PROYECTO DE TP
Expediente 4511-D-2015
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE LA SITUACION PRESUPUESTARIA Y OPERATIVA DE LA FUERZA AEREA ARGENTINA, Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS.
Fecha: 21/08/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 106
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Dirigirse al Poder Ejecutivo
Nacional para que en los términos del art. 100 inciso 11 de la
Constitución Nacional, a través de la Jefatura de Gabinete de Ministros;
Ministerio de Defensa, Jefatura de Estado Mayor General de la Fuerza
Aérea y demás organismos competentes en la materia, informen a la H.
Cámara de Diputados de la Nación acerca de los siguientes puntos
vinculados a la situación presupuestaria y operativa de la Fuerza Aérea
Argentina.
1.- Acreditar la composición
del parque aeronáutico disponible y operativo, precisando si dicho
material cubre las necesidades operativas para la defensa del espacio
aéreo nacional y el entrenamiento de pilotos. Dar cuenta de las altas y
bajas de aeronaves, señalando las que fueron desprogramadas así como
las que se incorporaron mediante adquisición, leasing o alquiler.
2.- Efectuar un prolijo
detalle concerniente a la ejecución de las partidas presupuestarias
destinadas a la Fuerza Aérea Argentina en la ley 27.008 Presupuesto
General de la Administración Nacional Ejercicio 2015.
3.- Determinar las razones
que motivaron el dictado de la Orden del Día que dispuso la reducción del
horario de actividades en el Edificio Cóndor, a cinco horas por día y por
qué motivos se procedió luego al "sin efecto" de la misma.
4.- Establecer el quantum de
recursos financieros con que cuenta la Fuerza Aérea Argentina para
afrontar los gastos del tercer cuatrimestre del corriente año.
5.- Si se había decidido
reducir el horario de trabajo del personal de la sede del Estado Mayor de
la Fuerza Aérea a efectos de ahorrar en energía eléctrica, insumos y
"racionamiento" del personal en los comedores de la institución, referir a
cuánto asciende el gasto mensual en los rubros citados y cuánto
significaría el ahorro pretendido.
6.- Producir un informe
atinente a la deuda consolidada de la Fuerza Aérea Argentina por todo
concepto, señalando: fechas previstas para el cumplimiento de los
compromisos de pago, días de atraso en la consecución de los mismos,
monto adeudado por la provisión de combustible para aeronaves y
vehículos terrestres.
7.- Indicar si existen una
decisión de dejar fuera de servicio sin proceder a su reparación durante
el año en curso, a las aeronaves que sufran fallas y se encuentren
impedidas de volar.
8.- Precisar detalladamente
las horas de vuelo previstas durante los años 2012 a 2015 y las que
efectivamente se cumplimentaron, refiriendo cuántos pilotos militares se
hallan aptos y habilitados para combate y cuántos no lograron dicho
brevet en razón de no haber podido volar las horas exigidas
reglamentariamente.
Asimismo, consignar el
número de pilotos en Etapa III (aptos para combate) que han pasado a
Etapa IV (no aptos para combate) debido a la imposibilidad de cumplir
con las exigencias mínimas que exige cada sistema de armas (SdA) e
incluso al no haberse rehabilitado en los tiempos previstos han regresado
a la Etapa II (no aptos para combate) lo que supone un retroceso tanto
para el piloto como para la fuerza, ya que para volver a alcanzar
nuevamente la Etapa II deberá ejecutar una cantidad de horas de vuelo
que no están previstas.
9.- Acompañar una
descripción del estado edilicio del Edificio Alas ubicado en la Avenida
Leandro N. Alem 719 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es de
propiedad de la Fuerza Aérea y se destina a vivienda del personal
aeronáutico, con especial indicación de las siguientes cuestiones:
a) Si el servicio de gas
natural se halla impedido de ser utilizado, porque la instalación no se
encuentra debidamente homologada.
b) Estado de funcionamiento
de los ascensores y montacargas del edificio que cuenta con 40
pisos.
c) funcionamiento de la
caldera, que debe ser reemplazada de forma urgente; de no hacerlo, se
corre el riesgo de que se produzca un incendio y una explosión.
