PROYECTO DE TP
Expediente 4457-D-2011
Sumario: EXPRESAR RECONOCIMIENTO A LA TRAYECTORIA ARTISTICA DE ANDRES CALAMARO, AL HABER CUMPLIDO 50 AÑOS DE EDAD, EL 22 DE AGOSTO DE 2011.
Fecha: 08/09/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 127
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Manifestar
su reconocimiento a la trayectoria artística de Andrés
Calamaro, al haber cumplido 50 años de edad, el 22 de
agosto de 2011.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Andrés Calamaro, uno de los más
destacados integrantes de la generación que el rock argentino alumbró en la década
del 80, cumplirá el lunes 50 años, con una carrera prolífica y despareja, y una lírica
fuerte y fecunda.
Calamaro integra esa camada de artistas
que apareció en los años de modernidad del rock argentino junto a Gustavo Cerati, Fito
Páez, Federico Moura y Luca Prodan, quienes entregaron brillantes discos, grandes
canciones y ejercieron una poderosa influencia para varias generaciones de argentinos.
Discos como "Por Mirarte", "Nadie sale vivo de aquí", "Buena Suerte" y "Sin
Documentos" de Los Rodríguez, "Honestidad Brutal", "El Salmón" y "La Lengua
Popular" muestran a un artista de una riqueza y un talento indudable que supo
plasmar sus demonios personales y las convulsiones sociales de la Argentina en su
obra.
Sus canciones llevan el ADN de la música argentina desde los grandes del tango hasta
el rock, y esa resulta una influencia tan grande que permitió la creación -aunque
Calamaro no lo desease- de la denominada "canción calamaresca" de la que se
nutrieron Coti Sorokin, Pity de Intoxicados, Los Tipitos, La Mancha de Rolando y
Guasones, entre otros.
Con los Abuelos de la Nada grabó cuatro discos y dejó en la memoria colectiva varios
hitos cancioneros como "Mil Horas", "Así es el calor", "Sin gamulán", "Lunes por la
madrugada" y "Costumbres Argentinas".
Luego de su ida de los Abuelos en el 86, Calamaro profundizó su camino en solitario,
que había iniciado con sus discos "Hotel Calamaro" (1984) y "Vida Cruel" (1985), pero
se alejó de la new wave y comenzó a acercarse a un rocanrol más crudo.
Así decidió armar un grupo con tres guitarristas: Ariel Rot, Gringui Herrera y Julián
Petrina. En ese devenir descubrió a Lou Reed, Bob Dylan y Tom Petty, pero también al
viejo rock argentino de Manal, Vox Dei, Moris, Los Gatos y Pescado Rabioso.
Todo este bagaje fue volcado por el cantante en "Por mirarte" (1988), un disco notable
que fue reivindicado mucho tiempo después y en el que participaron figuras como
León Gieco, Daniel Melero, Bahiano y Mavy Diaz, entre otros.
En plena hiperinflación alfonsinista y levantamientos carapintadas, Calamaro grabó un
disco cuyo nombre lo decía todo para un argentino: "Nadie sale vivo de aquí" (1989),
considerado entre los 30 mejores del rock nacional porque contiene grandes canciones
como "Con la soga al cuello" en la que canta Vicentico, el chotis "No tengo tiempo", la
muy loureaddiana "Dos Romeos", "Adiós amigos adiós", y "Señal que te he perdido".
También se destacaba la coda que hablaba a las claras de esa Argentina convulsionada
de finales de los 80, "Nuestro Vietnam", en la que se repartía frases con Cerati y Páez,
en la que trazaba un poético paralelismo entre la situación local con lo ocurrido en ese
país asiático a lo largo de décadas.
A pesar de que fue un CD aclamado por la crítica, no tuvo éxito de ventas y ante la
decisión de las discográficas de rescindir contratos con artistas locales, Calamaro
emigró a España.
Allá, donde Ariel Rot tenía ya una reputación ganada, formó junto al otro guitarrista de
Tequila Julián Infante, a Guillermo Martín y al baterista Germán Vilella, Los Rodríguez,
banda que volvió a parir el rock español que en esos momentos se debatía entre
horrorosos engendros pop como Mecano y Olé Olé, y grupos de rock en sátira como
Pabellón Psiquiátrico y Los Toreros Muertos.
Inmediatamente Los Rodríguez se transformó en una sensación y Calamaro volvió a
escribir un himno popular como fue "Mi enfermedad" en un muy buen primer disco
como fue "Buena Suerte".
En ese disco, Calamaro y Rot asimilaron las influencias del nuevo flamenco español
que elaboraban artistas como Pata Negra, los hermanos Amador, Camarón de la Isla y
Tomatito, y lo mezclaron con el rock para parir un hit rumbero como "Engánchate
conmigo", abriendo una vertiente que fue copiada hasta el hartazgo.
Con "Buena suerte" recorrieron España donde se consagraron, algo que le permitió a
Calamaro regresar a la Argentina, graduarse y que el público percibiera su categoría
artística.
"Sin documentos", el segundo disco del grupo, tuvo un éxito notable, pero la lírica de
Andrés quedó en evidencia en gemas como "Especies que desaparecen" y "Mi rock
perdido", donde el poeta fértil pone en evidencia la riqueza del trazo de su pluma.
Apenas consumado el confuso final de Los Rodríguez, Calamaro se embarcó en una
nueva etapa solista en la que editó CD`s como "Alta Suciedad" (1997) y el notable
doble "Honestidad Brutal" (1999), cuyas giras lo embarcaron en un camino de excesos
que lo llevó a recluirse.
Tras la publicitada separación de su esposa Mónica, se encerró en un petit hotel de
Recoleta, y en su estudio casero le dio rienda suelta a toda su furia compositiva
durante meses y meses, acompañado solo por amigos como Cuino Scornik, Jorge
Larrosa, Bebe Contempomi, Guido Nisenson y Gringui Herrera, entre otros.
Entre composiciones propias, tangos versionados a su manera, covers de rock e
instrumentales -los amigos dicen que durante esos meses llegó a grabar más de 200
canciones-, obligó a sus discográficas Dro y Warner a editar "El Salmón" (2000), un
disco quíntuple.
Esa obra oscura, despareja e inabarcable muestra a un artista desgarrado por su
divorcio, harto de las injusticias de la industria musical, saturado de drogas y alcohol,
pero también expone a un gran creador, un compositor de notables canciones.
Tras cinco años de encierro y gracias a gestiones de Gustavo Cordera y la Bersuit,
Calamaro abandonó su exilio interno y volvió en una serie de exitosas presentaciones
que le permitieron a un público masivo y fiel, conseguirán la recuperación del artista.
También se reunió con Litto Nebbia que le produjo el hermoso y subvalorado "El
Palacio de las Flores", al que siguieron dos discos "La Lengua popular" y "On The
rock", con los que retomó las giras por España, Argentina y México con notable
convocatoria, poniéndole raíces a un buen presente artístico al que endulzó más con el
nacimiento de su hija Charito.
Si su carácter se lo permite, Calamaro seguramente seguirá grabando buenos discos y
grandes canciones, que acrecentarán su categoría de artista esencial del rock
argentino, que también cumple 50 años de recorrido.
Es por esta fecunda trayectoria que solicitamos la
aprobación de este proyecto de resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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MORANTE, ANTONIO ARNALDO MARIA | CHACO | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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CULTURA (Primera Competencia) |