PROYECTO DE TP
Expediente 4585-D-2009
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LA IMPLEMENTACION DE MEDIDAS DESTINADAS A PRECISAR LAS HUELLAS HIDRICAS GENERADAS EN LA PRODUCCION DE BIENES Y SERVICIOS DE CONSUMO MASIVO.
Fecha: 22/09/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 122
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Que vería con agrado que el
Poder Ejecutivo, a través del organismo que corresponda, implemente las
acciones destinadas a precisar las huellas hídricas generadas en la
producción de bienes y servicios de consumo masivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El hombre utiliza grandes
cantidades de agua para sus actividades cotidianas (beber, cocinar, lavar,
etc.) pero mucha más para producir alimentos, papel, ropa y demás
productos que consume. La huella hídrica de un país se define como el
volumen total de agua que se utiliza para producir los bienes y servicios
consumidos por sus habitantes la cual puede estimarse de dos maneras. Un
enfoque es considerar el conjunto de todos los bienes y servicios
consumidos y multiplicarlos por su contenido de agua virtual. El agua
virtual es la cantidad de agua utilizada durante el proceso de producción de
un bien (Figura a). Otra opción es calcularla sumando el uso de agua total
de las fuentes domésticas y la importación de agua virtual asociada a los
productos introducidos al país.
El concepto de
agua virtual surgió a principios de los años 90 y fue definido por vez
primera por el Profesor J.A. Allan, experto en recursos hídricos y laureado
con el Premio Estocolmo del Agua 2008, como el agua que contienen los
productos. Para producir bienes y servicios se necesita agua;
denominándose agua virtual del producto, ya sea éste agrícola o industrial,
al agua utilizada para producirlo.
La huella hídrica individual o
per cápita es el volumen total de agua utilizado para producir los bienes y
servicios que un individuo consume. Puede estimarse multiplicando todos
los bienes y servicios consumidos por un habitante por su valor respectivo
de contenido virtual de agua (Tabla a).
Otras estimaciones proyectan
que la producción de un kilo de ternera requiere 16.000 litros de agua, para
obtener un trozo de queso de 500 gramos serían necesarios unos 2.500
litros de agua o, que para producir una taza de café se necesitan 140 litros
de agua para el cultivo, producción y empaquetado de los granos de café.
Esto equivale, aproximadamente, a la cantidad media que gasta una
persona durante el día, para beber y realizar las tareas del hogar. Es decir,
en el menú diario, un consumidor emplea entre 2.000 y 5.000 litros de
'agua virtual'
Con el objeto de eficientizar el
uso de agua, la reducción de la huella hídrica se puede llevar a cabo de
distintas formas. La primera de ellas es romper la aparentemente obvia
conexión entre crecimiento económico y aumento de consumo de agua,
adoptando técnicas de producción que permitan ahorrar agua. En
agricultura, la innovación debe centrarse en la aplicación de técnicas más
eficaces para almacenar el agua de lluvia y mejorar los sistemas de riego.
Una segunda forma es cambiar los patrones de consumo hacia productos
con menor contenido de agua virtual; por ejemplo, reduciendo el consumo
de carne. No obstante, existen dudas sobre la viabilidad de estas medidas,
ya que, en todo el mundo, el consumo de carne tiende a crecer en lugar de
decrecer.
El contenido virtual de agua de
un determinado producto o servicio puede variar dependiendo del sitio y las
condiciones en las que se produjo, por lo que debe hacerse una medición
específica para cada lugar o población (Figura b).
El concepto de huella hídrica
fue introducido con el fin de proporcionar información sobre el uso del agua
en relación con el consumo, y complementa así a los indicadores
tradicionales de uso de agua por los diferentes sectores. Como indicador
agregado muestra los requerimientos totales de agua de un país, y es una
medida del impacto del consumo humano sobre los recursos hídricos. A
nivel global 86% de la huella hídrica está relacionada con el consumo de
productos agrícolas, 10% con el consumo de bienes industriales y menos
de 5% con los usos domésticos.
Los principales factores que
determinan la huella hídrica per cápita de un país son:
El consumo de agua promedio per
cápita, generalmente relacionado con el ingreso nacional bruto
Los hábitos de consumo de sus
habitantes (p.ej., cantidad de carne consumida)
El clima, en particular la demanda
evaporativa (condiciones de cultivo)
Las prácticas agrícolas (eficiencia
en el uso del agua)
En los países desarrollados,
donde el nivel de consumo de bienes y servicios es elevado, la huella
hídrica per cápita es alta debido en parte al alto consumo de carne y
productos industrializados. En contraste los países en vías de desarrollo,
con un bajo consumo de carne, pueden también tener altas huellas hídricas
per cápita, como resultado de una baja eficiencia en el uso del agua y
condiciones de cultivo desfavorables.
El hecho de que muchos de
los productos que se consumen en un país pueden producirse en otro,
significa que la demanda real de agua de una población es frecuentemente
mayor de lo que las extracciones de agua sugieren. Así por ejemplo, Japón
exporta cada año, 7 km3 de agua virtual contenida en sus productos, pero
importa de otros países el equivalente a 98 km3, lo que lo coloca en el
primer lugar mundial como importador neto. México se sitúa en el sexto
lugar mundial con una importación neta de 29 km3 de agua virtual.
