La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Su adhesión a la conmemoración del "Día Internacional del Detenido Desaparecido", a realizarse el día 30 de agosto de cada año.

Señor presidente:

Traemos a consideración de esta Cámara un proyecto que intenta traer a la memoria de todos nosotros la conmemoración del Día Internacional del Detenido Desaparecido. Vale recordar que esta fecha se instituyó 1983 y recuerda a los detenidos desparecidos víctimas del terrorismo de Estado no sólo de América Latina sino también de Asia, África y Europa.

Según recuerda la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos, FEDEFAM, "esta fecha fue impulsada para recordar en todo el mundo a mujeres y hombres que fueron detenidos desaparecidos en dictaduras y seudo democracias, quienes se creyeron dueños de la libertad de aquellos que un día, caminaron las calles y que en minutos fueron privados de su libertad, para ser llevados por sus captores al calvario de la detención, la tortura, la desaparición y en muchos de los casos, la muerte clandestina hasta el total despojo de sus restos en alguna tumba sin nombre ni registro".

Creemos que esta fecha debe recordarse no sólo para homenajear a quienes ya no están, sino para seguir peleando para que la desaparición forzada en nuestro país y en el mundo sea erradicada completamente. Queremos hacer nuestras también las palabras de Marta Vázquez, representante de FEDEFAM y de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien señaló en el acto de conmemoración por el Día Internacional del Detenido Desaparecido realizado el pasado año frente a la Escuela de Mecánica de la Armada que "esta es una fecha que se recuerda no sólo en todos los países de Latinoamérica sino también en Asia y África, donde en los últimos años se ha extendido el delito de desaparición forzada, que es un crimen de lesa humanidad. Nuestro objetivo es trabajar en forma mancomunada para que nunca más haya desaparecidos, asesinados, torturados".

Tampoco podemos olvidarnos que estamos a escasos días de que se cumplan dos años del secuestro y desaparición de Jorge Julio López, testigo en el juicio contra el represor Miguel Osvaldo Etchecolatz, quien fue condenado por un tribunal a cadena perpetua bajo, entre otros, el cargo de genocidio. Recordar esta fecha es recordar también a Julio López por

quien aún esperamos justicia, al igual que por los 30.000 desaparecidos de la última dictadura militar.

La búsqueda de justicia debe fundarse en la memoria, y la memoria no sólo debe declamarse, también debe ejercerse. Es por ello que solicito a mis pares que me acompañen en el presente proyecto de resolución.