La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar beneplácito por el descubrimiento y desarrollo de la Primera vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón, realizada entre especialistas argentinos y cubanos.

Señor presidente:

La investigación para el desarrollo de una vacuna contra el cáncer de pulmón comenzó hace 18 años atrás; y hoy es un verdadero orgullo como argentinos ya que se trata de una vacuna pensada y desarrollada en nuestro país.

Se trata de una investigación a cargo de un consorcio público-privado del que participaron más de 90 científicos, entre especialistas argentinos y cubanos. Dicho Consorcio es una combinación del trabajo científico entre el sector público y el privado. Está integrado por la Universidad Nacional de Quilmes, el Instituto de Oncología Angel Roffo, el Hospital de Pediatría Garrahan, el Conicet, la Universidad de Buenos Aires, el Centro de Inmunología Molecular de La Habana (CIM), en Cuba, y la empresa argentina Elea. El nuevo medicamento se llama Racotumomab, y en el próximo mes de julio comenzará a ser comercializado bajo el nombre de Vaxira.

De ninguna manera este descubrimiento remplaza a las terapias convencionales, sino que las complementa y les ofrece una opción a aquellos que no tengan otras. No debemos creer que este avance haga pensar que tenemos una cura milagrosa y que no hace falta nada más. Es una nueva opción terapéutica para una patología que en los últimos años no la tuvo.

Esta nueva vacuna será de acceso para todo el público en condiciones de someterse al tratamiento. El costo lo asumirá el Estado Nacional, en la mayoría de los caso, o las empresas de medicina prepaga, ya que estarán dentro del vademécum que obligatoriamente estas empresas deben cubrir (como la quimioterapia o la radioterapia).

La investigación implicó varios registros que demostraron el avance alcanzado y los beneficios de la implementación de la vacuna. En uno de ellos y según los científicos intervinientes, se estudiaron 176 pacientes, de los cuales la mitad recibió medicación activa y la otra mitad recibió placebo. A los dos años, el porcentaje de pacientes vivos en la población del placebo era del 8%, muy bajo; y en la población vacunada era del 24 por ciento. Es decir, triplicaba el porcentaje de pacientes vivos.

Se trata de una herramienta que no es preventiva y que viene a complementar las terapias convencionales (quimioterapia o radioterapia) para tratar uno de los cánceres más destructivos (con 9.000 defunciones por año en la Argentina), y fue pensada y desarrollada en la Argentina, con la participación de investigadores cubanos durante los últimos 18 años.

Desde el surgimiento de la idea hasta la realización de los ensayos clínicos que demostraron la eficacia y la seguridad de la vacuna, participaron 100 personas de diferentes profesiones. Desde biólogos moleculares hasta oncólogos clínicos. Desde expertos en producción hasta especialistas en patentes, ya que al ser un producto innovador debía ser protegido. Está patentado en la Argentina, la Comunidad Europea y los Estados Unidos, y se venderá próximamente en Brasil y otros países latinoamericanos, India, Taiwán, Corea del Sur y Malasia, entre otras naciones.

Silvia Gold, que dirige el llamado Consorcio de investigación, desarrollo e innovación, que desarrolló la vacuna, sostuvo "Cuando empezamos a trabajar, nos propusimos desarrollar terapias biológicas que utilizan al sistema inmune del cuerpo humano para combatir el cáncer. Pensamos que un producto iba a estar listo en cinco años, pero fue mucho más difícil de lo que imaginamos. Igual seguimos adelante. Fue un largo camino de construcción si lo vemos desde la mirada de hoy",

El desarrollo, que tuvo el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, es la prueba incontrastable de los logros que pueden alcanzar los sectores académicos y empresarios cuando trabajan juntos en pos de un objetivo común. Vale aclarar que la Agencia depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y del Instituto Nacional del Cáncer.

Cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner creó el Instituto Nacional del Cáncer, el objetivo central trazado fue disminuir la morbi-mortalidad por cáncer en Argentina. Y uno de los caminos a recorrer hasta alcanzarlo es apoyar la investigación de origen nacional básica, epidemiológica, social y clínica. A esto se refiere nuestra Presidenta cuando sostiene que nos encontramos frente a la "Década Ganada", a que el Estado financie y promueva el desarrollo de investigaciones científicas, que cubra a la población permitiendo que aquellas personas que no cuentan con cobertura médica privada, puedan ir a un hospital público y esta nueva vacuna, les sea aplicada gratuitamente.

Este es el papel transformador de la política: comprometerse con la problemática social e intervenir para permitir que se produzcan soluciones y se traten los problemas; en suma. Transformar la realidad, mejorando la vida de las personas.

Es por el inmenso orgullo que me produce que la ciencia argentina, junto a empresarios argentinos y al papel determinante del Estado, haya logrado este desarrollo que será de inmensa importancia para todas aquellas personas que sufren esta terrible enfermedad, que solicito a mis pares el acompañamiento de este proyecto.