d) Estado de ocupación de
las unidades del edificio y precisión de los cánones locativos abonados
por los ocupantes y por la utilización de la terraza para antenas de radio
y televisión y los equipos técnicos de Telefé, El Trece, y de las radios
Rock and Pop, Vorterix y Cadena 3 en los pisos 38 a 40.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En medio de un ajuste
obligado por las deudas y la insuficiencia del presupuesto para llegar a fin
de año, la Fuerza Aérea dio marcha atrás con su orden de reducir el
horario laboral en el edificio Cóndor, su sede en Retiro, que debía regir
desde el martes 18 de agosto de 2015. Muy temprano en la mañana,
recién regresados del fin de semana largo tras el feriado del lunes 17 de
agosto, el personal militar y civil aeronáutico se encontró con un
"mensaje" interno (una comunicación escueta) que se limitaba a señalar,
simplemente, que quedaba "sin efecto" la "Orden del día" del 11 de
agosto, que fijaba horario de 8 a 13 y pedía reducir "al mínimo" el
personal en servicio fuera de ese límite.
Clarín publicó el domingo 16
de agosto esa información junto con el facsímil de la "Orden del día"
emitida por la Subjefatura del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea.
La trascendencia pública del asunto, que desnuda los problemas
presupuestarios de la fuerza, tuvo fuerte impacto interno, lo que al
parecer, precipitó la revisión de la medida.
La reducción apuntaba a
ahorrar en energía eléctrica, insumos y sobre todo, "racionamiento"
(comida) del personal en los comedores de la fuerza. Sin embargo,
fuentes que siguen el tema indicaron a este diario que la intención de la
cúpula aeronáutica es mantener la restricción del racionamiento aunque
el personal se retire a las dos de la tarde.
Aunque la revisión de la
medida se difundió temprano, se atribuyó a cierta confusión que una
parte del personal que presta servicios en el Cóndor igual se retirara ayer
a la una de la tarde.
La necesidad de recortar
gastos se debe a que la fuerza no cuenta con recursos hasta fin de año
más que para financiar las deudas que ya tiene, estimadas en 500
millones de pesos. De ese monto, unos 200 millones corresponden a un
pasivo con YPF por la provisión de combustible para aeronaves.
En la fuerza llegó a
analizarse la posibilidad de reducir también la semana laboral, de lunes a
jueves. Y se decidió que en adelante las aeronaves que salgan de servicio
no serán recuperadas por el momento.
En cuanto al racionamiento,
la orden establecía que sólo se proveería al personal del sistema de
seguridad, turnos, y a los residentes en los casinos en el predio de
Aeroparque, además del "mínimo necesario para el funcionamiento" de
las jefaturas, direcciones generales y comandos.
"Aunque se retractaron en
todo, según lo escrito, en la realidad se va a seguir manteniendo el
criterio de recorte que marcaba la orden del día, con la excepción de que
se volverá al horario de salida de las 14", indicaron fuentes del edificio
Cóndor.
El 10 de agosto la fuerza
celebró su 103° aniversario en un acto encabezado por el ministro de
Defensa, ingeniero agrónomo Agustín Rossi, y el Jefe aeronáutico,
brigadier general Mario Callejo. Ese día se despidió formalmente a los
aviones Mirage, que serán definitivamente desprogramados en noviembre
luego de 43 años de uso. Muestra de la falta de inversión que sufre la
fuerza hace años, con aviones vetustos que se caen o quedan en tierra,
pese a las expectativas de compra generadas en los dos últimos años el
sistema de armas Mirage que era operado desde la Brigada Aérea de
Tandil todavía no tiene reemplazo (Fuente: Clarín).
En otro orden de cosas,
cabe señalar que el Edificio Alas es una de las torres emblemáticas de
Buenos Aires y por cuarenta años -hasta la construcción de la Torre Le
Parc en 1994- fue el más alto de la Ciudad. Sin embargo, aquella
opulencia comenzó a resquebrajarse y se encuentra hoy en un estado
inimaginable.
En el rascacielos, la
calefacción es eléctrica por cuestiones de seguridad: el gas no se puede
utilizar porque la instalación no se encuentra homologada.
