La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar preocupación por el plan de acción de la administración norteamericana que impulsa la constitución de un gobierno de "transición" sobre Cuba por considerarlo una injerencia en la situación política de otro Estado y por desconocer el derecho soberano de los pueblos a la libre determinación de su condición política, menoscabando los objetivos de lograr la democracia, la paz y el desarrollo para el pueblo cubano.

Señor presidente:

Ante las nuevas medidas que impulsaría Estados Unidos sobre Cuba, con la supuesta finalidad de acelerar la transición hacia la democracia, esta H. Cámara de Diputados debe manifestarse en el sentido que proponemos, atento la inadmisibilidad de la intervención en los asuntos internos de un Estado por ser contraria a los principios del Derecho Internacional consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y por constituir una amenaza para la paz universal.

Incluso, algunos intelectuales como José Saramago, premio Nobel de Literatura y, también, los premios Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, Adolfo Pérez Esquivel y Desmond Tutu exigieron a Estados Unidos que respete la soberanía de Cuba para impedir una nueva agresión (Diario Clarín, 8 de agosto de 2006).

Cabe destacar que el plan de acción, impulsado por la administración norteamericana a través de la "Comisión de Ayuda a una Cuba Libre", que coordina la Secretaria de Estado Condoleeza Rice, contempla la posibilidad de ejecutar una serie de medidas en previsión de "un cambio de la situación política en aquel país", alegando el objetivo de acelerar la transición hacia un régimen democrático. También se encuentran otras, entre ellas, la de "impedir que Fidel Castro sea sucedido por su hermano Raúl".

En éste sentido, Tony Snow, portavoz de la Casa Blanca, ha expresado: "Déjenme confirmar que hay borradores y que la gente está tratando de pensar en lo que podría suceder en caso de que se produzca un cambio en la situación política de Cuba" y agregó que "el Departamento de Seguridad Interior, el Departamento de Estado y otros sectores del gobierno están observando y siguiendo de cerca lo que está ocurriendo en Cuba". Por ejemplo, dijo Snow, se tendrían que revisar cuestiones concretas como la Ley Helms Burton de 1996, que refuerza el embargo impuesto por Estados Unidos a Cuba. También, Caleb Mccarry, designado como coordinador para la transición en Cuba, ha expresado: "Planeamos entregar un apoyo sustancial para ayudarlos a reconstruir su economía destruida, ofrecer ayuda específica para lograr elecciones libres y equitativas, y apoyo para que puedan manejar las necesidades humanitarias" (Diario Ámbito Financiero y Diario Clarín, 9 de agosto de 2006). Por su parte, el presidente de Estados Unidos, George Bush, señaló: "Observamos de cerca la situación. Vamos a apoyarlos en sus esfuerzos por crear un gobierno de transición comprometido con la democracia y vamos a tomar nota de quienes obstruyan su deseo de una Cuba libre" (Diario Clarín, 4 de agosto de 2006).

Es indiscutible que no son las acciones unilaterales de los estados las que deben decidir sobre democracias y tiranías, sino el multilateralismo del Derecho Internacional.

La Paz en el mundo solo puede construirse sobre la base del respeto a valores morales y jurídicos; por consiguiente Estados Unidos debe sujetarse a la legalidad de la norma y no a la normativa de "su legalidad".

Por los motivos expuestos, entendemos que la Cámara debe manifestar su rechazo a las medidas que Estados Unidos pretende impulsar en Cuba por su ilegalidad y por las consecuencias que estas pueden generar no sólo en el plano interno sino también en el plano internacional, por cuanto constituirían un grave precedente.