La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de Interés la Expo Mujer 2011, IV Edición, a celebrarse los días 30 de septiembre y 1° de octubre de 2011 en la ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones.

Señor presidente:

Los días 30 de septiembre y el 1° de octubre del corriente año la ciudad de Posadas será sede de una nueva edición de un evento que aborda las cuestiones más centrales de la mujer y que la celebra en todas sus complejidades y cualidades. Se trata de la Expo Mujer 2011, IV Edición, que intenta exponer los emprendimientos y actividades más destacadas por mujeres misioneras.

Este encuentro, organizado por la Mesa de Mujeres Funcionarias y Legisladoras de la Provincia de Misiones y que se llevará a cabo en el Centro del Conocimiento, reunirá a más de 800 expositoras y desarrollará una importante agenda turística y cultural. Su acto inaugural, el día viernes 30, contará con la presencia del Gobernador de la Provincia de Misiones, Dr. Maurice Cross, la Vicegobernadora, Dra. Sandra Giménez y miembros del gabinete provincial.

Desde el primer día del evento, las expositoras comenzarán sus actividades, que estarán dividas entre el sector dedicado a las emprendedoras y el sector gastronómico que contará con un patio de comidas para la atención de los visitantes.

Las distintas áreas de trabajo que exhibirán son la cultura, arte, gastronomía, artesanías, artículos decorativos, muebles, indumentarias y diseño gráfico, desde los cuales se despliegan el conjunto de productos que ofrecen estas singulares mujeres que han decidido producir para el mercado. Como se verá, la Expo Mujer 2011 será un fiel reflejo de lo que las mujeres misioneras son capaces de hacer.

Entre las otras actividades previstas, se presentarán grupos musicales y conjuntos de música, danza y teatro. Todos artistas destacados de nuestra provincia y de la región. La entrada, además, es libre y gratuita.

Se presentarán charlas preparadas por distintas instituciones gubernamentales y organizaciones civiles. Entre ellas "Hablemos de Género. Una cuestión de Mujeres", a cargo de Eliana D` Amores de la Secretaría Calidad de Vida de la Municipalidad de Posadas; "Igualdad de Oportunidades" a cargo de Silvia Pona, Daniela Acosta, Marisa Matienzo y Matías Ríos de la Subsecretaría de Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Derechos Humanos y "Ser mujer policía" a cargo de la Asociación Civil del Personal Femenino, Esposas y Familiares de la Policía de la Provincia de Misiones. Se prevé también clases de yoga y gimnasia, llevadas adelante por destacados profesionales.

Celebro que una vez más toda la comunidad pueda ser testigo de los avances que las mujeres han demostrado en términos de la profundización de su rol como actores sociales activos. Viene bien analizar las condiciones en que las mujeres alcanzan sus derechos políticos y su autonomía como sujetos económicos. La participación de las mujeres en la sociedad, su rol, su actividad ha sido tradicionalmente fuente de disputa y de constantes conquistas. Hoy, nuestro continente, ha dado crecientes muestras de que las mujeres están en condiciones de ejercer un lugar determinante en la sociedad y que pueden superar las relaciones de subordinación con respecto a los hombres.

Las mujeres hemos dado cuenta de que tenemos las capacidades necesarias y suficientes para sostener el hogar, pero también - y muy importante- para adaptarnos a las responsabilidades públicas. La idea central es que por más que el lugar de la mujer en la sociedad sea un territorio en disputa, no hay ninguna razón ni ideológica, ni política, ni natural, para mantener relaciones de subordinación con los hombres, ni para justificar la violencia hacia nuestras personas, sean físicas o psicológicas.

Las mujeres debemos tomar conciencia que somos sujetos activos de nuestras sociedades y, por lo tanto, podemos ser artífices de nuestro destino personal, familiar e incluso, nacional, es decir, somos protagonistas de la vida pública y por consiguiente debemos apropiarnos de la idea de que, de ahora en más, la historia dará cuenta de este papel.

Sin embargo, en dos cuestiones las mujeres han tenido (y en muchos países todavía tienen) dificultades en dos arenas: han podido profundizar su escolarización y alcanzar las mismas credenciales educativas que los hombres y acceden también al mercado de trabajo. Pero por diversas razones, o bien sufren en mayor medida el desempleo y el subempleo o, peor aún, en caso de tener trabajo pueden no percibir el mismo salario por la misma tarea que realiza un hombre.

