El Senado y Cámara de Diputados...

ARTICULO 1º: Prohíbese en todo el territorio nacional el desmalezamiento por medio del fuego y la instalación de cualquier tipo de depósito a cielo abierto, público o privado, de residuos sólidos, urbanos, industriales o de cualquier otra naturaleza, proclives a la combustión, autocombustión y generación de humos o gases, que pudieren ocasionar riesgos al tránsito en las rutas nacionales y provinciales, sin que a los mismos se los trate con técnicas que impidan estas consecuencias.

ARTICULO 2º: El Poder Ejecutivo designa la autoridad de aplicación encargada del control y vigilancia del cumplimiento de lo establecido en las rutas nacionales, pudiendo delegar la facultad de policía en el organismo que las jurisdicciones provinciales establezcan para el cumplimiento de la presente en las rutas provinciales y sin perjuicio de la intervención que se les asigne a los Municipios.

ARTICULO 3º: La reglamentación establecerá a que distancia de las rutas regirá la prohibición.

ARTICULO 4º: Concédese un plazo de ciento veinte (120) días, contados a partir de la promulgación de la presente, para que se reubiquen los depósitos existentes en las zonas determinadas en presente.

ARTICULO 5º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

Estadísticamente, el error humano es la causa principal de los accidentes de tránsito, cuyo altísimo número de siniestralidad no se logra hacer descender, pese a las campañas que se realizan al efecto.

Sin embargo, coexisten con aquella causal otras que podríamos definir como externas que, cuando suceden, ocupan la atención pública, porque generalmente la magnitud de un solo siniestro producido por ellas, trae aparejado un elevádisimo número de víctimas.

En determinadas épocas del año y en bastas zonas del país la neblina impide la visibilidad de los conductores, que deben entonces tomar las precauciones del caso.

Esa de por sí peligrosa situación es notoriamente agravada por la coexistencia del humo mezclado con la neblina, creando un tramo verdaderamente ciego, del que previsiblemente la tragedia será su resultante.

Planteamos la necesidad de erradicar toda fuente de humo o gases que se constituyan en obstáculos para la visibilidad en las rutas, porque solos o coexistiendo con la neblina, constituyen una fuente importante en los registros de accidentes, lo que es posible y necesario revertir.

Por lo expuesto, solicitamos el tratamiento y aprobación del presente.