La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su preocupación por el cierre de la aceitera "La Oleaginosa Moreno" de la Ciudad de General Villegas, que afectaría a más de 90 trabajadores de la fábrica, además del personal jerárquico, gerentes y supervisores.

Señor presidente:

El día martes 27 de mayo dicha empresa realizó una reunión en la Ciudad de Buenos Aires, en la que estuvieron presentes los más altos directivos de Glencore S.A, multinacional que controla el grupo Moreno. Allí se planteó cerrar la planta de molienda, es decir la fábrica, y dejar abierto el acopio. Eso afectaría a 92 trabajadores, que son los obreros que trabajan en la fábrica; y al personal jerárquico, gerentes y supervisores, alrededor de 100 agentes y sus familias residentes en General Villegas.

Algunos de los argumentos presentados por la empresa para justificar el cierre se vinculan con la disminución en el cultivo de girasol en la zona. La planta comenzó su actividad netamente girasolera hace 20 años, pero el crecimiento en cultivos de soja fue desplazando al girasol. Por otro lado, debido a que el girasol y la soja tienen la misma retención para la exportación; da lugar a pérdidas para el productor porque los valores de ganancias no son los mismos. La ausencia de red de gas natural en las inmediaciones de la planta trae consigo otro inconveniente, ya que hasta el momento se utiliza la cáscara del girasol como combustible.

De acuerdo a lo expuesto, el grupo empresario propuso un plan de traslados y retiros voluntarios. Planeando solo dejar a 20 en la planta de Villegas, sin garantías alguna de estabilidad laboral. La empresa estaría proponiendo traslados pero no cuentan con los puestos necesarios para cubrirlos.

Estos problemas tienen lugar porque no hay serias políticas del estado para el establecimiento de las empresas, las mismas llegan, se instalan y cuando lo creen conveniente se retiran sin medir el impacto negativo que generan. En Gral. Villegas ya se han retirado otras empresas generando no solamente desocupación, también un fuerte impacto en la economía local y regional, truncando además el acceso a derechos esenciales para la vida digna. Si estas familias que hoy ven amenazada su fuente laboral deciden trasladarse, también generan el vaciamiento de los pueblos, el desarraigo y la concentración en los grandes centros urbanos que ya están colapsados.

Necesitamos proteger las actividades frente al cierre de plantas como ésta, que producen un grave daño económico y social. Es fundamental fortalecer las economías regionales, exigir responsabilidad empresarial y aún más donde escasean las fuentes laborales genuinas y garantizando el acceso a los esenciales derechos para el desarrollo de la vida.

Por todo lo expuesto solicitamos a nuestros pares se sirvan acompañar el presente proyecto.