Tanto las mujeres que hoy participamos de la actividad política como estas orgullosas emprendedoras aquí presentes somos mujeres que han podido quebrar de alguna forma el denominado "techo de cristal" que pesa sobre nosotras: hemos alcanzado determinadas credenciales en nuestra vida laboral que nos permiten competir con los hombres pero determinados patrones sociales y mecanismos de selección continúan impidiendo a otras mujeres llegar a la autonomía o a los más altos puestos de decisión (en cualquier institución pública o privada).

Creo que un concepto debe movernos a las mujeres, pero también a los hombres y a sociedad entera. Debemos entender cada vez con mayor énfasis que las mujeres somos sujetos de derechos y que se debe respetar nuestra integridad y nuestro cuerpo. Es el respeto por la integridad de la mujer lo que no se ha constituido como uno de tantos valores supremos. Quizás una de las grandes explicaciones tiene que ver con la incapacidad de la sociedad de desterrar las relaciones jerárquicas y de subordinación entre hombres y mujeres.

Específicamente, mi preocupación es que todavía está intacta es esa noción de que las mujeres no pueden ser decisivas en ninguna instancia

Por ello es que considero que, más allá de los más importantes esfuerzos en términos de desmantelar las más aberrantes organizaciones criminales que ponen en peligro la vida de las mujeres, de capacitarnos para atender las problemáticas cotidianas más graves en el hogar, y de contar con los recursos materiales y legales (punto en el que creo debemos trabajar fuertemente) para protegerla de las más angustiantes circunstancias que una mujer puede vivenciar, creo que podremos hacer real y efectiva esta noción de equidad de la que hablé anteriormente si ponemos énfasis que todos debemos construir relaciones sanas entre hombre y mujeres, en toda instancia de la vida humana, de entender que no hay diferencia de género que impida que una mujer sea tratada como todo ser humano merece y que está tan capacitada para ser decisiva en cualquier campo de la vida humana. La sociedad y la realidad han dejado de ser sólo construcciones por y para los hombres, ahora deben ser tarea de hombres y mujeres.

Por eso creo que la clave está en capitalizar a las mujeres. ¿Qué quiero decir con esto? Para ilustrar con esto quisiera proponer el ejemplo de los programas de transferencias condicionadas de ingresos que surgieron en América Latina desde mediados de los años noventa. Son programas que intentan asegurar un piso de ingreso para las familias pobres y que obligan a estas a ingresar a sus hijos en el sistema de salud y en el educativo con miras a operar en la transmisión intergeneracional de la pobreza y en la desigualdad en la distribución de la renta. En Brasil existe el Plan Bolsa Familia y en la Argentina la Asignación Universal por Hijo. Ahora bien, en buena parte de América Latina, esos programas tienen como protagonistas a las mujeres: como se supone que las mujeres tienen un conocimiento más preciso de sus familias, de las necesidades de cada miembro y de los posibles medios para satisfacerlas es que se les otorga a ellas la titularidad del beneficio.

Sin embargo, esto no resulta una medida neutral: pone a la mujer a decidir sobre la distribución de los recursos al interior del hogar cambiando ciertas dinámicas en la que sólo decide el varón y en la que, tras la obtención del recurso, se verá en una mejor posición para discutir cómo utilizar los recursos y qué hacer para aprovecharlos.

Con esta idea quiero decir que los Estados deben actuar, sin dejar de lado la prevención y el abordaje de problemáticas ya consumadas, ocuparse de que las mujeres cuenten con los conocimientos, los recursos y los medios para disminuir las brechas en las distintas áreas de la vida de una persona. Hablo de insistir tanto en los años y en la calidad de la escolarización formal (para que las mujeres no sufran en mayor medida el desempleo y el subempleo como sucede hoy), como en la educación sexual, y en el capital de conocimientos sobre las prácticas cotidianas que pueden padecer. Ese capital que el Estado puede agregar resulta, desde mi punto de vista, crucial para atender las diversas problemáticas que las mujeres experimentan día a día.

Por eso resulta, también acertado los créditos a baja tasa de interés que desde el año pasado el Gobierno provincial entrega a la gran cantidad de mujeres emprendedoras que han presentado un proyecto productivo que amplía sus capacidades económicas. Es un camino acertado y debe profundizarse para que cada vez más mujeres encuentren positiva su participación en la economía y en los ingresos del hogar.

Pero sin lugar a dudas, el mayor aporte es mantener la fe y la esperanza de que en un momento próximo veremos que todas las mujeres se apropiarán de sus destinos, de sus vidas y de sus proyectos con una contundencia que dará por tierra con todo atropello que ponga en jaque su dignidad.

Por todas estas razones expuestas y saludando a las autoridades presentes y a los organizadores es que solicito a mis pares el acompañamiento en el presente proyecto de resolución.