La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través del Ministerio de Salud de la Nación, se sirva informar a la brevedad y por escrito lo siguiente:

1. Cuáles fueron los últimos datos estadísticos obtenidos sobre mortalidad infantil en la Argentina. Detalle los mismos discriminados por provincias.

2. Cuáles fueron las pautas, datos, cálculos, metodología y todo otro elemento o referencia utilizado para medir y establecer el nivel de mortalidad infantil en la República Argentina en el año 2007.

Mencione cuáles son las principales causas de la mortalidad infantil detectadas, detalladas por provincia.

5Especifique . cuáles son las medidas que se han tomado y se están tomando con el fin de reducir la tasa de mortalidad infantil en todo el país y en cada provincia en particular.

1. Con qué presupuesto se cuenta para erradicar la mortalidad infantil y a través de qué programas y/ o convenios firmados con los distintos gobiernos provinciales se prevé implementarlo.

2. Evaluación y conclusiones del Ministerio de Salud en relación al Plan Federal de Salud 2004- 2007, específicamente en lo que respecta a los objetivos planteados con el propósito de disminuir la tasa de mortalidad infantil.

3. Cualquier otra información que sirva al presente.-

Señor presidente:

Motiva el presente Proyecto de Resolución la preocupación que despierta el importante crecimiento que tuvo la mortalidad infantil en nuestro país el último año. Esta inquietud se fundamenta en las declaraciones realizadas por la Ministra de Salud de la Nación donde afirma que la mortalidad infantil creció durante el año 2007, según resultados preliminares de estadísticas oficiales basadas en datos de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, provincias que integran el grupo de distritos mas ricos del país y donde se encuentra localizado el complejo industrial y agrícola-ganadero más importante de la Argentina.

Los últimos índices oficiales conocidos sobre la tasa de mortalidad infantil en la Argentina corresponden al año 2006, los cuales señalaban que morían en el país 13 de cada 1.000 niños nacidos. En el año 2004, el antecesor de la Ministra Ocaña en el cargo, el Dr. Ginés González García, lanzó el Plan Federal de Salud, el cual proponía bajar entre 2004 y 2007 la mortalidad infantil en un 25 por ciento. En aquel momento se anunciaba repetidamente que las cifras descendían año tras año y que la Argentina se encaminaba a cumplir los compromisos asumidos ante las Naciones Unidas, a saber: bajar la tasa de mortalidad infantil a un dígito antes del año 2010. Las metas no sólo no se cumplieron, sino que según la actual Ministra de Salud de la Nación, la cifra es hoy aún mayor.

Según datos estadísticos, la tasa de mortalidad infantil que en 2002 había alcanzado el 16,8 por mil bajó del 16,5 en 2003 al 15 por mil en 2004. Según declaraciones del ex Ministro de Salud Gines González García, "Argentina logró en 2005 una baja al 13,5 por mil de la tasa de mortalidad infantil, y la tendencia indica que es muy probable que en el 2007 se logre una cifra aún menor a la de 12,7 por mil prevista en el Plan Federal de Salud". Cuesta entender cómo habiendo llegado a esas cifras, cuatro años después, la tasa de mortalidad infantil no sólo no ha disminuido, como preveía el Dr. Gines González García, sino que se ha incrementado sustancialmente.

Vale la pena destacar que el índice de mortalidad infantil constituye uno de los indicadores más importantes para medir el desarrollo social de un país y la eficacia de las políticas sanitarias que son destinadas a la atención materna e infantil. Se utiliza como indicador de la salud de una comunidad porque es un dato especialmente sensible a los cambios socioeconómicos y a las políticas de salud. Como indicador socio-sanitario la tasa de mortalidad infantil mantiene altos niveles de correlación con otras variables tales como: ingreso per cápita, población bajo la línea de pobreza, proporción de población analfabeta e, incluso, concentración de la riqueza.

Según el informe anual de UNICEF del año 2007 se mueren en la Argentina 25 bebés menores de un año por día por causas evitables, la mayoría de ellas enfermedades respiratorias y desnutrición. Son más de 9.100 bebés muertos al año por nacer en la pobreza. La situación de vulnerabilidad se hace más evidente en las provincias con menores recursos del país. Como dijimos anteriormente, la mortalidad infantil es un indicador crítico de la salud de una población, refleja el estado global de salud materna y el acceso al cuidado primario de salud disponible a las mujeres embarazadas y niños menores de un año. La tasa de mortalidad infantil depende de la estructura de los servicios de salud y atención de la madre durante el embarazo y el parto. Esto significa que las causas de la mortalidad son evitables si se realizaran las inversiones necesarias y se implementaran políticas públicas.

Resulta indignante escuchar la explicación que diera para el crecimiento de la mortalidad infantil en la Argentina la Sra. Ministra de Salud, Graciela Ocaña, quien señalara que es el resultado del duro invierno que se sufrió en al año 2007, junto con la falta de infraestructura hospitalaria suficiente para afrontar la epidemia de enfermedades respiratorias, entre ellas la bronquiolitis. Cuando se trata de temas tan sensibles para todos, es necesario recordar la asignación de recursos que anualmente se establece en el presupuesto nacional. Para el año 2008, en el presupuesto aprobado por el Congreso Nacional, se destinaron cerca de 20.000 millones de pesos para el pago de intereses de la deuda externa. Mientras el presupuesto para educación alcanzaba los 11.300 millones y el presupuesto destinado a salud unos 6.200 millones de pesos. Estos números hablan claramente de un determinado proyecto de país o, mejor dicho, de un no-proyecto de país.

Resulta contradictorio que la Sra. Ministra de Salud de la Nación cuestione la falta de inversión y de infraestructura hospitalaria, siendo que ella forma parte de ese gobierno al cual se cuestiona. Y es sorprendente también que fundamente el fracaso de su gestión con el fracaso en la ratificación de la Resolución 125, la cual, de ser aprobada, hubiera significado que parte de esa recaudación, unos 3.000 millones de pesos según precisó, iba a ser destinada por la presidenta Cristina Fernández a la construcción de hospitales y viviendas, en referencia al anunciado Fondo de Redistribución Social. No hay excusas para justificar tal fracaso. El crecimiento de la mortalidad infantil en nuestro país no es más que una clara señal del abandono por parte del gobierno del sistema de salud y la aplicación de políticas equivocadas desarrolladas en los últimos años, y es el gobierno quien debe brindar los medios e instrumentos a poner en práctica para disminuir la tasa de mortalidad infantil. Hay que ser claros: la mortalidad infantil ha crecido en la Argentina porque no ha habido, ni hay, políticas sanitarias y económicas redistributivas.

Teniendo en cuenta, como sostiene la campaña "El Hambre es un crimen", organizada por el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, que cuando hablamos de mortalidad infantil no solamente debemos incluir a los niños que se lleva la muerte sino también a los niños dañados -para siempre- física, intelectual y emocionalmente antes del nacimiento de las palabras, resulta imprescindible conocer ampliamente las políticas y estrategias que ha desarrollado, desarrolla y tiene como objetivo desarrollar el Poder Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Salud de la Nación, con el fin de cumplir con el compromiso asumido frente a la sociedad toda, así como ante la comunidad internacional, frente a una cuestión tan importante como es la mortalidad infantil.