La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el PODER EJECUTIVO recomiende a los Gobiernos de las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, la señalización urbana obligatoria para personas no videntes.

Señor presidente:

En general las personas no videntes de la República Argentina deben enfrentarse a diario no solo con los obstáculos propios de su minusvalía, sino también con falta de información y comunicación en la señalización urbana, ya que la misma está dirigida a personas que poseen el sentido de la visión, situación esta, que lleva a las personas no videntes a una dependencia obligada, coartada su libertad de transitar y a veces, enfrentados a la falta de solidaridad de ocasionales transeúntes.

Las personas que gozamos la dicha de poder ver, estamos tan acostumbrados a la abundante información escrita de la que hacemos uso cotidianamente, que generalmente perdemos la noción de la importancia de poseerla. Resulta sencillo encontrar una calle, la numeración de esta, los edificios públicos, paradas de colectivos etc.

Cuando los ciudadanos nos enfrentamos a escasa o nula información urbana sentimos la impotencia propia de la deslocalización y sus respectivas consecuencias. Solo imaginemos por un instante el esfuerzo sobrehumano y la sensación de desolación que experimentan a diario las personas no videntes que transitan los centros urbanos de nuestro país sin absolutamente ninguna información adaptada a sus "necesidades y capacidades diferentes".

La ausencia de una adecuada señalización constituye uno de los factores más negativos en el proceso de integración de estas personas a nuestra sociedad, una sociedad indiferente, que al no comprender las graves dificultades que deben sortear a diario, se los discrimina por omisión, convirtiéndolos en marginados sociales a pesar de estar consagrada su condición de igualdad por nuestra Constitución Argentina.

Por último recordemos que la libertad personal dignifica y significa autonomía e independencia. Se trata pues, de descubrir aquello que verdaderamente hace progresar al hombre de modo que su proyecto sea lo más rico y positivo posible.