La torre de 40 pisos suele
pasar varios días sin que funcione ninguno de sus seis ascensores. No
hay una pizca de exageración: muchas de las 200 familias que
viven en el lugar deben
soportar usualmente un verdadero vía crucis para subir hasta su lugar de
residencia; sobre todos las que viven en los departamentos situados en
las zonas más altas, con el agravante de que entre ellas hay
discapacitados.
Actualmente anda solamente
un ascensor, pero sube sólo hasta el piso 21; cuando llega la hora pico -
el momento en que los chicos vuelven de la escuela-, se forman largas
colas en el hall de planta baja. "La mayor parte del tiempo vamos por las
escaleras", confirmó un habitante del lugar al diario Clarín.
Del lado izquierdo hay dos
elevadores, pero uno salió de servicio hace cuatro años y el otro hace
dos. Además, el montacargas se rompió hace cuatro meses. Las
dificultades extrema y un ejemplo concreto se vivió el pasado fin de
semana largo, cuando se les informó a los residentes que no habría ni
ascensor ni montacargas ningún día.
El agua caliente también es
un problema: hay horarios muy restringidos para bañarse debido al mal
funcionamiento de la caldera, que debe ser reemplazada de forma
urgente; de no hacerlo, se corre el riesgo de que se produzca un incendio
y una explosión.
El Edificio Alas es propiedad
de la Fuerza Aérea y depende del área de vivienda de la Dirección
General de Personal y Bienestar que está a cargo del brigadier Oscar
Chiaradia.
Cuenta con 206
departamentos que aloja a oficiales y sus familias. Hay ocho
departamentos por piso hasta el 20, cuatro del 21 al 22, y del 23 al 37,
dos departamentos por piso. En la terraza hay antenas de radio y
televisión; entre los pisos 38 y 40 operan equipos técnicos de Telefé, El
Trece, y de las radios Rock and Pop, Vorterix y Cadena 3 (Fuente:
Infobae, diario Hoy, Clarín).
Hacia fines de los años 90 la
Fuerza Aérea Argentina se encontraba posicionada tanto a nivel
profesional como a nivel operativo muy por encima del estándar regional
existente por entonces. La experiencia adquirida durante la guerra por
Malvinas se veía claramente reflejada en cada brigada aérea y en cada
tripulación de los distintos
sistemas de armas. Aunque no se había podido acceder a material de
combate más moderno, la experiencia de guerra tenía un peso
desequilibrante en las operaciones aéreas y la incorporación de algunas
nuevas capacidades no sólo compensaba ése faltante sino que también le
permitía ejecutar operaciones aéreas equiparables a los estándares más
avanzados del mundo.
Quince años después la
situación de la fuerza es diametralmente opuesta, no resultando -en
principio- muy difícil determinar las causas que han originado semejante
escenario, el cual se agrava ante la ausencia de planes específicos y
concretos que permitan revertir la actual situación, hecho que lleva a
dudar seriamente de cuál será el futuro a corto y mediano plazo de la
Fuerza en lo referido a su plano operativo, sus capacidades y la real
posibilidad de cumplir con las necesidades defensivas del país.
Según el INDEC (Instituto de
Estadística y Censo) en el período 2003-2010 el PBI (Producto Bruto
Interno) sufrió una expansión del 60% aunque algunas consultoras
privadas consideran que el mismo superó ligeramente el 70 %, sin
embargo los presupuestos militares -que varían en relación al PBI-
afrontaron una situación totalmente contraria al reducirse
porcentualmente en más de un 50% al pasar del 1,5% al 0,68% del PBI
en el año 2004, período en donde el gasto militar alcanzó los 1.070
millones de dólares, convirtiéndose en el segundo presupuesto más bajo
de la historia tras los 1.053 millones de dólares del año 2001.
