La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

El repudio enérgico de ésta Honorable Cámara de Diputados al golpe de Estado en el hermano país del Paraguay. Los hechos ocurridos este viernes atentan contra la democracia conseguida hace muchos años en la región, el proceso por el que fue sometido el presidente Lugo denota una inconstitucionalidad aberrante que como país miembro del MERCOSUR, UNASUR y CELAC no podemos permitir.

Señor presidente:

El triunfo del Presidente Lugo en el 2008 con el Frente Guazú que reúne a organizaciones campesinas, movimientos sociales, partidos políticos y organizaciones indígenas entre otras, rompió el sistema partidista que había llevado al Paraguay a un país que era una especie de semi-Estado y a una democracia formal vacía a través de la complicidad formal entre el Partido Colorado y el Partido Liberal.

El Presidente Lugo, es hijo político de la oleada de gobiernos latinoamericanos que han impulsado la integración latinoamericana y suramericana, a través de la profundización de la política del Paraguay con el MERCOSUR, UNASUR y el CELAC.

Como novedad, el Paraguay empezó a crecer económicamente por primera vez después de decenios de economía informal, a un promedio del 6 % en el 2009, del 8 % en el 2010 y del 14% en el 2011. Este crecimiento económico se transforma en desarrollo económico y social, con el nacimiento del Estado social por primera vez en su historia, ya que con el Presidente Lugo se origina la atención gratuita de la salud, políticas sociales universales a los sectores más desfavorecidos en todas sus variantes, a las familias, a los ancianos y a los niños, el fomento del cooperativismo, a tal punto que el rubro educación agrícola de 100 escuelas agrícolas en el 2008 hoy existen 600 y de 2500 alumnos a 10.000 alumnos.

La política de integración permitió por primera vez un diálogo serio y de acuerdos con Brasil con respecto a Itaipú, recrear el URUPABOL-Uruguay, Bolivia y Paraguay- y profundizar la alianza histórica con la Argentina y los países del MERCOSUR y el ALBA, lo que hace que Paraguay, haya tenido por primera vez una diplomacia activa en las políticas de integración. Y lo más importante, una política de apuesta al Consejo Suramericano de Defensa y de alejamiento de toda sospecha de base militar en Mariscal Estigarribia, en el famoso aeropuerto construido en la época de Stroesner. A tal punto, que el Presidente Lugo, llevó a Evo Morales a mostrarle que no existía tal base militar e inmunidad a supuestos marines, como había ocurrido en periodos anteriores.

Más aún, su primer Ministro de Defensa, el General de Ejército, Retirado Luis Bareiro Spaini, denunció la intromisión de la embajada norteamericana en Paraguay y así, lo manifestó en mayo de 2010 en la inauguración del Centro de Estudios Estratégicos del Consejo Suramericano de Defensa, en Buenos Aires, cuando expuso en representación del Paraguay.

Esta política, ha puesto en peligro la alianza partidocrática del partido Colorado-Liberal-Unace, en las próximas elecciones que se llevarán a cabo en 9 meses ante la consolidación del Frente Guazú.

La destitución del Presidente Lugo, responde a que la partidocrácia que hundió al Paraguay a un Semi-Estado, llevan a cabo un golpe de estado, novedoso, para romper con el Estado social naciente en Paraguay, sentando un precedente gravísimo en América del Sur.

A contramano de la democracia social y de la integración, este golpe de Estado, novedoso, como decíamos, y que nos debe alertar a todo el MERCOSUR. Esto es un punto de inflexión, ya que este golpe de Estado del Congreso, puede constituir un punto sin retorno y es un ataque directo al corazón del MERCOSUR y de la integración. No podemos permanecer ajenos.

Teniendo en cuenta que no es el primer golpe de Estado que acontece en América Latina, Honduras es el caso viviente en dónde se ha perpetuado, pero en estos últimos años también han intentado producir hechos semejantes en Ecuador, Bolivia y Venezuela, debemos actuar mancomunadamente con el resto de los países de la región.

Las fuerzas conservadoras, que quieren impedir la unión de los pueblos latinoamericanos, así como su emancipación, son las que están orquestando estos atentados contra la democracia. No toleran que se estén desenvolviendo procesos históricos, en los que el Pueblo emerge como protagonista indiscutido de una patria grande y soberana. El partido colorado en Paraguay -podríamos decir la oligarquía colorada, que es lo mismo- pretende someter a los paraguayos a un régimen cuasi feudal, en dónde primen las relaciones señor-siervo; y no las de ciudadanos iguales ante la ley. Recordemos que fue este partido el que le otorgó funcionarios a la sangrienta dictadura de Stroessner y el que gobernó aristocráticamente por 60 años al país, en completo perjuicio de los más débiles. Recién con la llegada de Lugo al Gobierno, los sectores populares encontraron un presidente dispuesto a escuchar sus demandas. Es por eso que -como Sostuvo Lugo en su último discurso- es al pueblo paraguayo al que destituyeron el viernes.

Lo ocurrido en Paraguay ha sido un duro golpe contra la Democracia, algo que sin duda la República Argentina y las naciones latinoamericanas no podemos hacer más que denunciarlo y rechazarlo. Ningún país de la región puede estar expuesto a este tipo de situaciones, que no hacen más que dañar a las instituciones y lesionan la cohesión social.

Se trata de una situación inaceptable para nuestro país y para el MERCOSUR. Acompañaremos a nuestra Presidenta en la negociación con nuestros vecinos y socios para determinar el camino más adecuado a seguir, unidos, como debemos estar todos los países de Latinoamérica respetando las decisiones legítimas de los pueblos.

Por eso es tan importante que, ante estas situaciones de atropello institucional, se activen las cláusulas democráticas que tanto MERCOSUR como UNASUR tienen en sus Tratados Constitutivos.

Ésta es otra manifestación de cómo el poder económico, con la complicidad del político, avanza por sobre la constitución de un Estado intentando preservar una semblanza institucional mínima como es el funcionamiento del Congreso y rehúsa los cambios que pueden beneficiar a la mayoría de la ciudadanía y en el concierto internacional es fundamental el respeto a las políticas internas de un país, así como también las cláusulas democráticas suscriptas en la región ante los organismos multilaterales.

Este golpe directo a nuestra madre Patria y al MERCOSUR, solo será una "derrota" de un día en el ciclo histórico del irreversible camino hacia la Patria Grande que nos conducirá hacia la Segunda Independencia.