Proyectos »

PROYECTO DE TP


Expediente 4757-D-2008
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE EL FUNCIONAMIENTO DEL REGISTRO DE PROFESIONALES DE LA SALUD.
Fecha: 03/09/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 113
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Solicitar al Poder Ejecutivo para que, a través de los organismos pertinentes, se sirva informar a este Cuerpo los siguientes interrogantes en relación al registro de Profesionales de la Salud:
1) ¿Cuántos médicos matriculados hay en el país?
2) ¿Existe un registro único de matricula para el ejercicio de la medicina?
3) ¿Existe un registro de ética de ejercicio profesional nacional?
4) ¿Se realiza el cruce de información entre las Entidades que otorgan dicha matricula en el país?
5) ¿Que Número de especialistas debidamente acreditados existe en el país? Hay subregistros?
6) ¿Qué número de Médicos Egresados de las Universidades alcanza anualmente una Residencia para su correspondiente formación?
7) ¿Existe algún tipo de evaluación para comprobar la capacidad?

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Desde los médicos brujos y el naturalismo de Hipócrates hasta la hiper-especialización de la ciencia médica actual han pasado unos 2500 años.
En nuestro país, sin embargo, el paso del tiempo no ha logrado establecer reglas claras para las prácticas de curación, fundamentalmente sobre quienes la realizan.
Médicos sin matricula, médicos con sentencias penales, que aun no han sido inhabilitados, profesionales con escasa capacitación y clínicos que ejercen de especialistas, son situaciones habituales.
Esto refleja un sistema carente de control eficiente sobre quienes tienen a cargo la salud de las personas.
Los Médicos egresados de las Universidades, algunas de ellas no avaladas por el Estado, tienen serias dificultades para realizar una residencia Médica, primer paso hacia una especialización. Según datos de la Academia Nacional de Medicina de los 4000 médicos que se reciben anualmente, solo el 30 % logran acceder a una residencia, el 40 % restante hace alguna pasantía o presenciales, el resto no hace nada para su formación, desempeñándose como médicos de ambulancias, internos en clínicas, son mano de obra barata, pero sin experiencia clínica. Solo cuentan con la teoría.
El 50 por ciento de las matrículas son irregulares. Un 40 por ciento de los especialistas no hicieron la residencia. El 70 por ciento del staff de las clínicas privadas no tiene certificación. Estos son sólo algunas de las consecuencias que generan la ausencia de registros unificados entre todas las provincias y los pocos obstáculos que ponen las clínicas para constatar la formación de su personal. Las áreas más críticas son cardiología, cirugía plástica y anestesiología. Todas las organizaciones del sector reconocen la anarquía.
También lo hizo el Ministerio de Salud en una resolución de reciente publicación. La Academia Nacional de Medicina (ANM) reveló a PERFIL que sólo 2.300 de los 4.000 médicos que se reciben por año en el país logran hacer la residencia. El resto se queda sin esa posibilidad. "Generalmente consiguen empleo como médicos de ambulancia, internos en clínicas o como empleados en instituciones secundarias del Conurbano. Son mano de obra barata, pero sin experiencia clínica. Sólo cuentan con la teoría y se manejan como pueden. Se hacen solos. Esa es la situación real, y es un peligro", advierte Oscar Aguilar, director del Consejo de Certificación de Profesionales Médicos.
Víctor Vassaro, titular de la Sociedad de Cirugía Plástica y especialista en certificación, hace un diagnóstico apenas más optimista, aunque con una salvedad: según él, de los 4.000 graduados sólo 30% hace la residencia, mientras 40% hace presenciales. El resto no hace nada. "Hay un porcentaje que queda a la deriva, que luego se especializa en lo más fácil, y no hay control de eso". La residencia no es obligatoria para ejercer de médico, pero sí para obtener el título oficial de especialista. Vassaro ejemplificó con su profesión: ejercen la cirugía plástica al menos 1.500 personas, "aunque sólo 1.000 tienen la especialización oficialmente reconocida".
El dato refleja el descontrol en el ejercicio de las especialidades médicas, pero también la desconfianza que existe entre los profesionales por los títulos oficiales. Al menos 20 de las 67 especialidades reconocidas por el Ministerio de Salud cuenta con sociedades que agrupan y certifican a sus miembros en forma periódica y voluntaria. Es una forma que tiene la comunidad médica para demostrarles a los pacientes que se capacitan, en un contexto en donde el 50% de los médicos no realiza cursos de postgrado ni participan de congresos.
Si bien no tienen capacidad punitiva ante casos graves, las certificaciones son garantía de idoneidad y ética, considera Hugo Arce, titular del Instituto para la
Acreditación de Establecimientos de Salud. Para el medico sanitarista, surgen porque "no existe suficiente ordenamiento por parte del Ministerio de Salud respecto de tareas de fiscalización en el ejercicio de su poder de policía. Hay una anarquía jurídica muy grande".
Las certificaciones. Para los médicos, la certificación por medio de las sociedades profesionales está dando resultado, y recuerdan el caso de José María Roldán Bonadeo, cuando en el año 2000 se descubrió que no estaba recibido pese a haber trabajado treinta años en el Instituto del Diagnóstico. Roldán Bonadeo se desempeñaba como jefe de Hemoterapia del prestigioso centro de salud porteño y tenía una larga carrera en otros centros de salud. Había logrado eludir las inspecciones y destacarse entre sus pares de la Sociedad Argentina de Hemoterapia, donde llegó a ejercer la presidencia. La matrícula que utilizaba correspondía a un médico de La Plata.
Entre las sociedades de médicos, "caos" y "descontrol" son las palabras más utilizadas para describir la situación actual de la matriculación. Por el carácter federal del país se otorgó a los colegios médicos provinciales la potestad para entregar o quitar matrículas, aunque sólo once distritos cuentan con instituciones con poder de policía. En el resto, son las carteras sanitarias las encargadas de habilitar y controlar a los graduados.
"El problema es la ausencia de control del Estado en el sector público y en el privado. Casos como el de Haedo son más frecuentes de lo que imaginamos. A veces a algunos dueños de clínicas les alcanza con poner a alguien con un guardapolvo a cargo de un servicio, nadie sabe si es especialista o no", advierte la presidenta del Colegio Argentina de Terapia Intensiva, Viviana Wolanow.
La falta de un registro único de clínicos y especialistas no sólo imposibilita
saber quién tiene qué especialización: "Ni siquiera se sabe a ciencia cierta
cuántos médicos ejercen", afirma Arce.
Otros de los vicios del sistema de matriculación es la necesidad de tener la licencia en cada provincia en la que el médico desee trabajar. "Hay demasiada confianza entre registros. Cuando llega un médico de otra provincia se le otorga el registro local sin tantos requisitos", reconocieron a este diario desde la Confederación General de Profesionales, que dirige Raúl Magariños.
Dada la gravedad de la situación y la falta de control para quienes deberían velar por nuestra salud, es que solicito a los señores legisladores, que me acompañen con la firma del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
BIANCHI, IVANA MARIA SAN LUIS FRENTE JUSTICIA UNION Y LIBERTAD - FREJULI
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia)