El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1: Apruébase la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada el 13 de diciembre de 2006 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y firmada por la República Argentina el 30 de marzo del 2007.

Artículo 2: De forma.

Señor presidente:

El 13 de diciembre de 2006, la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), adoptó por consenso la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad con el fin de promover y proteger los derechos humanos de las personas con discapacidad. En su articulado, la Convención prevé elaborar y poner en práctica políticas, leyes y medidas administrativas para asegurar los derechos reconocidos y abolir las leyes, reglamentos, costumbres y prácticas que constituyen una flagrante discriminación. En la actualidad, a pesar de la legislación existente, las personas discapacitadas siguen siendo discriminadas en el ámbito de la educación, del trabajo, del acceso a la información, de la salud, en síntesis, barreras infranqueables que les impiden integrarse plenamente en la sociedad.

Alrededor del 10% de la población mundial -650 millones de personas- son discapacitadas. En nuestro país, el 7,1% de la población 2,176,123 personas- padece alguna discapacidad, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El 11.7% de esa población es menor de 15 años. El 48,5% tiene entre 15 y 64 años y el 39,8% restante tienen 65 años o más. Del total de personas con alguna discapacidad, el 38,4% no tiene cobertura por obra social y/o plan de salud privado o mutual. Pero uno de los índices más alarmantes el que el 90% de esta población se encuentra desocupada.

La Convención marca un cambio en el concepto de discapacidad, ya que enfoca el problema más que como una cuestión de bienestar social, como un tema de derechos humanos. Reconoce que la discapacidad es un concepto que evoluciona y que es el resultado de una interacción entre la deficiencia de una persona y los obstáculos con los que se enfrenta desde barreras físicas hasta actitudes imperantes que les impiden participar en la sociedad. A

medida que aumentan los obstáculos aumenta la discapacidad. Por esta razón se hace tan imperioso poner en práctica las medidas concebidas en la Convención a fin de ir logrando un verdadero cambio cultural, promoviendo la tolerancia, la convivencia y la eliminación de toda discriminación.

Me hago eco del reclamo de las organizaciones que nuclean a los distintos tipos de discapacitados en nuestro país y a fin de reparar estas injusticias solicito a mis colegas que me acompañen en esta iniciativa.