacarés, pecaríes y boas ampalagua. Además, tortugas
terrestres, mariposas camufladas en encomiendas, trofeos de caza e infinidad de
aves, como jilgueros, cardenales, loros habladores, cabecitas negra, cardenal, Reina
Mora, halcones y lechuzas. La última incautación, una semana atrás, fue una cría de
dos meses de oso hormiguero gigante, depositada en cuarentena en un zoo de
Escobar.
Sólo el Centro de
Reproducción de Especies (CRET) de Temaikèn recibió desde 2004 para su
rehabilitación unos 7000 animales decomisados. Andrés Suárez, de ese centro de
excelencia, al que acude el Estado ante la inexistencia de otras instituciones
receptoras (el Zoo porteño es otro de los depositarios), ilustra las aristas de estos
delitos ambientales: "El 90% de la fauna traficada muere durante la captura o su
traslado y sólo el 50% de los que sobreviven logran ser reinsertados. Un 4% está
muy improntado por el contacto con el hombre. Y la mortandad es muy alta, ya que
los acopiadores buscan la rentabilidad y la fauna llega en condiciones deplorables:
desnutridos, descalcificados, con altas dosis parasitarias y gravísimas patologías por
estrés".
Durante la visita de LA NACION al
CRET, se pudo observar a guacamayos azules que al ser domesticados se
arrancaban íntegramente su plumaje. "El desbarajuste psíquico que sufren al
adoptarlos como mascotas los hace creer que son humanos, por eso se las
arrancan", explicaron.
Según datos estimativos del CRET, la
fauna que allí ingresa es en un 86% aves en peligro de extinción (de ellas, un 5%
son guacamayos, tucanes, loros habladores y cotorras); 10%, reptiles (boas,
tortugas terrestres y yacarés), y 2%, mamíferos (monos, pumas, osos
hormigueros gigantes y meleros,
corzuelas y ocelotes; también se decomisaron leones africanos que eran usados
como atracción en un camping de Zárate y ciervos de los Pantanos, adoptados
como mascotas en islas del Delta).
Sin posibilidad de
volar
"Las aves llegan con sus alas
amputadas. Tienen "el alegre canto de los pájaros tristes": cantan para buscar una
hembra que nunca llega y para que los liberen. Están biológicamente muertos y no
dejarán descendencia", grafica Suárez.
A ese escenario se suman las
patologías que las aves transmiten a los acopiadores, como la psitacosis, que en el
hombre produce enfermedades respiratorias. "Como se trata de acopios ilegales
que en los hospitales no pueden reconocer, muchas veces se las trata como simples
bronquitis y los cuadros se agravan", agrega.
"El tráfico de las mafias organizadas
mermaría si los consumidores en las urbes dejaran de comprar en el circuito ilegal
tortugas, boas, y aves raras sin certificación, ya que los animales silvestres no
pueden adoptarse como mascotas. El público, en parte, lo hace por
desconocimiento", insisten en la Dirección de Fauna.
En el norte del país la situación es más
acuciante: hembras de monos y osos hormigueros en la región del Gran Chaco son
matados a machetazos y palazos para arrebatarles las crías y comercializarlas.
El coordinador veterinario del
programa de restauración de especies de Conservation Land Trust (CLT), Gustavo
Solís, recorre las provincias de Santiago del Estero, Salta, Misiones, Formosa y Jujuy
para recuperar crías de osos hormigueros gigantes. La especie se había extinguido
a mediados del siglo XX en Corrientes y gracias al trabajo de recuperación en la
Estación Biológica del Conicet, en las afueras de la capital correntina, y los cientos
de convenios suscriptos con organismos oficiales y el apoyo de las fuerzas de
seguridad, desde 2008 se rehabilitaron y se reintrodujeron en la Reserva de Iberá
un total de 66 osos. De ellos, ya han nacido en su hábitat 17 crías y hay otros siete
que esperan su edad reproductiva.
"Los desmontes, la caza furtiva, el
mascotismo en los hogares, el conflicto con perros y el ancestral círculo vicioso
entre el oso y el dinero habían diezmado las poblaciones", explica Solís. "Hubo que
hacer un trabajo de reeducación casa por casa, ya que 2/3 de los osos provinieron
de hogares particulares y hubo que convencer a los tenedores de que nos los
entregaran para dejarlos en cuarentena, proveerles cuidados intensivos y luego
poder liberarlos." La iniciativa ha sido pionera y encomiada a nivel mundial por
conservacionistas.
"La historia repetida es la de los ositos
huérfanos que se debaten entre la vida y la muerte por desnutrición, hipotermia,
afecciones respiratorias y deterioro de su sistema inmunológico. Ese cuadro aciago
sucede por haber sido arrebatados por cazadores a sus madres. Sin ellas, su
desarrollo y supervivencia son muy difíciles. Casi el 99% muere en los hogares de
sus tenedores, ya que son animales extremadamente delicados", cuenta Solís.
Madres sustitutas cimentadas con
muñecos, bolsas de agua caliente y ambientes calefaccionados de entre 22° y 25°;
leche deslactosada, yogur, frutas, huevo cocido y Nestún licuado es la dieta de alto
valor nutritivo que allí reciben. Luego le incorporarán termiteros enteros y hasta que
no alcancen los 20 kilos de peso no pueden ser liberados. Pero los esfuerzos han
dado sus frutos: el 73% de los osos rescatados sobrevivió dentro de ese programa
de rescate.
También por la
destrucción de su hábitat, muchos otros osos son atropellados en las rutas. Ése fue
el caso de Hatá, que en guaraní significa "el duro" o "El fuerte". Su fémur se
fracturó y se astilló. Debió enfrentar cinco complejas cirugías,pero logró sobrevivir.
Fue liberado en el Iberá y hoy es monitoreado con radiocollar.
"Frente al tráfico ilegal, las sanciones
con multas que van desde los $ 300 a los $ 500.000 resultan insuficientes. Pero las
condenas, con penas de 1 mes a 3 años, la justicia penal rara vez las aplica",
arguyen en la DNF.
En el mapa de la biodiversidad
argentina, los delitos ambientales -coinciden todos los actores- son vistos como algo
secundario. Y así estamos: con grietas abiertas como abismos por donde se pierde
y muere la fauna salvaje y nativa.
Fuente: 22/6/2014 LA NACION Por Loreley
Gaffoglio
Por todo lo expuesto, es que vengo a
solicitar de mis pares la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | COMPROMISO FEDERAL |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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RECURSOS NATURALES Y CONSERVACION DEL AMBIENTE HUMANO (Primera Competencia) |