La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir un sentido homenaje y conmemoración al Teniente General Rosendo Fraga, quien fue el primer presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, luego de la reforma electoral de 1912.

Señor presidente:

Considero necesario el reconocimiento al Teniente Gral. Rosendo Fraga a partir de sus múltiples labores públicas, su servicio y dedicación. El reconocimiento de sus contemporáneos fue expresado tanto por sus subordinados y por sus aliados como por los diputados socialistas que votaron su ingreso a la Cámara y por Juan B. Justo, demostrando que el trabajo permanente y dedicado del Tte. Gral. era remarcado por diversas ideologías.

El Teniente General Rosendo Fraga nació en Santa Fe el 13 de octubre de 1856. Hijo del Coronel Rosendo Fraga (1812-1869) -quien fuera gobernador constitucional de la provincia de Santa Fe durante el período 1858-1860- y nieto del Brigadier General Estanislao López - gobernador de la misma provincia (1817-1838)-, ingresó en 1874 (luego de sus estudios) en el Ejército como oficial.

Luego de 21 años de carrera militar asciende a Coronel en el año 1895; entre 1898 y 1900 se desempeña como Subsecretario de Guerra, continuando con sus labores; entre 1901 y 1904 es director de la Penitenciaria y durante los dos años siguientes es nombrado Jefe de la Policía de la Capital, ascendiendo a General de Brigada el último año.

Fue Ministro de Guerra del Presidente José Figueroa Alcorta y en 1910 es electo diputado nacional de su provincia natal por el partido constitucional. Ese mismo año es designado Presidente de la Comisión de Guerra (actual Defensa) y en 1912 es electo presidente provisorio de la Cámara pasando a desempeñarse como titular el 3 de junio, hasta el 16 de julio de 1913, cuando es reelecto como presidente durante otro período más.

En los archivos del diario La Nación del 4 de junio de 1928 -con motivo de su fallecimiento- se lo recuerda: "Recordemos a este propósito que cuando se incorporó a la Cámara de Diputados el grupo de diputados socialistas triunfantes con la primera aplicación de la ley electoral (Sáenz Peña), estos votaron al General Fraga para presidente del cuerpo, siguiendo así la práctica de sumar sus votos al candidato de la mayoría".

"Como alguien insinuara en la antesala al 'leader' del grupo la contradicción que, a su juicio, resultaba el voto socialista y las ideas que el partido sostenía respecto al militarismo, el doctor Juan B. Justo respondió: 'Sí, pero este es un General que no anda mostrando cañones'. La frase y el elogio en boca de quienes fueron siempre parcos con ellos tuvieron inmediata confirmación".

En 1956, con motivo del centenario de su nacimiento, se publica el folleto "El Teniente General Fraga. Soldado de la República 1856-1928", en el que se destacan las siguientes palabras:

"A pesar de ser el primer año que la minoría tenía representación (1912) los debates se tornaban violentos como consecuencia de la pasión partidaria. Fraga, desde su sitial de presidente de la Cámara, logró mantener la línea de ecuanimidad jamás por nadie alterada. La energía serena y sin desplantes y el hidalgo concepto que tenía de la función lo llevó a defender los derechos inalienables de la minoría".

"Fraga, como diputado y presidente de la comisión de guerra, estudió y fundó los despachos y defendió en el recinto la sanción de todas las leyes de interés militar aprobadas en los años 1910 y 1911, inclusive las referentes al presupuesto de gastos para los años subsiguientes".

"Como Presidente de la H. Cámara, la primera constituida de acuerdo a al Ley Sáenz Peña, es decir mediante voto secreto y obligatorio representación de las minorías, Fraga dijo al asumir el cargo en la sesión del 3 de junio de 1912: 'Son tradicionales el espíritu de cultura superior y las prácticas noblemente caballerescas de nuestro parlamento. En épocas de inalterada tranquilidad como en días de efervescencia popular, éste realizó su parte de labor en el alto gobierno del Estado, encuadrado siempre en formas de corrección; y si alguna vez las pasiones de los partidos o de los círculos traspusieron los umbrales de esta casa, sabido es, señores diputados, que si arrancaron a los labios de los representantes notas de sana y viril elocuencia, ellas se lanzaron siempre desde la serena altura de su propia fuerza y de su propio decoro. Este antecedente que patentiza por sí sólo una acentuada y singularísima modalidad, marca también para el presente y el porvenir una línea de conducta que estimo y creo sin fallas ni quebrantos. La consideración que acabo de enunciar, añadida a factores de índole diversa pero de análoga potencia decisiva, os digo, señores, que mueve mi ánimo a la aceptación del honroso cargo que hoy me ofrece. Voy, pues, a presidir con absoluto espíritu de imparcialidad, satisfecho y sereno, las graves deliberaciones de la cámara legislativa popular por excelencia y en la cual están digna y brillantemente representados todos los organismos políticos del país.'"

En 1910 ascendió a General de División. Después de dejar la banca en 1914 continuó su carrera militar. Al año siguiente fue nombrado Embajador Especial en la transmisión del mando en Uruguay, y pasa a retiro en 1919 con el grado de Teniente General. El 3 de junio de 1928 fallece en Buenos Aires.

Por lo expuesto, Señor Presidente, consideramos de vital importancia reconocer las labores del Teniente General Fraga. Por estas razones solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación del presente proyecto.