La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

1. Disponer que la papelería oficial que la H. Cámara utilice entre el 1º de enero de 2008 y el 31 de diciembre del mismo año lleve impresa en su margen superior derecho la leyenda "2008 - 80º Aniversario del natalicio del Dr. Ernesto Che Guevara"

2. Invitar al H. Senado de la Nación a adoptar una medida similar.

3. Solicitar al Poder Ejecutivo la adopción de una medida similar en el ámbito de la Administración Pública Nacional , centralizada y descentralizada, así como en los entes autárquicos dependientes de ésta.

Señor presidente:

Existe cierta discrepancia respecto a la real fecha de nacimiento de Ernesto Guevara. Según consta en su partida de nacimiento, habría nacido el 14 de junio de 1928; pero dichos atribuidos a su madre Celia de la Serna, aseguran que su nacimiento ocurrió un mes antes, el 14 de mayo de 1928.

Cualquiera fuese la verdad, lo cierto es que en pocos meses más Guevara cumpliría 80 años.

Precisamente, es ese aniversario de su natalicio el que proponemos evocar mediante la medida que impulsa este proyecto.

Fundamentarlo es, por cierto, una tarea compleja. ¿Cómo no caer en redundancias al referirnos a la trayectoria de Ernesto Che Guevara y al lugar que ocupa en la historia de la humanidad y en la memoria de los pueblos? ¿Cómo eludir las frases hechas y los lugares comunes cuando se trata de establecer la influencia que su ideario tuvo entre quienes fueron sus contemporáneos y en las generaciones posteriores? ¿Cómo explicar, sin recurrir a obviedades, la significación que tiene para las sociedades el perpetuar la memoria de sus mejores hombres?

Aún a riesgo de incurrir en algunos de estos vicios, debemos decir que en sus apenas 39 años de vida, Ernesto Guevara legó a su posteridad trascendentes enseñanzas.

Al respecto, cómo olvidar su prédica en favor de un Hombre Nuevo cuya imagen inacabada se va configurando en paralelo al desarrollo de formas económicas nuevas. Su certeza de que ningún proceso de liberación será exitoso si no lo acompaña un fuerte desarrollo de la economía. Su convicción de que las fronteras son artificios que dividen a las comunidades latinoamericanas en naciones a veces absurdamente enfrentadas. Su firme convencimiento de que, más allá de asegurar los bienes materiales a todos los individuos, una revolución sólo es tal cuando le brinda a cada ser humano la altísima dignidad que le corresponde por el simple hecho de serlo.

Difundir este credo laico le hizo ganar enemigos y adversarios. Entre los primeros figuraron los poderes imperiales y sus representantes en los países sometidos. Entre los segundos, los partidarios de nacionalismos pacatos o de democracias formales y acotadas. A unos y otros desafió proclamando: "He nacido en la Argentina; no es un secreto para nadie. Soy cubano y también soy argentino y, si no se ofenden las ilustrísimas señorías de Latinoamérica, me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie".

Hoy, cuando casi nadie recuerda el nombre propio de quienes fueron sus más acérrimos enemigos o sus más enconados adversarios, el Che sigue presente en la memoria colectiva. Basta con mirar a nuestro alrededor y descubrir su rostro dibujado en alguna pared, estampado en el traje de un murguero, flameando en los "trapos" que agitan las hinchadas futboleras y hasta tatuado en la piel de los más jóvenes. Quienes así lo recuerdan, encuentran en él al símbolo que expresa el valor de la vida, de la dignidad del hombre y de la justicia social.

En ocasiones, este reconocimiento espontáneo suele adquirir niveles de organizativos superiores. Tal el caso de la serie de actividades que en junio próximo se desarrollarán en Rosario, ciudad natal de Guevara, para celebrar el aniversario de su natalicio y en las que se prevé la participación de artistas de todo el continente, el emplazamiento de un monumento a su memoria, un encuentro de las cátedras libres que llevan su nombre en universidades de diversos lugares del mundo y reuniones de trabajadores y estudiantes latinoamericanos.

Suele decirse que los diputados ocupamos nuestras bancas por decisión de la voluntad popular. En efecto, así es. Pero la voluntad popular que nos consagra, también nos obliga a estar atentos a ella y a las iniciativas que surgen de nuestro pueblo.

En ese sentido, el presente proyecto no hace más que inspirarse en el reconocimiento de nuestro pueblo hacia la figura de Ernesto Guevara para proponer una sencilla adhesión a los festejos que tendrán lugar el año próximo con motivo de su 80º aniversario.

Por ello, solicito la aprobación de esta iniciativa.