PROYECTO DE TP
Expediente 4708-D-2014
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO IMPULSE LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA CAMBIAR LA DENOMINACION DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS QUE TENGAN POR NOMBRE EL DE PERSONAS QUE HAYAN SIDO CONDENADAS POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD, VIOLACIONES AL ORDEN CONSTITUCIONAL Y A LOS DERECHOS HUMANOS.
Fecha: 17/06/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 68
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Que vería con agrado que el Poder
Ejecutivo, a través del Consejo Federal de Educación, impulse
recomendaciones tendientes a que las instituciones educativas del país que
tengan como nombre el de personas que hayan sido condenadas por delitos de
lesa humanidad o violaciones a los derechos humanos, o el de personas que
hayan tenido participación directa o indirecta en las interrupciones al orden
constitucional que sufrió la Nación Argentina, evalúen y adopten las medidas
pertinentes para modificar su denominación actual siguiendo las pautas y
procedimientos establecidos por las reglamentaciones jurisdiccionales
correspondientes.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El nombre es una seña de
identidad, que permite a quien lo porta ser nombrado, reconocido. En el caso
de las instituciones educativas, el valor de su nominación está directamente
relacionado con su cultura institucional y con el marco de identidad que les
confiere a las comunidades locales donde están insertas. La importancia del
nombre no reside únicamente en homenajear a la persona o situación de quien
se toma el nombre; además se asienta en su potencial para fomentar arraigo
simbólico, ofrecer identificaciones y consolidar un espíritu de pertenencia. De
aquí la relevancia de un nombre propio, significativo y legítimamente construido
que posibilite a la comunidad el reconocerse y sentir su pertenencia
institucional.
Se entiende que un nombre debe
celebrar momentos significativos de la memoria común y discernir los
acontecimientos más relevantes de la época contemporánea, rescatando los
valores ecuménicos, la memoria histórica, la construcción de un país cada vez
más democrático y valores como los derechos humanos, entre otros. En este
contexto, es preocupante que aún existan instituciones escolares del país que
portan nombres de personas que interrumpieron los ciclos democráticos o
instauraron el terrorismo de Estado ejerciendo la dictadura más temible que
tuvo nuestra historia. A modo de ejemplo, se pueden mencionar escuelas que
continúan llamándose Teniente General Pedro Eugenio Aramburu.
Sostener ese tipo de
denominaciones es contrario al espíritu y la letra de la Ley Nacional de
Educación, que en su artículo 11 establece como fines y objetivos de la política
educativa nacional, entre otros: "brindar una formación ciudadana
comprometida con los valores éticos y democráticos de participación, libertad,
solidaridad, resolución pacífica de conflictos, respeto a los derechos humanos,
responsabilidad, honestidad, valoración y preservación del patrimonio natural y
cultural", y "fortalecer la identidad nacional, basada en el respeto a la
diversidad cultural y a las particularidades locales, abierta a los valores
universales y a la integración regional y latinoamericana".
En tanto, el artículo 92 de dicha
Ley enfatiza que dentro de los contenidos curriculares comunes a todas las
jurisdicciones deberá estar "el ejercicio y construcción de la memoria colectiva
sobre los procesos históricos y políticos que quebraron el orden constitucional y
terminaron instaurando el terrorismo de Estado, con el objeto de generar en
los/as alumnos/as reflexiones y sentimientos democráticos y de defensa del
Estado de Derecho y la plena vigencia de los Derechos Humanos, en
concordancia con lo dispuesto por la Ley N° 25.633."
Se entiende que es muy
importante sensibilizar a las nuevas generaciones, en tanto protagonistas
activos de las comunidades educativas, para reflexionar sobre nuestra
democracia, los derechos humanos y nuestra soberanía mediante la revisión de
los nombres dados en el pasado a los establecimientos educativos,
particularmente cuando se trata de personalidades o situaciones antagónicas a
los valores democráticos.
Por todo lo expuesto, y
entendiendo que para la vida de cada uno de los alumnos, y también de los
docentes, la identificación con las instituciones educativas adquiere una
importancia simbólica de suma importancia que debe impregnar su espíritu
democrático, es que solicito a mis pares su acompañamiento al presente
proyecto de declaración.
Firmante | Distrito | Bloque |
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SCOTTO, SILVIA CAROLINA | CORDOBA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
OPORTO, MARIO NESTOR | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
DE PEDRO, EDUARDO ENRIQUE | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
IANNI, ANA MARIA | SANTA CRUZ | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
CARRILLO, MARIA DEL CARMEN | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
ZIEBART, CRISTINA ISABEL | CHUBUT | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
BRAWER, MARA | CIUDAD de BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
PUIGGROS, ADRIANA VICTORIA | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
LEVERBERG, STELLA MARIS | MISIONES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
MOLINA, MANUEL ISAURO | CATAMARCA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
GILL, MARTIN RODRIGO | CORDOBA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
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Comisión |
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