La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar su profundo dolor por el fallecimiento de la Cantora tucumana Mercedes Sosa, ocurrido el 04 de Octubre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Señor presidente:

El país está de duelo. Llora el corazón tucumano y Latinoamérica lamenta la muerte de MERCEDES SOSA, CANTORA.

Así prefirió definirse siempre; y así tituló a su último trabajo discográfico junto a prominentes figuras de la música y la canción popular, sin distinción de ritmos o estilos; como presintiendo un cercano final o anticipando una despedida, quiso hacerlo junto a quienes consideraba cercanos a su íntimo sentir. Ninguno de los nombres ya aplaudidos por todos los públicos del mundo quiso estar ausente en esta honrosa convocatoria de la "amiga del alma", de la "hermana argentina", de la "tucumana enorme". Su desaparición acongoja no solo a su pueblo, sino a todos aquellos a quienes supo llegar con su voz, con su presencia, con su pensamiento, con su actitud frente a la vida.

Hoy, gobernantes y artistas latinoamericanos lloran la muerte de la cantante argentina, a quien consideraron dueña de una "voz inmortal" que "demolió fronteras" y que "encarnaba la liberación de Latinoamérica". Todos y cada uno de ellos emitieron con distintas palabras un mismo y único pesar: "¡Gracias por habernos dado tanto!", expresaron destacando la "actitud comprometida" de Mercedes con el arte iberoamericano. Sostuvieron "que estaba al lado de los pobres" y que marcó el destino de los "pueblos revolucionarios"."Fue una inspiración que siempre ha estado al lado de los movimientos sociales, al lado de los que aspiraban a un tiempo mejor" afirman ya con un tinte político que ella nunca negó. En ese terreno se aseguró también que "fue una mujer guerrera, que colocó su arte al servicio de las causas más importantes" y que "estará más viva que nunca porque su voz seguirá encendiendo conciencia, y hermanando voluntades y creaciones por una América Latina libre y soberana". Las voces de reconocimiento no solo partieron de Latinoamérica, sino también de Israel, cuyo presidente -por ejemplo- expresó que su figura "trascendía los estilos y los idiomas" por "su personalidad, que tenía dimensión universal". Eso solo lo consigue una trayectoria límpida, brillante, coherente, sin sombras ni dobleces. Que refleja un perfil de características especiales donde la verdad, la libertad y los derechos humanos, van de la mano con la honestidad, la generosidad y el respeto a los demás. Esa es la dimensión alcanzada por una mujer nacida en un hogar humilde, sin mas dotes que una voz privilegiada que supo usar para cantarle al mundo realidades calladas o sometidas; que creció aprendiendo a sortear los sinsabores de la incomprensión a fuerza de tesón y convicción.

Esa mujer, que inscribe tempranamente su nombre como integrante del Movimiento del Nuevo Cancionero -una corriente renovadora del folklore, surgida en la provincia de Mendoza- para dejar de lado las modas pasajeras y poner el acento en la vida cotidiana del hombre argentino, produce una suerte de estallido en torno de la música folklórica, meramente consumista.

Porque como contó alguna vez "buscábamos otro lenguaje poético y musicalmente nos apoyábamos en el jazz. Hablábamos desde la verdad y la pobreza, pero no descuidábamos el paisaje porque no queríamos alejarnos del pueblo".

Desde entonces el mundo poco a poco fue conociéndola, pero no sin desconfianza. Al recordar sus comienzos afirmaba: "Nos tildaron de comunistas porque todo acto revolucionario provoca miedo en la gente y la cultura es la revolución más importante. Los que gobiernan no quedan. La cultura es el poder más tremendo que existe".

Por esa razón también conoció el obligado exilio con su pesada carga de soledad y ausencia. Y sin embargo no se amedrentó: "Porque yo siempre he querido para los seres humanos lo que quiso Cristo: tener gente que viva mejor, con respeto por sí misma, y decir no a los mercaderes".

El tiempo absorbió las heridas con el calor de prolongados y agradecidos aplausos mientras fue modelándola con el más fino cincel del reconocimiento ecuménico.

Esa mujer, la Doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional de Tucumán, es la misma de siempre: "la Negra Sosa". "El canto no es un problema de voz, sino de personalidad. Cantar se aprende con la vida misma. Soy una buscadora permanente del pueblo".

Hoy ya no está; y seguramente muchos caerán en cuenta recién, de la invalorable pérdida de una voz que abrió los canales del entendimiento y la comprensión con un sentido de participación igualitaria, desde la profundidad de un poema expresado con sencillez, pero con sinceridad y convicción. El mensaje que nos deja, felizmente podremos seguir atesorándolo. El arte, con su tremendo poder, una vez más nos deja enseñanzas que duelen; porque parece ser que solo así se aprende.

Pasadas las 6 de la madrugada del pasado domingo la familia de Mercedes Sosa subió a la página oficial de la cantante un comunicado en el que informó su muerte. Su texto completo contiene una profunda como serena y emocionada reflexión en momentos tan penosos. Allí se sintetiza el paso por esta vida de una artista que alcanzó los niveles más altos en el sentimiento popular, poniendo a prueba no solo sus dotes de extraordinaria intérprete, sino también su condición de ser humano sensible a los más caros valores del hombre universal.

"Somos los nietos, los hermanos, los sobrinos, el hijo de quien fue para nosotros algo más y distinto que una gran artista popular. Con ella compartimos la vida, las alegrías y las angustias privadas. Porque esa gran artista fue además nuestra abuela, nuestra hermana, nuestra tía, nuestra mamá. Es por eso que queremos llegar a ustedes desde ese lugar íntimo, lejos de la severidad y la dureza de los comunicados oficiales: porque sabemos que también la quisieron y la siguen queriendo aún mucho más allá de la cantante y de la artista que los acompañó tantas veces, a la que han hecho parte de su familia aún sin tener lazos de sangre. Es desde este lugar que queremos contarles que Mercedes -la mamá, la tía, la abuela, la hermana-abandonó este mundo el día de hoy. Pero también queremos decirles que estuvo siempre acompañada-inclusive cuando ya no podía saberlo- por un desfile interminable de amigos y artistas populares, y en cada uno de ellos: Ustedes. Y que a pesar de lo triste de cualquier agonía, pasó esos últimos momentos en paz, peleando aguerridamente contra una muerte que terminó ganándole la pulseada.

Por cierto estamos conmovidos y queremos compartir con ustedes esta tristeza. Aunque, al mismo tiempo, nos queda la tranquilidad de que todos hicieron lo posible- incluida nuestra Negra- para quedarse un ratito más entre nosotros.

Lo que más feliz la hacía a Mercedes era cantar. Y seguramente ella hubiera querido cantarles también en este final. De modo que así queremos recordarla y así los invitamos a hacerlo con nosotros.

Infinitas gracias por ese acompañamiento que jamás dejó de estar presente"...

Como tucumano, orgulloso de sus raíces, no puedo menos que rendirle homenaje, a un ser extraordinario que llevó nuestro canto a las más lejanas fronteras y unió con su voz razas, lenguas, culturas, entregando siempre su corazón libre.

...si son los ojos retintos, esa moza es tucumana...

Por el maravilloso, valor cultural de su obra y el reconocimiento del pueblo argentino y en especial el tucumano no sólo a su trascendente trayectoria sino a su vida misma, agradezco a mis pares me acompañen en este proyecto.-