Desde entonces los gastos
en defensa siempre se han mantenido por debajo del 1 % del PBI,
ubicándose normalmente entre el 0.74 y 0,82 % posicionando a nuestro
país como el Estado sudamericano que menos porcentaje del PBI dedica
a sus gastos de defensa. De hecho así lo refleja el Registro Suramericano
de Gastos de Defensa publicado por el Consejo de Defensa Suramericano
(UNASUR) en Mayo de 2012, informe que incluso lleva la firma del por
entonces ministro de defensa Dr. Arturo Puricelli, y el cual deja en claro
que nuestro país invierte en defensa menos que países como Guyana o
Surinam con un promedio de solamente el 0,57% del PBI en el período
2006-2010.
Al momento de analizar la
distribución porcentual de los gastos de defensa se observa que los
sueldos como las cargas sociales absorben en promedio entre el 77 y
80% del mismo, los gastos corrientes entre el 18 y 19% quedando
solamente entre el 1,5 y 2% para inversión real directa, lo que impide
entonces renovar el equipamiento existente ya que se trata de cifras
insignificantes en relación a los costos de cualquier tipo de equipamiento
militar.
Quizás suene repetitivo pero
debemos considerar que los presupuestos militares de los últimos catorce
años han resultado ser los más bajos de la historia, aunque en la última
década el país llegó a crecer por encima de las principales tasas
internacionales de crecimiento en su PBI. Esto lleva a deducir que nada
es casual y que sin lugar a dudas estamos frente a una política inducida
que rápida y eficazmente ha dado sus frutos, porque aun considerando
que la Argentina tiene una vocación pacifista y una postura defensiva no
ofensiva no pueden negarse -tal como sucede- el presupuesto necesario
para vigilar de modo adecuado el espacio aéreo del país, su zona
económica exclusiva o vigilar sus recursos naturales.
En los últimos 15 años la
Fuerza Aérea ha visto reducido su parque aéreo en un número estimado
de 125 a 135 aeronaves. A la desprogramación ya prevista de los
Canberra, los últimos MS-760 y Guaraní II luego se sumaron los B-45
Mentor, pero la falta de presupuesto obligó a tener que desprogramar
transitoriamente docenas de ejemplares muchos de los cuales
difícilmente vuelvan a volar. Así encontramos a tres Boeing 707, tres C-
130H y cinco C-130B Hércules, dos Fokker F-27, uno o dos Fokker F-28,
todos los Sukhoi Su-29AR, una docena de Tucano, una veintena de
Mirage/Mara/Finger, una larga docena de Pucará, casi el 80% de la flota
de helicópteros además de varios IAS-63 Pampa, Cessna 182 y
Aerocommander 500U. A éste listado deben sumarse también las
aeronaves accidentadas que incluyen un Fokker F-27, un Lear Jet, un A-
4AR, un OA-4AR, un Twin Otter, un Mirage y un Pucará.
En contraposición a éstas
bajas, en el mismo período sólo fueron incorporados 22 ejemplares, a
saber: un Twin Otter (T-89), un Fokker F-28 (T-50), 6 Pampa, 4 Saab
340B, un Bell 212, un Bell 412, dos Mi-17E y cinco Grob G-120TP, aunque
éstos últimos son propiedad de FAdeA.
A ésta reducción sustancial
de material se sumó también una reducción en las horas de vuelo
asignadas a la Fuerza Aérea. Durante el año 2012 la Fuerza Aérea
cumplió 28.769 horas de vuelo de un total de 31.200 programadas. El
presupuesto 2013 supuso un golpe importante al reducir en nada menos
que un 52% la cantidad de horas de vuelo. Así sólo se ejecutaron 13.641
horas y para éste año la cantidad asignada es similar. El hecho de
mantener un nivel tan bajo de horas lleva a que gran parte de la nómina
de pilotos se encuentre por debajo de la actividad mínima requerida para
mantener sus habilitaciones. De hecho muchos pilotos en Etapa III (aptos
para combate) han pasado a Etapa IV (no aptos para combate) debido a
la imposibilidad de cumplir con las exigencias mínimas que exige cada
sistema de armas (SdA) e incluso al no haberse rehabilitado en los
tiempos previstos han regresado a la Etapa II (no aptos para combate) lo
que supone un retroceso tanto para el piloto como para la fuerza, ya que
para volver a alcanzar nuevamente la Etapa II deberá ejecutar una
cantidad de horas de vuelo que no están previstas.
