El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1º: Reconocer al encuentro denominado "TANTANAKUY", que se desarrolla anualmente en la Provincia de Jujuy, como parte integrante del Patrimonio Cultural Argentino, en los términos establecidos por la Ley N° 26.118, de ratificación de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.

Artículo 2º: La Secretaría de Cultura de la Nación, como autoridad de aplicación, promoverá acciones por sí y en articulación con el Gobierno de la Provincia de Jujuy para el cumplimiento de la presente ley.

Artículo 3: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

A través de este Proyecto, se busca el dictado de una ley que reconozca al encuentro TANTANAKUY, que se desarrolla anualmente en la Provincia de Jujuy, como parte integrante del Patrimonio Cultural Argentino.

Al respecto, la Ley Nacional N°26.118, entiende por Patrimonio Cultural Inmaterial "los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural".

Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.

El Tantanakuy es un encuentro musical que se desarrolla año tras año en la Quebrada de Humahuaca, Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad. Desde su origen, el encuentro abogó por la reunión entre los músicos. Por ello su nombre, "Tantanakuy" en quichua significa encuentro de unos con otros.

Este encuentro (impulsado por Jaime Torres junto a otros poetas como Jaime Dávalos, y otros músicos humahuaqueños de renombre como los hermanos Hugo, Mario y Luis Aramayo) busca reivindicar las manifestaciones culturales de las diferentes regiones, y promueve un intercambio con músicos, documentalistas y antropólogos llegados de otras regiones para participar a través de talleres, ciclos de conferencias, muestras y proyecciones a cargo de diversas personalidades. El Tantanakuy, según el músico Jaime Torres, "nació porque estaba en el espíritu y en el alma de todos nosotros poder llevar adelante estas expresiones culturales. Es un hecho esencial porque estamos convencidos de la necesidad que tenemos de educación, de cultura y por sobre todas las cosas, del arte cimentado en las costumbres y las tradiciones".

A lo largo de los años este encuentro reflexionó alrededor de la identidad, tanto que en la actualidad otra de las tónicas de este importante evento es la mixtura de artistas cultores que llegan al encuentro desde diferentes regiones, cada uno con sus orígenes y culturas ancestrales. Este encuentro, por otra parte, no persigue fines comerciales ni competitivos, y se desarrolla con el único objetivo de potenciar las manifestaciones culturales que fortalecen la identidad cultural, regional y el intercambio de saberes.

En el Tantanakuy, los chicos se sienten orgullosos de cantar las coplas que aprendieron de sus abuelos; bailar un carnavalito en grupo; o tocar los sicus, como lo hacen cuando suben a la Virgen de Punta Corral, pero esta vez frente a un numeroso público que asiste a los conciertos. El Tantanakuy es una comunión de fiesta, alegría y música que propone a todos los habitantes de la quebrada y Puna que asuman con orgullo su identidad cultural.

El crecimiento y la aceptación que tuvo esta la iniciativa llevó a sus organizadores a construir un anfiteatro, pero el clima propio del lugar hizo que esa idea se transformara en lo que hoy es "La Casa del Tantanakuy", un centro cultural en el que niños, jóvenes y adultos encuentran un espacio para expresarse, comunicarse y desarrollarse a través del arte, afianzando y enriqueciendo el camino de su propia identidad. Su principal objetivo es realizar acciones culturales que promuevan la contención social de la niñez, a través de la promoción de la cultura regional. Para ello se recurre tanto a la recuperación y transmisión de los rasgos culturales locales, como así también los accesos a expresiones de otros pueblos y de la sociedad global.

De esta manera se promueven alternativas de desarrollo basadas en la cultura, potenciando los recursos tradicionales y fomentando también una apertura a la sociedad contemporánea. La Casa del Tantanakuy propone actividades anuales y rotativas, organizando talleres sobre distintas artes: plástica, música, danza, letras y cine. Cuenta con la "Biblioteca Jorge Calvetti", la Sala de Cine "Jorge Prelorán" y brinda servicios socioculturales a todo el pueblo de Humahuaca y los diferentes visitantes que, atraídos por el evento, llegan ávidos de nutrirse de la temática cultural que le es más común.

Sr. Presidente, resulta necesario decir que el Tantanakuy se inició como un movimiento de rescate de la música y la cultura popular de la zona, y evolucionó hasta convertirse en un formidable ejemplo de resistencia cultural por más de cuatro décadas, con un singular formato de espectáculo.

A lo largo de sus 40 años de existencia, intervinieron artistas e investigadores de distintos lugares de Argentina y América, la gente del lugar (Quebrada y Puna) y ha tenido el apoyo, a veces, de organismos nacionales, municipales y provinciales, aunque siempre conservó su independencia de criterio en lo que respecta a organización y realización.

Por ello es que en el marco de sus 40 años, es que considero Sr. Presidente que este es el momento de apoyar este valioso evento reconociendo lo que representa para el patrimonio cultural de la Provincia de Jujuy y del país, para que no sólo permanezca en el tiempo, sino que crezca todo lo posible para seguir extendiendo su energía a todo el pueblo argentino y

americano, porque como se dice, la cultura es la síntesis de la experiencia humana, el erario del patrimonio universal y su legado de herencia intangible en las expresiones de los pueblos y de las comunidades milenarias, es la prueba viva, viviente y vívida de su capacidad de transmisión en el proceso de construcción de la humanidad.

Por todo lo expresado pido a mis pares que me acompañen en la sanción de este proyecto.