PROYECTO DE TP
Expediente 4460-D-2012
Sumario: COLOCAR UNA PLACA CONMEMORATIVA DEL "BICENTENARIO DE LA BATALLA DE TUCUMAN" OCURRIDA EL DIA 24 DE SEPTIEMBRE DE 1812, EN LA PLAZA BELGRANO DE LA CIUDAD CAPITAL DE LA PROVINCIA DE TUCUMAN.
Fecha: 28/06/2012
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 78
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Colocar una placa conmemorativa del
bicentenario de la Batalla de Tucumán, acaecida el 24 de septiembre de 1812, en
la Plaza Belgrano, delimitada por las calles Lavalle, Alberdi, Bernabé Aráoz y Pasaje
Dorrego, de la Ciudad de San Miguel de Tucumán.
En dicha placa, se leerá el siguiente
texto:
"La Cámara de Diputados de la
Nación
en homenaje a quienes
protagonizaron
la gesta de la Batalla de Tucumán;
hito fundamental
en el proceso de la independencia
argentina
24 de septiembre 1812 - 2012"
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
"Por mis partes anteriores sabe V.E.
que el enemigo me perseguía; su número no lo había podido fijar porque las
relaciones variaban según el modo de ver mis espías; pero observada la resolución
de todos los individuos del ejército y de cuantos patriotas vinieron a sus banderas,
de morir o vencer, me decidí a sostener las armas, sin tener consideración a las
fuerzas que la tiranía dirigía contra nosotros..." (Manuel Belgrano, parte oficial de
la Batalla de Tucumán, 29 de septiembre de 1812)..
Con estas palabras, Manuel Belgrano
sintetizaba y describía uno de los momentos más importantes del proceso
desencadenado a partir de los días de mayo de 1810, cuando se iniciaba el ocaso
del orden colonial.
La Batalla de Tucumán, en la que se
impusieron las tropas revolucionarias al mando del entonces General en Jefe del
Ejército del Norte, Manuel Belgrano, el 24 de septiembre de 1812, se encuentra
entre los sucesos más trascendentes de la revolución de independencia.
No sólo por el triunfo militar en sí,
sino y fundamentalmente, por sus implicancias y características políticas y
sociales.
Con la forzada renuncia de Cisneros y
la instauración de la Junta Patriota, el nuevo gobierno se encontró frente a la
necesidad de establecer, consolidar, comunicar e imponer el nuevo orden en toda
la jurisdicción virreinal y, al mismo tiempo, tuvo que prepararse para la defensa de
cara a la amenaza contrarrevolucionaria que se cernía sobre Buenos Aires, desde
la banda oriental y el norte Alto Peruano.
Este estado de cosas hizo que la
primera década estuviera signada por avances y retrocesos en cuanto a las
medidas políticas implementadas, los territorios ganados, los protagonistas, las
ideas y estrategias predominantes, y el desarrollo de las campañas militares de
liberación.
En este sentido, el norte argentino
fue el terreno por excelencia en donde se decidiría la suerte militar de la revolución
y, por lo tanto, en donde jugaría - más de una vez - su propio destino.
"Entre 1810 y 1815 la guerra en el
norte abundará en alternativas, pero no alcanzará una decisión. Ofensivas y
contraofensivas llevan a las fuerzas revolucionarias tres veces hasta los límites del
Virreinato y a las realistas dos veces hasta Tucumán (...)"
"Los combates comienzan aquí en
octubre de 1810; el 27 las tropas revolucionarias que acaban de asegurar para el
nuevo orden las intendencias de Córdoba y Salta son rechazadas por los realistas
en Cotagaita; la victoria es prematuramente celebrada en el Alto Perú; semanas
después, Suipacha (7 de noviembre) será el desquite de Cotagaita y abrirá a los
revolucionarios todo el territorio altoperuano (...)" (Donghi, Tulio Halperín, "De la
revolución de independencia a la confederación Rosista", en, Historia Argentina,
Paidós, volumen 3, Bs. As. 1972, pág. 60).
En el marco de estos acontecimientos,
Juan José Castelli - integrante de la Junta - fue nombrado auditor de guerra en
reemplazo de Vieytes y el 25 de noviembre de 1810, entró en Potosí.
Castelli tendría una importante
gravitación e influencia en el Alto Perú durante este período, pero no lograría
constituir una adhesión lo suficientemente determinante como para fortalecer la
posición de los patriotas y consolidar un número de tropas que le permitiera hacer
frente al ejército realista.
Tras la derrota de Huaqui, el Alto
Perú caería nuevamente bajo el ejido de la corona española.
