La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar preocupación por la decisión tomada por la Comisión Ballenera Internacional de no prohibir definitivamente la caza de ballenas con fines comerciales o científicos, al postergarse el tratamiento de dichos temas para el año 2011.

Señor presidente:

Desde los días 21 al 25 de junio del año 2010 se llevó a cabo la 62º reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), celebrada en Agadir, Marruecos. En dicha oportunidad se acordó postergar para dentro de un año el tratamiento de la prohibición de la caza de ballenas con fines comerciales o científicos, entre otros puntos tratados.

Tal decisión significa que seguirá vigente la moratoria sobre la caza comercial de ballenas, pero de hecho, algunos países seguirán practicando la caza de ballenas de manera encubierta alegando fines "científicos".

La captura fue prohibida en el año 1982 por una moratoria de caza, que entró en vigencia efectiva en 1986. No obstante, la medida dejó vacíos, ya que permite la caza con fines "científicos" (que practican Japón, Noruega e Islandia) y la caza aborigen (de subsistencia). Hoy en día se caza un número muy grande de ballenas con el pretexto de la caza con fines científicos.

En este orden de ideas, tal como lo indican diversas organizaciones ecologistas como Greenpeace, los programas de investigación ballenera de Japón son de caza comercial encubierta. La caza científica comenzó para mantener a la industria ballenera con vida, tal como fue reconocido por la prensa Japonesa oportunamente.

Por tales motivos, el encuentro celebrado en Agadir no cumplió con los propósitos esenciales que hacen a protección eficaz de las ballenas por cuanto no se decidió finalizar definitivamente con la caza de las mismas.

Conforme al resumen de lineamientos esgrimidos en la 62 CBI; por Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú, Uruguay, países que junto a Australia, luchan por la conservación y la promoción del aprovechamiento no letal de las ballenas para lo cual es necesario plantearse objetivos que contengan los siguientes elementos: La eliminación gradual de cualquier tipo de caza de ballenas en las aguas de todos los santuarios, al final del período interino; a partir del cual, se deberá mantener la prohibición permanente de la caza, y se adopta el compromiso de los países de no establecer cuotas de caza bajo objeción y reserva.

Cuotas cero para especies y poblaciones amenazadas, severamente explotadas y cuya población no se haya recuperado a niveles previos a la explotación, o poblaciones para las que no se cuente con información científica y la recomendación del Comité Científico.

La creación de un Santuario Ballenero del Atlántico Sur, en aguas internacionales, así como en las aguas jurisdiccionales de aquellos países que así lo decidan.

El compromiso explícito de los países de reformar la normativa de la "caza bajo objeción" y la "caza científica" a fin de impedir que su aplicación e interpretación vulneren los principios fundamentales de protección y conservación de las ballenas que inspiraron la adopción de la Convención Ballenera Internacional.

La implementación de un sistema de monitoreo y vigilancia imparcial, transparente y eficiente, bajo el control de la Comisión Ballenera Internacional, que incluya observadores e inspectores internacionales, inspección y monitorización de barcos (VMS), registro de ADN y muestreo en el mercado.

Los costos que impliquen el sistema de monitoreo, control y vigilancia de cualquier operación que implique la captura de ballenas bajo el control de la.

Comisión deben ser asumidos en su totalidad por los países beneficiarios de la extracción del recurso.

Asimismo, se deberían acordar los mecanismos y períodos para que la Comisión evalúe y analice otras amenazas a los cetáceos (por ej. las derivadas del cambio climático, mortandad incidental, choques con buques, enfermedades emergentes, y contaminación química y acústica).

Favorecer la participación de investigadores de países en vías de desarrollo en el Comité Científico de la CBI y garantizar la participación de la sociedad civil y observadores gubernamentales y no gubernamentales en el desarrollo de los debates de la CBI.

Por lo expuesto solicito a mis pares el acompañamiento para la aprobación del presente proyecto.