La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito por la ratificación efectuada por la República Democrática de Timor Oriental el día 16 de setiembre de 2009, del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, siendo el último país de los ciento noventa y seis Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas que restaba signar para alcanzar la unanimidad y establecer así el primer acuerdo ambiental de la ONU en lograr ratificación universal.

Señor presidente:

En 1987, la Organización de las Naciones Unidas logró consensuar, con el esfuerzo y la cooperación de varios Estados miembros, un tratado internacional diseñado para proteger la capa de ozono mediante la reducción de la producción y el consumo de numerosas sustancias que, según los diversos estudios científicos, liberadas en la atmósfera agotaban velozmente esa deteriorada capa atmosférica.

El acuerdo negociado en aquel año, entró en vigor el 1º de enero de 1989. La primera reunión de las partes se celebró en Helsinki en mayo de ese año y, desde aquel momento, el documento ha sido revisado en varias ocasiones: en 1990 (Londres), en 1991 (Nairobi), en 1992 (Copenhague), en 1993 (Bangkok), en 1995 (Viena), en 1997 (Montreal) y en 1999 (Beijing).

Con la ratificación al año 2009, de ciento noventa y cinco miembros, sólo restaba la firma de la República Democrática de Timor Oriental para lograr la ratificación plena y universal del que, de este modo, se constituirá en el primer acuerdo ambiental de la ONU en contar con el respaldo unánime de los Estados miembros.

El acto de ratificación se produjo el pasado 16 de setiembre, y de esta forma se sienta el mayor precedente en la concreción de compromisos internacionales que alejen la amenaza de desastres climáticos y ambientales.

En cuanto a la eficacia y la necesidad de este instrumento, la ONU insiste en que, gracias a la observancia del protocolo, se han dejado de generar el 97% de las sustancias que dañan la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC) usados hasta la década de los noventa en sistemas de refrigeración, aerosoles y aires acondicionados. Esta situación de avanzado deterioro se revertiría totalmente, según la misma Organización, entre 2050 y 2075 y los niveles de ozono atmosférico volverían a los valores de medición previos a los años ochenta.

En momentos en los cuales puede parecer una utopía alcanzar un acuerdo mundial perdurable que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero, la ratificación unánime del Protocolo de Montreal sirve como el mejor ejemplo de que los esfuerzos compartidos y la cooperación internacional en la búsqueda del bien común, si son perseguidos por la Comunidad Internacional sin anatemas ni dilaciones, hacen perfectamente posibles la concreción de tales fines.

Señor Presidente, en el convencimiento de que la cooperación y los esfuerzos concurrentes son herramientas fundamentales de la Comunidad Internacional para transformar la realidad adversa en cuestiones tan acuciantes como el cambio climático y los desastres ambientales; persuadido además, de que la unanimidad demostrada en la ratificación del Protocolo de Montreal opera en tal sentido como una demostración excepcional de superación de las diferencias y de consecución de acuerdos superadores, es que solicito a mis pares acompañen el presente proyecto de resolución.