El ejército del norte, en retirada, fue
languideciendo hasta casi convertirse en restos, como resultado de las derrotas
militares, las deserciones, la falta de pertrechos y dinero, y las reiteradas
sucesiones de mando.
En estas condiciones, para 1812,
Manuel Belgrano fue enviado por el gobierno a Salta, donde estaban ubicados los
regimientos, para hacerse cargo de una difícil reorganización.
"El 26 de mayo de 1812 Belgrano
llegó a Yatasto. Agotado por el viaje desde Rosario y agobiado por las recurrentes
fiebres, tomó el mando de las tropas del Ejército del Alto Perú, a las que exhortó a
la constancia, la subordinación y el respeto por los pueblos (...) Los soldados
apenas llegaban a 1.500 y de ellos, la cuarta parte estaba hospitalizada. La
artillería era mínima, y no contaba con dinero para mantener a los soldados ni para
curar a los enfermos (...)"
"Para reorganizar el ejército instaló el
campamento en Campo Salto, Salta, cerca de la provincia de Jujuy (...) En mayo
mudó su cuartel a la ciudad de Jujuy desde donde pretendía iniciar su campaña
sobre el Alto Perú (...)" (Luna, Félix, "Manuel Belgrano", colección "Grandes
Protagonistas de la Historia", Planeta, España, 2000, pág. 82/83).
Los esfuerzos de Belgrano dieron
frutos, en tanto logró recomponer - tímidamente aún - la moral de las tropas y su
oficialidad, además de ganar la confianza de los pueblos, al hacer todo lo
humanamente posible para que las cargas económicas no recayeran sobre las
provincias en las que se desarrollaban las batallas.
En esta intención, Belgrano mantenía
una numerosa correspondencia con el Triunvirato, a quien le exigía un mayor
compromiso en apoyo a las tropas. Con estos antecedentes y en este contexto, se
dio la Batalla de Tucumán.
Establecido en Jujuy, Belgrano recibió
órdenes desde Buenos Aires, de replegarse hasta Córdoba frente al avance
realista. El virrey de Lima había enviado al General Pío Tristán con una fuerte
avanzada del ejército de más de tres mil hombres.
Encontrándose en inferioridad
numérica y de recursos militares, Belgrano organizó una retirada de civiles y
militares arrasando a su paso con todo aquello que pudiera ser de utilidad para los
españoles.
El Éxodo Jujeño llevó al ejército
patriota hasta Tucumán y en todo el trayecto de la retirada hacia el sur, fue
atacado reiteradas veces en su retaguardia.
No obstante, tuvo lugar una
inesperada victoria en Las Piedras, comandada por Díaz Vélez, que no interrumpió
el repliegue, pero que sin dudas afectó positivamente los ánimos de la tropa.
Con la moral más alta y consciente
que las órdenes del Triunvirato habían sellado definitivamente la suerte de las
provincias del norte - puesto que se desguarnecía por completo a Jujuy, Salta y
Tucumán - Belgrano concibió la idea de detenerse en Tucumán para rearmarse y
presentar batalla, desoyendo las instrucciones del gobierno central.
Es así que envío a Balcarce hacia la
ciudad con la intención de reclutar milicianos para engrosar las filas del ejército
patriota y defender la posición.
Cuando el 13 de septiembre, Belgrano
llegó a Tucumán, Balcarce lo recibió con cuatrocientos hombres a caballo, armados
sólo con lanzas, pero bien organizados, y una ciudad dispuesta a prestar todo el
apoyo necesario. Esto decidió al General a montar una estrategia de defensa para
rechazar a los realistas.
"Belgrano contó con doce días para
organizar sus tropas. Su plan consistía, como dice Mitre en ´esperar al enemigo
fuera de la ciudad, apoyando su espalda en ella´, y después, ´en caso de
contraste, encerrarse en la plaza´. Para lo cual cuenta Paz que en ella ´se
fosearon las bocacalles y se colocó artillería´".
"Los vecinos principales se ocuparon
en alistar gente de la campaña para engrosar el ejército, también reunieron
caballadas y proporcionaron reses para el mantenimiento de los defensores"
"Llegaron contingentes reducidos de
Catamarca y Santiago. Así se formaron los cuerpos de caballería de las provincias
del norte llamados ´Decididos´" (Instituto Nacional Belgraniano, Belgrano y la
Batalla de Tucumán).
El 24 de septiembre se desencadenó
finalmente este conflicto que enfrentó a unos mil ochocientos soldados patriotas -
número que finalmente se había logrado reunir en Tucumán - contra casi el doble
de realistas.
