La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar beneplácito por el desempeño de las nadadoras rosarinas Ethel y Sofía Sánchez,

quienes obtuvieron el sexto puesto en la categoría nado sincronizado en los últimos Juegos

Panamericanos celebrados en la ciudad de Toronto, Canadá.

Señor presidente:

Las nadadoras mellizas rosarinas Etel y Sofía Sánchez, olímpicas en Londres 2012, lograron un meritorio sexto lugar en la rutina técnica de nado sincronizado, durante la celebración de los Juegos Panamericanos Toronto 2015.

Las deportistas rosarinas de 25 años totalizaron un puntaje de 79.0024 puntos, desglosados en 24.0000 en ejecución, 23.5000 en impresión general y 31.5024 en elementos. La diferencia respecto del binomio de Canadá, que terminó en el primer lugar, fue de 9.0857 unidades.

En la rutina técnica, entre medio de las líderes y las hermanas Sánchez quedaron: México (2do., a 3.6748); Estados Unidos (3ro., a 5.5672); Brasil (4to., a 7.1214) y Colombia (5to, a 7.9101).

El 23 de agosto de 1989 en Rosario nacieron los trillizos, Etel, Sofía y Tomás Sánchez. Las dos mujeres, a los 8 años, empezaron a practicar natación en el Club Gimnasia y Esgrima de esa ciudad. Al poco tiempo vieron que una amiga hacía coreografías en el agua y se interesaron por el tema. Primero preguntaron y luego se animaron a hacerlo. Desde entonces, nunca más se alejaron del nado sincronizado. Del hogar y el esfuerzo de su familia nacieron los sacrificios que apoyaron el desarrollo de las niñas de la casa para convertirse en deportistas olímpicas, algo que por entonces seguramente no imaginaban: seríanr las primeras deportistas en representar al país, en esa especialidad, en un Juego Olímpico: el de Londres 2012. Se ubicaron 22ª, entre las mejores 24 del mundo; así como en distintas competencias internacionales. En 2014, por ejemplo, obtuvieron la Medalla de Plata en los Juegos Suramericanos celebrados en Santiago de Chile, ciudad de la que también guardan como un recuerdo imborrable el reconocimiento que les hizo el público chileno, por su destacada actuación.

Pero en aquel comienzo "había más ganas que aptitudes". "Entrenábamos todo el tiempo, era más una cuestión personal que física. Todo lo que tenemos hoy lo conseguimos entrenando. No tenemos nada de naturaleza", admite Etel.

Y tanto trabajo les dio resultado, porque junto a Sofía cumplieron su sueño, con un plus especial.

Como todas hermanas mellizas, sienten que tienen una comunicación y una conexión muy especial entre ellas. Se complementan muy bien tanto en el agua como en la vida. Pero es en la natación, su disciplina, en donde encuentran su mayor armonía, sobre todo al momento de la competencia.

Si bien el deporte les insume mucho tiempo de sus vidas (unas ocho horas de entrenamiento diarias), no dejan de lado sus actividades universitarias, ya que Ethel estudia medicina; y Sofía, ingeniería industrial.

Estas brillantes deportistas rosarinas, son dos exponentes más de esa interminable cuna de talentos del deporte individual, colectivo, profesional y amateur que es Rosario.

Por lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto de resolución.