La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su preocupación por el levantamiento del programa cultural "El Club de la Pluma", de Radio Nacional Córdoba, desde el 2 de septiembre de 2007.-

Señor presidente:

El "Club de la Pluma" nació en una FM de Villa Carlos Paz en 2004 y en apenas un año comenzó a transmitirse desde la ciudad de Córdoba hacia catorce provincias argentinas.

Desde sus inicios, cada domingo, de 7 a 9 de la mañana, el programa abrió sus micrófonos a las diferentes voces del arte, la cultura y la ciencia del interior de nuestro país. Con columnas dedicadas a la antropología, la geopolítica, la música, la politología y las artes plásticas, "El Club de la Pluma" ofreció su espacio a músicos marginados de los circuitos comerciales, alentó debates culturales entre sus oyentes, organizó eventos solidarios y forjó una audiencia que acompañó con entusiasmo y compromiso cada una de sus iniciativas.

A fines del año 2006, ante la eventual renovación del contrato se les advirtió a los responsables del programa que, por cambios en la conducción de Radio Nacional, no había ninguna autoridad que pudiera firmar esa renovación. Como la emisora contrata por cuenta y orden del Sistema Nacional de Medios Públicos, aquella transición de autoridades mantuvo a "El Club de la Pluma" sin aire durante un mes y medio, no sólo con los perjuicios económicos que implica no poder cumplir con la pauta publicitaria sino con la incertidumbre que genera cualquier ausencia sin explicaciones.

El programa se mantuvo fuera de la grilla hasta que la nueva conducción de Radio Nacional ofreció a los conductores una única franja disponible para reanudar su trabajo: los domingos, de 6 a 8 de la mañana. A pesar de que la oferta parecía no ser la más conveniente para un programa ya instalado en otro horario, se firmó el contrato hasta diciembre del corriente año.

A un mes de aquel acuerdo y de la presentación de la nueva programación de la Radio, en la que estaba incluido "El Club de la Pluma", sus responsables recibieron una carta documento de parte de la directora Gabriela Cabus en la que se les informaba el fin del acuerdo comercial firmado por "motivos de programación" a partir del 02 de septiembre. Desde entonces, ninguna autoridad ha ofrecido alguna explicación que permita comprender por qué la Dirección decide levantar, de manera intempestiva, un programa que acaba de confirmar a través de un contrato y que ha expuesto públicamente en el relanzamiento de su oferta radial.

Aun cuando se aceptaran las razones de la dirección de Radio Nacional Córdoba de armar la programación según sus propios criterios, este derecho no la exime de dar las razones de cancelación del contrato. Si este deber es válido en cualquier empresa, cuánto más lo es en una radio pública, que además del derecho de programar tiene esa responsabilidad no sólo con los productores o conductores sino con la audiencia fiel a determinados programas.

En nuestro país, con su oscura tradición de autoritarismo, donde se confundió Estado con Gobierno, es necesario construir la luminosidad pública para evitar caer en la desconfianza de interpretar como censura encubierta lo que se presenta como una decisión de "programación".

Los argentinos estrenamos el derecho a decir y aún la denuncia de que la libertad está amenazada actúa como una constatación de que esa libertad todavía sobrevive. Nos resta incorporar como valor cultural la responsabilidad de aquellos que ejercen la libertad y, más aún, de aquellos que detentan el poder y en nombre de lo público terminan acallando voces plurales porque les molesta el ruido de la crítica.

Con la confianza de que esta preocupación haga recapacitar a las autoridades y en un diálogo con los periodistas, de cara a los escuchas, retroceda en la decisión o, en su defecto, informe como le corresponde por obligación a la audiencia las razones del levantamiento de un programa ya enraizado en la audiencia, es que solicito se apruebe la presente expresión de preocupación.