En las primeras maniobras, Belgrano
tomó la iniciativa de atacar lo que sorprendería al General Tristán. La carga de la
caballería gaucha fue determinante, ya que se desarrolló de manera formidable
arrasando todo a su paso y provocó la huida de una parte importante de la
infantería española.
Tristán, aún confundido por las
divisiones, desbandes y reagrupamientos producto de la batalla, intentó arremeter
nuevamente y envía correspondencia a Díaz Vélez, quien se encontraba
atrincherado en la ciudad, para exigirle la rendición.
Éste responde en una nota el 24 de
septiembre: "Si V.S. se halla con la energía de que se lisongea para atacar, tema
en el resultado los consiguientes de unas armas vencedoras justamente irritadas.
Nuestra caballería en número superior a las fuerzas de V.S., al mando de mi digno
General en Jefe el señor Brigadier Don Manuel Belgrano, que corta a V.S. toda
retirada, concluirá el corto resto de los despojos que quedan a su mando; y solo
serán sus ruinas el cuadro en que se eleve el estandarte de nuestra libertad (...)"
(Eustaquio Díaz Vélez, parte oficial de la Batalla de Tucumán, 29 de septiembre de
1812).
Lo que siguió fueron acciones
militares tanto de Belgrano como de Díaz Vélez, Balcarce, José María Paz, Warnes
y Superí, entre otros, que demostraron ser acertadas y determinaron una
importantísima victoria frente a los españoles.
El 25 de septiembre, Pío Tristán, al
mando del ejército realista, huyó hacia Salta donde volvería a ser derrotado.
La decisión de Belgrano de
desobedecer las órdenes del Triunvirato y la determinación del pueblo tucumano,
hicieron posible que las provincias del norte argentino no cayesen en manos
realistas.
Un repliegue hasta Córdoba no sólo
hubiese librado a su suerte a aquellas provincias, sino que hubiese puesto en
mayor riesgo a la revolución misma, puesto que los españoles habrían obtenido un
extenso territorio y probablemente, asentados en Córdoba, habrían podido
coordinar acciones con los realistas en la banda oriental y las tropas portuguesas
de Brasil.
La Batalla de Tucumán puso de
manifiesto, también, el carácter popular de las fuerzas que enfrentaron - en esta
oportunidad y a lo largo de todo el proceso de independencia - a los españoles en
el norte de nuestro país.
En palabras del propio Manuel
Belgrano "los hijos de Jujuy y Salta que nos han acompañado, los de Santiago del
Estero y los tucumanos, que desde mi llegada a esta Ciudad me dieron las
demostraciones más positivas de sus esfuerzos y empeño de libertar a la Patria
comprometiéndose a que Tucumán fuese el sepulcro de la tiranía (...)"
Consideramos fundamental que la
Cámara de Diputados sea partícipe de la conmemoración - en septiembre de este
año 2012 - del bicentenario de este momento histórico, trascedente para la
conformación del carácter cultural de nuestra Nación y el proceso de
independencia de toda América Latina.
Por eso, venimos a proponer la
aprobación de este proyecto a efectos de concretar la colocación de una placa
recordatoria en la Plaza Belgrano de la ciudad de San Miguel de Tucumán -
comprendida entre calles Lavalle, Alberdi, Bernabé Aráoz y el pasaje Dorrego - que
supo ser uno de los lugares donde se emplazaron inicialmente las fuerzas
patrias.
Conforme las razones expuestas y
convencidos que esta batalla exige ser recordada en toda su magnitud, es que
solicitamos la aprobación de la presente iniciativa.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
CORTINA, ROY | CIUDAD de BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
SALIM, JUAN ARTURO | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
MIRKIN, BEATRIZ GRACIELA | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
DATO, ALFREDO CARLOS | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
BROMBERG, ISAAC BENJAMIN | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
GALLARDO, MIRIAM GRACIELA | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
CULTURA (Primera Competencia) |
PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
15/08/2012 | ANÁLISIS DE PROYECTOS DE COMPETENCIA MIXTA | Aprobado por unanimidad en la parte de su competencia sin modificaciones |
02/10/2012 | ANÁLISIS DE PROYECTOS DE COMPETENCIA MIXTA | Aprobado por unanimidad en la parte de su competencia sin modificaciones |
02/10/2012 | DICTAMEN | Aprobado por unanimidad sin modificaciones |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 1048/2012 | ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION, BAE 30/2012 | 16/10/2012 |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | APROBACION ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H CAMARA DE DIPUTADOS; COMUNICADO EL 30/10/2012 | APROBADO |