PROYECTO DE TP
Expediente 4514-D-2015
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA EL RETIRO DE LA PLAZA DE LOS BILLETES DE $2, $5 Y $10, QUE SE ENCUENTRAN EN MAL ESTADO DE CONSERVACION.
Fecha: 21/08/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 106
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Dirigirse al Poder Ejecutivo
Nacional a efectos de hacerle saber que vería con agrado el retiro de la
plaza de los billetes de $ 2, $ 5 y $ 10, que se encuentran en mal estado
de conservación (envejecidos, rasgados, rotos, deteriorados o ajados,
sucios, lavados o escritos), sustituyéndoselos por nuevos.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Los billetes y las monedas
que circulan en nuestra vida cotidiana son el instrumento para comprar y
vender bienes y servicios en la economía, y como tal son parte
importante del patrimonio nacional. Por ende, hay que cuidarlos y
mantenerlos en buen estado. Con el tiempo sufren un desgaste natural y
también el daño que genera un extendido mal comportamiento de los
tenedores, incluyendo a algunos cajeros de los bancos que no hesitan en
escribir con tinta en ellos un número, algo que no hacen con el dólar, el
euro u otras monedas.
Los billetes en mal estado
continúan teniendo valor, pero son indicativos de una mala imagen de la
sociedad y del país en su conjunto.
La escasez de papeles de 2 y
5 pesos ya impacta en el comercio y crecen las quejas por falta de
renovación. En verdad, hay pocos y en muy mal estado. Son los billetes
de baja denominación, los de $2 y $5, que por conseguirlos, algunos
comerciantes hacen malabarismos, ya casi los mismos que por lograr
reunir monedas, que no dejan de escasear. Pero a la faltante se agrega el
deterioro de los papeles que, ya viejos por el pasamano de la circulación,
no se renuevan.
La vida útil de un billete es
de alrededor de 5 años y los de menor valor que circulan superaron por
lejos ese tope. "Hace años que no veo uno de dos pesos nuevo. No
existen", dijo categórico Juan Guerra, dueño de un puesto de diarios y
revistas céntrico. A él, cambio para los vueltos no le falta, pero su caja
registradora es una colección de papeles de $2 ajados, descoloridos y
desgastados por el correr del tiempo y de los incontables bolsillos y
manos por los que han pasado.
"Es el mismo problema que
con las monedas. Faltan los billetes más chicos a la vez que hay mucho
movimiento de dinero. Los de mayor valor han tenido recambio pero los
más bajos no y eso se nota en la calle", indicó la secretaria general de la
Comisión Gremial del Banco Provincia, Claudia Ormachea.
Hoy el Estado tiene
capacidad de imprimir 1500 millones de billetes nuevos por año, pero a
este ritmo de emisión mensual el Banco Central no llega siquiera a
reponer lo que se deteriora", dice Francisco Gismondi, ex economista del
Banco Central.
"Se estima que un 30% de
los billetes que circulan hay que cambiarlos cada año", explica Gismondi,
actual director de la consultora Empiria.
En lo que va del año, se
emitieron 715 millones de billetes sólo de los de más alta denominación
(contra 595 millones que se habían impreso en todo 2014). A eso hay
que sumarle la impresión que hubo de los de 50, 10, 5 y 2. Aunque la
realidad es que hace años que las máquinas de Casa de Moneda y
Ciccone se concentran en forma casi exclusiva en la multiplicación de los
billetes con las caras de Roca y de Evita. "No queda espacio para emitir
cambio. Por eso están tan deteriorados los billetes de 2 y de 5 pesos",
continúa Gismondi.
Si bien casi no existe en la
estadística de los últimos 12 años un nivel de impresión de billetes de 100
tan masivo como el registrado entre junio y julio, en los bancos admiten
que en temporada de pago de aguinaldos y de vacaciones suele existir
cierta estacionalidad en la demanda de dinero físico.
En el último mes se aceleró
también el ritmo de emisión monetaria del BCRA, que se ubica ya en
torno al 40% anual.
Aunque tal vez el fenómeno
que más impacta en la aceleración de la impresión de nuevos billetes de
la máxima denominación es la inflación. Carlos Pérez, ex director del
BCRA, considera "un sinsentido" que en la Argentina el billete de mayor
denominación valga sólo poco más de 10 dólares al tipo de cambio oficial.
"Cuando los billetes de 100 pesos arrancaron, en 1992, un peso era igual
a un dólar. Siempre hubo un billete asociado a los 100 dólares. Hoy
estamos a un décimo de ese valor", sentencia Pérez.
El poder de compra que
tenía el billete de Roca cuando se emitió por primera vez, en 1992,
detalla Gismondi, es equivalente a $ 1706 de la actualidad (o el de $ 100
de ahora compra lo mismo que $ 5,9 de entonces). Incluso si se
contempla el índice de inflación del Indec, el poder de compra que tenía
el billete de $ 100, sería equivalente a $ 619 de hoy.
"Esto quiere decir -continúa
Gismondi- que si emitimos un billete de $ 1000, compraría menos que el
de $ 100 en 1992 (y en el resto de los años 90), y que si le creemos al
Indec igual se justifica tener billetes de $ 200 y de $ 500 por lo menos",
asevera.
El deterioro del poder
adquisitivo de la moneda genera además que las personas demandan
más cantidad de billetes para adquirir la misma cantidad de bienes que
en el pasado. "Al ritmo que viene la inflación, que no va a bajar del 30%
este año, y teniendo en cuenta que el billete de mayor denominación es
de bajo poder adquisitivo, está claro que en algún momento puede volver
a haber problemas de disponibilidad o de necesidad de efectivo del
agente económico", advirtió Pérez.
La falta de efectivo nuevo
complica a los comerciantes, los prestadores de servicios y también a
usuarios y consumidores en general. Así lo explicó Alejandro Frangi,
integrante de la Asociación de Amigos de Calle 12: "la situación se
profundiza cada vez más, con las monedas y los billetes de 2 y 5 pesos,
la gente hace problema, quieren billetes en buenas condiciones y la
mayoría está en muy mal estado" (Fuente: diario El Día de La Plata y El
País de Montevideo).
De acuerdo a la opinión del
Banco Central, no hay poco dinero de baja denominación ni los billetes
están en malas condiciones. "Después del verano la distribución se
normalizó", señalaron voceros de la entidad que al mismo tiempo
consideraron que "sería muy extraño que hubiera de dos pesos de más
de cinco años en la calle y la selección la hacen los mismos bancos:
cuando creen que están deteriorados los cambian en el Central".
Sin embargo, en esta
cuestión como también en otras de la vida cotidiana, la realidad se
impone por sobre el relato o el deber ser. Podemos comprobar, muy
fácilmente en cualquier compraventa en efectivo, que los billetes de baja
denominación son escasos, que se hallan deteriorados hasta la
obsolescencia y los comerciantes y compradores se disculpan por
entregar papel moneda en condiciones vergonzantes.
Mientras el BCRA ha llegado
a marcar un récord en la emisión de billetes de $ 100, producto de la
inflación y hace oídos sordos a los unánimes pedidos de emitir papel
moneda de mayor valor facial ($ 200 y $ 500, por ejemplo), no repone
debidamente ni canjea aquellos que poseen las efigies de los generales
Mitre, Sarmiento y Belgrano.
Es por ello, que solicito el
acompañamiento de mis pares a fin de aprobar el presente proyecto de
resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | UNIR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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FINANZAS (Primera Competencia) |