La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional, para que por medio del Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social, el Instituto de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados,(PAMI) y demás organismos competentes, se garantice a los afiliados de la mencionada obra social, una adecuada cobertura en la prestación médica, como así también se asegure la buena calidad de los servicios, y la entrega de los medicamentos en tiempo y forma, por parte de las farmacias adheridas.

Señor presidente:

Es de público conocimiento la grave situación prestacional que sufren los afiliados al PAMI.

Respiramos aliviados cuando nuestro Gobierno dispuso la intervención del PAMI, asumiendo la actual interventora Lic. Graciela Ocaña, ya que todos sabemos que PAMI ha sido la caja negra de corrupción, lo sabemos, lo hemos sufrido y denunciado, por lo tanto cabía en su momento, una intervención, y no dejo de felicitar a nuestro Presidente, por la forma en que ha encarado uno de los temas más difíciles como lo es el tema de este organismo.

Muchos de los que estamos en esta Cámara, tenemos diferencia de opiniones con respecto al modelo prestacional que debe existir. Lo real es que aún hoy, los jubilados y pensionados no tienen acceso ni a los medicamentos, ni a las operaciones, ni a las prótesis, con la urgencia que se merecen.

Quiero creer que la Interventora está haciendo grandes esfuerzos para cumplir con los objetivos dispuestos, y que nuestros abuelos dejen de encontrarse en el medio de los convenios, resoluciones etc, que nunca los beneficia.

En todas las Provincias del país, existe una fragmentación de la población, un 90% de personas asistidas por contrato con las Asociaciones de Clínicas y Sanatorios de las respectivas provincias, y un 10% gerenciado por el Instituto Provincial de Seguros Sociales (preservando el modelo de los 90).

Esta modalidad no solamente presupone la persistencia de un modelo filosófico y económico del cuál todos tratamos de salir, sino que también genera en la practica una gran asimetría en las oportunidades de la atención médica, para los que han quedado a un lado u otro de esto que podríamos llamar "Muro de Berlín Asistencial".

Los beneficiarios que están bajo la cobertura de la Asociación de Clínicas disponen de varias clínicas para su atención e internación, mientras que los que reciben su cobertura mediante el gerenciamiento del IPSS, disponen de una sola alternativa para su internación; el Hospital.

Es así que encontramos beneficiarios deambulando por media ciudad en una ambulancia a la espera de algún sanatorio que se apiade o esperando meses para su atención. Esta es la situación a la que están sometidos los habitantes de casi todo el país, por no decir todo el país, beneficiarios del PAMI, que se encuentran como rehenes de un acuerdo político que lejos de traducirse en un beneficio se constituye en una gran carga, que pagan con su salud y sus vidas.

Asimismo, existe el gravísimo problema con las farmacias adheridas, que, por falta de Stock, no entregan en tiempo y forma los medicamentos recetados. Esta situación es extrema, ya que un gran numero de afiliados han tenido que reclamar ante la justicia sus derechos, los que se encuentran previstos en la legislación vigente, debido, a que existen solicitudes de medicamento DE POR VIDA, y este es el riesgo que corren los afiliados por la falta de ellos, pagar con su salud y con su vida.

Otra situación digna de mencionar es la que padecen algunos empleados y/o funcionarios de distintas delegaciones del país, que se encuentran trabajando y cumpliendo servicios para el Instituto sin percibir sus haberes, en algunos casos desde principios del año 2005, agravándose esta situación por la precariedad de su relación laboral incierta, ( promesas de contratos, a veces inexistentes) con el consiguiente problema económico que esta situación acarrea.

Las agencias o delegaciones de las provincias, necesitan de los servicios de este personal, que atiende a gran cantidad de afiliados, personas éstas, tan marginadas, como lo son los jubilados, que por razones ajenas a su capacidad de decisión, atraviesan situaciones como las que estoy mencionando. No apoyarlos constituiría un factor de desaliento para quienes hoy luchan y siguen trabajando en miras a una jubilación digna y una mayor participación en esta sociedad.

Por las razones expuestas, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.