Tengamos presente que la
habilitación de un piloto a un determinado SdA se pierde al no poder
mantener las capacidades operativas necesarias para ejecutar misiones
aéreas. Normalmente ello sucede cuando no se cumplen determinados
requerimientos trimestrales o cuando han transcurrido 45 días sin volar
en el SdA en que se encuentra habilitado.
Esta situación termina
generando un desequilibrio de importancia que se pone en manifiesto al
momento de integrar tripulaciones para cualquier operación aérea, ya
que resulta difícil mantener habilitadas varias tripulaciones en un mismo
SdA. Pero también es un problema a futuro por cuanto para volver a
obtener las habilitaciones y rehabilitaciones se va a requerir de una
mayor asignación de horas de vuelo, algo que no sucede al menos en los
últimos años y que muestra un claro retroceso comprometiendo aún más
la situación de la Fuerza. No hace mucho tiempo atrás se había manejado
la información que de 642 con que contaba la FAA solamente 314
mantenían sus habilitaciones, estimándose que luego de las reducciones
de horas del año pasado y de éste año, ése número se debe haber
reducido considerablemente.
Para tener una dimensión
más realista sobre la reducción de horas de vuelo que afecta a la FAA en
los dos últimos años, podemos mencionar que a fines de los 90's
solamente en instrucción (EAM y IV Brigada) se consumían entre 15.000
y 16.000 horas anuales, en transporte una cantidad similar en tanto los
Sda Mirage, Finger, A-4AR y Pucará volaban entre 11.000 y 12.000 horas
de vuelo anuales. Queda claro entonces que los actuales valores de los
Programas de Actividad Operacional (PAO) son los más bajos de la
historia de la FAA, y como ya se ha mencionado las consecuencias a corto
y mediano plazo son más que importantes y trascendentes para el futuro
de la FAA (Fuente: Interdefensa).
Sintéticamente, la
descripción del estado financiero y operativo de la gloriosa Fuerza Aérea
Argentina remite a una situación equiparable a la de quiebra. El gobierno
nacional que rige los destinos del país desde mayo de 2003 es
responsable excluyente de haber convertido a nuestra aeronáutica militar
en una fuerza que está conformada por aeronaves obsoletas con destino
museográfico, con un valioso elemento humano que demostró en el
Teatro de Operaciones del Atlántico Sur coraje, hidalguía y aptitudes
técnicas y es ahora objeto de destrato.
Hoy la Fuerza Aérea es sólo
una sombra de entonces. Difícilmente puede poner en el aire más de 30
o 40 unidades, más de la mitad de sus pilotos han perdido sus
habilitaciones y las horas de vuelo asignadas no alcanzan para cubrir las
necesidades mínimas operativas y de adiestramiento.
Sin embargo la estructura
orgánica de la FAA sigue siendo prácticamente la misma de principios de
los 50's, cuando disponía de casi siete veces más medios de los que
cuenta actualmente y con una actividad aérea entre seis y siete veces
superior a la actual. Esto es algo difícil de entender y hasta aceptar por
cuanto dicha estructura se ha mantenido inmune al casi brutal proceso de
reducción de medios y actividades que viene sufriendo la fuerza desde
hace al menos 20 años atrás.
Es obvio que una
reestructuración deviene como algo necesario de cara al futuro inmediato
ya que siempre será un verdadero obstáculo para cualquier proceso de
reequipamiento por mínimo que sea. Que más del 70 % del personal esté
afectado a tareas administrativas o que existan diez o más escritorios por
cada aeronave, simplemente hoy es algo irrealista.
Cada vez con menos
medios y con menos actividad no hay lógica que permita sostener un
gigante burocrático y verticalista que aporta poco o nada la misión
específica conferida a la fuerza. Es momento del cambio, de la
reestructuración y de la readecuación de medios.
Por todo lo expuesto, sin
ilusiones que la situación mute hasta el cambio de mando en diciembre
de 2015, solicito al menos conocer los datos requeridos en el presente
pedido de informes, cuya aprobación pido a mis colegas diputados.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | UNIR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
DEFENSA NACIONAL (Primera Competencia) |