La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de esta Honorable Cámara las obras de la escritora rionegrina profesora Nancy Pague: "VIEDMA, entre 1920 y 1930, en la memoria de Don Cándido Campano" y "DESDE EL BALCÓN. Miradas al Pueblo Chico desde la Viedma de hoy".

Señor presidente:

Un pueblo es y vale por lo que significa para sus habitantes. En la construcción de esa significación confluyen y se integran distintas miradas. Nancy Pague mira a Viedma "DESDE EL BALCÓN" y descubre para la contemplación, tanto de los integrantes de su comunidad como de sus visitantes, los testimonios del Pueblo Chico de la década del 20 del Siglo pasado que aún existen en las entrañas de la ciudad que crece, alertando que "Sólo si las comunidades comprenden el valor de los testimonios que sustentan la evolución histórico-cultural de los pueblos, se producirán acciones destinadas a salvar parte de esa riqueza ... que podría estimular la formación de lazos humanos fundados en el sentimiento de posesión de un pasado cultural común y, seguramente, contribuir a mejorar la calidad de la convivencia comunitaria."

Tanto en "VIEDMA entre 1920 y 1930, en la memoria de Don Cándido Campano", su antecedente, como en "DESDE EL BALCÓN. Miradas al Pueblo Chico desde la Viedma de hoy", pueden vivenciarse el ambiente social, cultural y económico de las décadas posteriores a la Gran Inundación de 1899. Su lectura nos introduce en sus boliches, peluquerías, almacenes, tiendas y talleres; nos hace participar de los Carnavales, los bailes populares y las ceremonias y festividades religiosas; nos transporta en sus Victorias, chatas, carritos sulkys y tropas de carros. Con los panaderos, lecheros y carniceros que diariamente iban a las casas, podremos ser partícipes de las novedades del pueblo (nacimientos, muertes, noviazgos, festejos) y de los chismes propios de toda comunidad humana.

Y algo que nos parece importante destacar es que en la construcción de "Desde el balcón" - realizada a lo largo de diez años - cooperaron Verónica Belloso (en el trabajo de campo que demandó dos años), la escritora Yolanda Ilda Garrafa, las fotógrafas Hebe Medrano y Susana Gamero, y la arquitecta Amanda Rodríguez. Dice la autora en la solapa del libro: "Mi encuentro con Verónica, Yolanda, Hebe, Susana y Amanda - de distintos orígenes, edades y quehaceres - que se expresa en el contenido de este libro, es quizás la muestra más elocuente de las calidades de esta región que enraiza a quienes la pueden contemplar desde el sentimiento."

Por esa forma de enseñar y preservar la historia, por esa virtud de rescatar lo que nos señala de dónde venimos y nos marca el hacia dónde vamos.

Porque es valioso para las generaciones venideras dejar testimonio de nuestro pasado para que puedan transitar seguras la senda global que el presente nos impone.

Porque estas obras, como todas las que miran las comunidades hacia adentro descubriendo lo que hace a su identidad, contribuyen a pensarnos como potenciales protagonistas de la construcción de nuestro futuro.

Porque es ejemplo, no sólo de esa comunidad, sino también de otros asentamientos urbanos a los que la máquina del tiempo y las modernas construcciones van arrasando, cual monstruo devorador, todo vestigio histórico, sin que muchos puedan recordar siquiera en qué calle nacieron o dónde vivieron sus abuelos, en qué lugar se libró una batalla, o dónde vivió alguien que hizo tal o cual obra en beneficio de la humanidad.

Porque en las obras de Nancy Pague el pasado histórico es presente y porque también construye ciudadanía y restaura soberanía histórica y cultural.

Por todo lo expuesto precedentemente, es que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de resolución.