Otros países arrojan los
siguientes parámetros: la huella hídrica de China es alrededor de 700
metros cúbicos por año per cápita. Solo cerca del 7% de la huella hídrica
de China proviene de fuera de China. La huella hídrica de EEUU es 2.500
metros cúbicos por año per cápita. La huella hídrica de la población
española es 2.325 metros cúbicos por año per cápita. Alrededor del 36% de
esta huella hídrica se origina fuera de España.
En el periodo 1997-2001, los
países con mayor huella hídrica total fueron India, China y Estados Unidos,
con un consumo virtual de agua superior a los 600 kilómetros cúbicos
anuales. En contraste, Cuba y Bolivia tuvieron huellas hídricas inferiores a
20 kilómetros cúbicos por año. México, con una huella hídrica total de 140
kilómetros cúbicos por año, es el décimo país a nivel mundial. En cambio,
Estados Unidos ocupa el primer lugar mundial por su huella hídrica per
cápita estimada en 2. 483 metros cúbicos por habitante por año, mientras
que China (702 m3/hab/año) e India (980 m3/hab/año) ocupan posiciones
bajas (134ª y 108ª, respectivamente). México tiene una huella hídrica per
cápita estimada en mil 441 m3/hab/año (49ª mundial) (Figura c).
En el dictamen del Comité de
las Regiones sobre Afrontar el desafío de la escasez de agua y la sequía en
la Unión Europea, publicado en el Diario Oficial n° C 172 del 05/07/2008
(páginas 49 a 54) bajo el título En lo que se refiere a la cultura de
ahorro de agua en Europa, inciso 49, se establece:
49. Proponer el
desarrollo de los mecanismos de mercado, profundizando los
criterios de ahorro de agua en el ciclo de vida de los productos,
considerando los sistemas de calidad y certificación como el EMAS
en los procesos productivos, el eco-diseño y un etiquetado "water
friendly" o "eficiente en el uso del agua" para los productos, de
manera que los ciudadanos y los contratantes públicos y privados
puedan conocer la huella hídrica de su consumo y modificar su
comportamiento de consumo.
La huella hídrica de un país se
puede reducir de varias maneras. Una primera opción es desvincular el
crecimiento económico y el uso del agua, adoptando sistemas de
producción que requieran menor cantidad de agua por unidad de producto
(por ejemplo, la productividad del agua en la agricultura puede mejorarse
aplicando técnicas de cosecha de agua de lluvia y riego suplementario).
Una segunda alternativa es optar por patrones de consumo que requieran
menos agua (p. e., reduciendo el consumo de los productos que consumen
una gran cantidad del líquido en su producción). La tercera alternativa para
reducir la huella hídrica es desplazar las zonas de producción hacia áreas
de mayor productividad, aumentando la eficiencia global de uso del agua.
En la República Argentina, el
agua virtual se transfiere mediante las importaciones y exportaciones de
bienes y servicios que, de acuerdo a estimaciones presentadas por la
Universidad Nacional de Entre Ríos y el Departamento de Hidrología y
Ordenamiento de Cuencas de la Dirección de Hidráulica de Entre Ríos, el
67% de este comercio global se realiza a través de productos agrícolas, de
los cuales el trigo y la soja concentran el 50% del volumen total de agua
virtual.
En este
contexto, Argentina se posiciona como el cuarto país que más agua exporta
en el mundo, razón por lo cual el especialista y docente de la Universidad
Nacional de Entre Ríos, Ing. MSc. Oscar Duarte, manifestó a fines de 2008
durante una charla en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH)
de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) el siguiente
concepto:.."Debemos reflexionar sobre el valor que adquiere el recurso en
nuestra región ante este tráfico mundial de agua virtual y aprovechar la
riqueza hídrica que tenemos. No es correcto decir vienen a llevarse el agua,
porque ya se la están llevando a través de los productos".
Asimismo, el investigador
indicó que el 60% de los bienes que exporta el país son primarios y
agroindustriales, y que este porcentaje tenderá a incrementarse,
redundando en un aumento de la exportación de agua virtual y en un
impacto cada vez mayor sobre la huella hídrica nacional. La misma es un
indicador de la demanda de agua que existe en el país. Actualmente, los
valores en Argentina son aceptables, pero tenderán a crecer de forma
acelerada a medida que aumente la superficie agrícola. Esto impactará
cada vez más en nuestras cuencas, generando conflictos en torno al uso
del recurso.
En tal sentido,
se puede apreciar que el país no cuenta con herramientas para una gestión
moderna, eficiente y adecuada de los recursos hídricos, la cual resulta
necesaria para mejorar la eficiencia del uso del agua y reducir la huella
hídrica del país. Al respecto, el Ing. Duarte acotó que:.."Debemos observar
qué está sucediendo con las cadenas productivas, cuánta agua está
saliendo de la cuenca, porque esto no se está teniendo en cuenta". Frente
a este panorama, la Argentina debe desarrollar herramientas de evaluación
y planificación de los recursos hídricos para analizar de qué modo los
patrones de consumo afectan los usos del agua e impactan sobre el medio
ambiente, ya que se conocen los costos de extracción de agua pero se
desconoce el impacto real sobre los recursos naturales locales.
Por las razones expuestas,
señor Presidente, solicito el acompañamiento de mis pares para la
aprobación de esta iniciativa.
Firmante | Distrito | Bloque |
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ACOSTA, MARIA JULIA | CATAMARCA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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INTERESES MARITIMOS, FLUVIALES, PESQUEROS Y PORTUARIOS (Primera Competencia) |